
UV
Por Julio Altamirano
La Universidad Veracruzana (UV) aplicó un recorte cercano al 16 por ciento en los estímulos económicos del Programa de Estímulos al Desempeño del Personal Académico (Pedpa), afectando a alrededor de mil 800 académicos de los niveles II a VI.
El ajuste se realizó tras siete meses de suspensión de pagos, lo que ha generado molestia y desconcierto entre el personal académico, debido a la falta de explicación institucional sobre las causas del diferimiento y de la reducción en los montos finalmente depositados.
De acuerdo con un análisis basado en percepciones recibidas en octubre de 2025, los estímulos presentan un recorte promedio del 16.3 por ciento respecto a lo establecido en la convocatoria del programa.
Un recorte silencioso
El ajuste presupuestal no fue notificado a la comunidad universitaria. Los académicos se enteraron hasta recibir sus depósitos, tras un periodo de suspensión de abril a octubre de 2025.
La falta de comunicación oficial y la ausencia de información pública actualizada sobre el programa evidencian un manejo discrecional de los recursos destinados a los estímulos académicos.
Según datos de los informes rectorales 2024 y 2025, la reducción equivale a 4.4 millones de pesos mensuales, lo que proyectado al año representa más de 53 millones de pesos que dejarán de entregarse a quienes cumplen con los criterios del programa.
Contraste con gastos cuestionados
El pago diferido y el recorte contrastan con otras erogaciones institucionales criticadas por la comunidad, como la renta de un hotel para el “informe de actividades” del rector, cenas de gala y viáticos onerosos, mientras recursos ordinarios regresan sin ejercer al cierre del ejercicio fiscal.
Falta de transparencia
El portal oficial del programa Pedpa (https://www.uv.mx/dgdaie/evaluacion-academica/pedpa/numeralia-pedpa/) no se actualiza desde 2017, lo que impide conocer montos, distribución de beneficiarios o resultados de evaluación.
Los informes rectorales recientes sólo presentan cifras generales sin detallar los recursos asignados ni los criterios de distribución, lo que incumple los principios de transparencia y rendición de cuentas establecidos por la normativa universitaria.
El recorte al Pedpa en 2025 confirma, según los académicos afectados, un patrón de opacidad, falta de planeación financiera y ausencia de comunicación institucional en la Universidad Veracruzana.
La comunidad universitaria exige una explicación clara sobre las causas del recorte, los motivos del retraso en los pagos y la restitución de los montos omitidos.
