27 de octubre de 2025

Por Carlos Marín

Presentado como “el impulsor de la transición política en México” y calumniado como “traidor” por el priismo rancio y corrupto, Ernesto Zedillo le dijo a la periodista Maite Rico en la entrevista que publicó antier sábado el diario español El Mundo:

“Renuncié hace muchos años a la pensión vitalicia de ex presidente, tengo mi trabajo en la universidad” (la de Yale, donde se doctoró en Ciencias Económicas y desde 2002 dirige el Programa para el Estudio de la Globalización en la Escuela Jackson e imparte clases de economía y política internacional).

“El único privilegio que he perdido es el de ser ciudadano de un país democrático, y ese privilegio me lo quitaron López Obrador y Claudia Sheinbaum”, deplora.

Para El Mundo, Zedillo “puso fin a siete décadas de régimen del PRI”, y en la entrevista “denuncia la demolición de la democracia mexicana a manos del populismo”.

De la conversación, la coautora (con Bertrand de la Grange) del libro Marcos, la gran impostura y ex subdirectora de El País, consigna palabras como las que aquí recupero:

–No conozco a la doctora Sheinbaum, pero ella ha sido cómplice de López Obrador en la destrucción de la democracia mexicana.

–AMLO ha hecho un recorrido inverso a la venezolana: ha usado los resortes democráticos para revertir la transición.

–Los nuevos autócratas no buscan el poder a través de un golpe de Estado o una asonada, sino que juegan con las reglas de la democracia para destruirla (…). Se presentan como demócratas con un mensaje demagógico y mentiroso que por desgracia atrae a muchos ciudadanos.

–Han suprimido la división de poderes y los contrapesos. Han desmantelado el Estado de Derecho y los organismos de control, como el encargado de la transparencia. Han terminado con la independencia judicial: escoger a los jueces por voto popular es una farsa propia de los regímenes autocráticos y además se hizo con una elección fraudulenta. Y para blindar todo eso Sheinbaum ha suprimido a efectos prácticos a la Suprema Corte como tribunal constitucional.

–Es un caso de autoritarismo único en el mundo.

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–Todo forma parte de un objetivo: crear un régimen de partido hegemónico para asegurar continuidad e impunidad.

–La única diferencia con otras experiencias de América Latina es que ahora se disfrazan de demócratas y hacen una Constitución a su medida.

–No tienen un proyecto para hacer de México un país moderno y con verdadera justicia social. Solo tienen un proyecto de poder.

–López Obrador, desde el primer día de su gobierno, dijo que la reforma electoral de 1996 era basura. Violó las leyes y montó un aparato de clientelismo y propaganda política con cargo al erario y agravando la corrupción, mientras se sacrificaban aspectos esenciales como la educación y la sanidad, hoy en estado lamentable. El clientelismo cínico pagado con recursos ilegales ha sido clave para ganar elecciones.