22 de octubre de 2025

Por  Filiberto Vargas Rodríguez

Ha pasado más de una semana de que se presentó el desbordamiento del río Cazones y la inundación de buena parte de la zona norte de la entidad.

Las autoridades aún no concluyen los trabajos de rehabilitación de puentes, reconstrucción de caminos y desalojo de lodos. Los reportes oficiales hablan de 34 personas fallecidas y al menos otras 14 en calidad de desaparecidas.

Frente a ese escenario, lo que los pobladores han advertido es que la Fiscalía General del Estado (FGE) permanece ausente. Se requiere de su personal para dar fe de los cadáveres, constatar que, en efecto, fallecieron por efecto de las inundaciones y expedir a los familiares la respectiva acta de defunción, con la que puedan hacer los trámites para el sepelio.

Y es que la Fiscalía ha estado ausente desde la llegada de Verónica Hernández. La incapacidad de su titular y la creciente corrupción de su personal, hacen imposible el acceso a la justicia para los veracruzanos.

Sin embargo, si a algo le había puesto especial empeño la titular de la Fiscalía era a las “consignas”, esos casos para los que recibía instrucciones directas de palacio de gobierno. Bueno, pues ni siquiera esos temas los ha podido resolver de manera favorable Verónica Hernández.

Casos como los de José Manuel del Río Virgen (actualmente funcionario de la Auditoría Superior de la Federación), Rogelio Franco Castán (exsecretario de Gobierno en el bienio de Yunes Linares) y Jesús Uribe (alcalde electo por Las Choapas) son apenas tres ejemplos de la nulidad de la Fiscalía para sustentar sus acusaciones.

Hay, sin embargo, casos en los que además de la ausencia de fundamentos jurídicos, lo que se percibe es una actitud omisa, errores demasiado obvios que sugieren la posibilidad de que hayan fallado a propósito.

Ese pudiera ser el caso de Jorge Winckler Ortiz, quien fuera impulsado a la FGE en los tiempos de Miguel Ángel Yunes Linares. La semana pasada el exfiscal consiguió un amparo que es de gran relevancia y que pudiera llevarlo muy pronto a recuperar su libertad.

El amparo concedido a Jorge Winckler ordena al juez de control que deje insubsistente la resolución en la que rechazó la petición de la defensa de que se dictara el sobreseimiento al proceso por el delito de tortura.

El abogado de Jorge Winckler alegó en una audiencia celebrada el pasado 26 de marzo, que se estaba incurriendo en una falta en contra de su defendido, al pretender juzgarlo dos veces por el mismo delito (ne bis in idem).

La resolución del juez de Distrito fue dejar insubsistente la resolución del juez de control en el proceso penal 115/2025, “en la porción en la que resolvió el incidente de sobreseimiento solicitado por la defensa del quejoso”.

El amparo dispone que el juez de control señale una nueva audiencia en la que, “considerando lo resuelto en el presente fallo”, resuelva de manera fundada y motivada, conforme a derecho proceda, el incidente de sobreseimiento planteado por la defensa, “considerando lo señalado en los artículos 255, 327, fracción I y 330 del Código Nacional de Procedimientos Penales”.

Dos son los procesos que inició la Fiscalía de Veracruz en contra de Jorge Winckler.

Uno, por desaparición forzada y privación ilegal de la libertad en agravio de Francisco Zárate Aviña, quien fuera chofer de otro exfiscal, Luis Ángel Bravo Contreras. Cuando ya había superado ese caso, la Fiscalía le inició otro proceso, ahora por tortura en agravio del exdirector de Servicios Periciales, Gilberto Aguirre Garza. Ese es el que está por caerse, pues por ese mismo delito ya se había decretado el “no ejercicio de la acción penal”.

Falta, por supuesto, que la Fiscalía se inconforme con el amparo y se someta a revisión por un tribunal colegiado, pero en caso de que Jorge Winckler obtenga la libertad, no habrá padrino que logre mantener a Verónica Hernández en la FGE.

Ya lo veremos.

filivargas@gmail.com