
Le salió el tiro por la culata al Cártel de Tabasco: la caída de Gertz terminó fortaleciendo a García Harfuch
Por Rebeca Solano
La intentona del llamado Cártel de Tabasco para adueñarse de la Fiscalía General de la República (FGR) fracasó rotundamente. Lograron la salida abrupta de Alejandro Gertz Manero, pero el verdadero ganador fue Omar García Harfuch, hoy convertido en el funcionario más poderoso del gabinete de Claudia Sheinbaum.
La jugada fue tan torpe que obligó al expresidente Andrés Manuel López Obrador a reaparecer públicamente, autoproclamándose como “el tigre” dispuesto a soltarse si —según él— alguien amenaza “la soberanía, la democracia o se intenta un golpe de Estado”. Pero en los hechos, fue el propio López Obrador quien golpeó la investidura de Sheinbaum, al sugerir que necesita ser defendida por él.
El golpe desde Palenque contra Gertz
La operación para remover a Gertz salió —según fuentes federales— de Palenque, articulada por AMLO, Andy López Beltrán, Adán Augusto López y Audomaro Martínez, preocupados por la inminente explosión de expedientes que los vinculan con corrupción y redes criminales, incluido el caso del empresario Raúl Rocha Cantú, señalado por presunto huachicoleo, vínculos con casinos y tráfico de armas.
Lo que no calcularon fue que esos expedientes ya estaban circulando en Washington, a unos pasos de la Oficina Oval.
La jugada maestra de García Harfuch
Mientras en Palenque operaban la salida de Gertz, García Harfuch ya había tomado posiciones clave del aparato de seguridad nacional:
- Omar Reyes en la UIF
- Francisco Moreno en Servicios de Protección Federal
- Francisco Almazán Barocio en el CNI, antes controlado por Audomaro
- Israel Benítez en Seguridad de Pemex, el epicentro del huachicol
- César Oliveros en la FEMDO
- Héctor Elizalde en la Agencia de Investigación Criminal
Todos, operadores de absoluta confianza del secretario de Seguridad.
Resultado: la estructura que antes respondía a Adán Augusto, Audomaro o la Sedena quedó desmantelada en semanas.
¿Y Ernestina Godoy? Un rostro, no el poder
Aunque Ernestina Godoy, fiscal interina, se perfila para quedarse al frente de la FGR con mayoría morenista en el Senado, no quería el puesto por problemas de salud.
Su llegada será simbólica: la operación real quedará en manos del equipo de García Harfuch, que ya controla la Fiscalía desde dentro.
El tiro por la culata
El Cártel de Tabasco buscaba eliminar expedientes incómodos.
Pero terminaron entregando la Fiscalía a quien menos querían ver fortalecido: Omar García Harfuch, operador de confianza de Sheinbaum y hoy el hombre más poderoso del sector seguridad.
De ahí el manotazo desesperado de AMLO, quien advirtió que podría salir a las calles a “defender” al país. Un mensaje que debilita a la presidenta, al insinuar que no controla su propio gabinete ni las conjuras internas.
Sheinbaum respondió con frialdad: “Ninguna de esas condiciones se da. No hay motivo para salir a defender nada”.
Traducción: “Estate quieto, Andrés”.
Luces rojas en Washington
El asesinato del alcalde Carlos Manzo, la ejecución del líder limonero Bernardo Bravo, la represión a jóvenes en el Zócalo, los bloqueos campesinos que afectan el comercio con EU y el reacomodo violento en la FGR encienden alarmas en Washington, donde observan un deterioro institucional acelerado.
Esto apenas comienza
García Harfuch capitaliza su mayor ascenso político.
Palenque se siente acorralado.
Y en medio del ruido, reaparece un fantasma incómodo: Raúl Rocha Cantú.
