
Cambios en Fiscalías y reacomodos en el gabinete de Rocío Nahle marcan el inicio del sexenio
Por Julio Altamirano
A pesar de que los motivos personales no constituyen una causa grave, en las últimas semanas se han concretado cambios tanto en la Fiscalía General de la República como en la Fiscalía General del Estado de Veracruz, generando reacciones distintas en el ámbito federal y local.
En el plano federal, la posible salida del fiscal Alejandro Gertz Manero provocó una fuerte reacción de la oposición en el Senado, que advirtió que el cargo no es renunciable salvo que exista una “causa grave”, y sostuvo que una eventual invitación a una embajada no cumple con ese supuesto legal.
En contraste, a nivel local la renuncia de Verónica Hernández Giadáns fue aceptada sin mayor discusión, mediante una votación calificada como “por obvia resolución”. Aunque la Fiscalía estatal es un organismo autónomo, el relevo fue interpretado políticamente como el primer ajuste relevante dentro del entorno de la gobernadora Rocío Nahle.
Al respecto, Nahle declaró que mantiene una buena relación con su equipo, pero dejó claro que “quien no pueda, no quiera o algo, pues ni modo”, frase que fue leída como una referencia directa a la salida de la exfiscal.
Analistas políticos coinciden en que vendrán más cambios en el gabinete, algo que consideran natural en cualquier inicio de gobierno, aunque subrayan que el verdadero reto no es anticipar que habrá ajustes, sino acertar quiénes y cuándo serán relevados.
Hasta el momento, solo una integrante del Gabinete Legal ha dejado su cargo desde que Nahle presentó a su equipo: Dulce María de la Reguera Gómez, quien fue la primera secretaria en abandonar su puesto al frente de la Secretaría de Turismo. Su salida ocurrió a inicios de año y fue sustituida por Igor Rojí, luego de un breve y discreto paso por la dependencia.
Entre los secretarios más expuestos a la crítica pública, aunque no necesariamente en riesgo inmediato, destacan varios perfiles:
- Claudia Tello Espinosa, en la Secretaría de Educación, enfrenta constantes conflictos sindicales y tomas de oficinas, al encabezar la dependencia con mayor presupuesto y carga política del estado.
- En Salud, Valentín Herrera Alarcón ha mantenido el control sin sobresalir, en un sector históricamente conflictivo.
- Ernesto Pérez Astorga, en Desarrollo Económico, fue duramente cuestionado durante su comparecencia legislativa, con señalamientos de lentitud y falta de impacto real en un sector que suele avanzar por inercia.
- Rodrigo Calderón Salas, en SEDARPA, enfrenta una situación crítica por la llegada del Gusano Barrenador, que ha golpeado seriamente al campo veracruzano.
- Guadalupe Osorno Maldonado, en Protección Civil, fue colocada como la principal responsable política de las inundaciones en el norte del estado, convirtiéndose en blanco de la opinión pública.
Fuera de estos casos, el resto de los secretarios se mantiene con menor nivel de presión, aunque el titular de la SIOP enfrenta un cierre de año complicado, con obras acumuladas y un presupuesto que, según la gobernadora, deberá ejercerse sin pretextos.
El mensaje desde Palacio de Gobierno parece claro: habrá cambios, cuando tengan que darse, y quien no esté a la altura, saldrá, sea por no poder, no querer… o “por algo”.
