
Por: Carlos Loret de Mola
No sé cuántas veces pidió auxilio Carlos Manzo. “Hago un llamado a la Presidenta…”. En internet una búsqueda sencilla arroja decenas de declaraciones del alcalde de Uruapan suplicando apoyo. Que el Gobierno federal ayudara a combatir la delincuencia en Uruapan. Que, si no podía ir ella, mandara al secretario Harfuch o al general Trevilla. Que le enviaran elementos. El 20 de septiembre llegaron a Uruapan 200 guardias nacionales. Se fueron el 8 de octubre: “Les comparto que los más de 200 elementos que llegaron hace unos días para reforzar los operativos en Uruapan por parte de la Guardia Nacional fueron retirados. Esta decisión deja a Uruapan en estado vulnerable ante las actividades ilícitas del crimen organizado”, expresó el alcalde ese día. Lo mataron el 1 de noviembre.
No sé cuántas veces dijo Carlos Manzo que no quería volverse una estadística más de presidentes municipales asesinados. Busque en internet. Aparece decenas de veces: “No quiero ser un presidente más en la lista de ejecutados”, dijo a mediados de septiembre tras cancelar las festividades del Grito de Independencia. Lo mataron mes y medio después.
Cuando el alcalde suplicó apoyo decenas de veces, cuando advirtió de su propia muerte sin cesar, ¿nos viene a decir la Presidenta que es culpa de la guerra de Calderón de hace veinte años? ¡Por favor! #EsClaudia.
Este crimen es responsabilidad de la Presidenta de México. Es consecuencia de su inacción coyuntural frente a la súplica del alcalde y de la amplia red de pactos que su mentor, López Obrador, tejió con los narcos para beneficiar electoralmente a Morena a cambio de un cheque en blanco para operar bajo el amparo del “abrazos no balazos”.
¿Por qué no caen los gobernadores? ¿Por qué no cae Rocha en Sinaloa? ¿Por qué no va a caer Bedolla en Michoacán? Porque son los garantes de ese pacto. Ellos y varios más. Porque no sólo se ha perdido el decoro de la renuncia como mínimo castigo político ante la corrupción o la ineficacia, sino que además hay un arreglo que cuidar.
¿Va a ser este crimen un punto de quiebre para la Presidenta? ¿Va a ser el que marque un punto de inflexión en el enamoramiento del electorado con el morenato? Difícil pronosticar. Sobre todo, si se han agolpado las evidencias de corrupción e incapacidad a costo electoral cero. En cualquier caso, lo que termina tumbando la preponderancia electoral no es un hecho único, sino una sucesión de crisis capitalizada por la oposición. Con Peña fue Ayotzinapa, luego su Casa Blanca y finalmente los gobernadores corruptos, todo capitalizado por AMLO. No estoy seguro si la sucesión de crisis que ya ha tenido la Presidenta se compara en gravedad para el electorado. Lo que estoy seguro es que nadie los ha capitalizado… Todavía.
SACIAMORBOS
Alcalde del segundo municipio más poblado. Bien evaluado. Carismático y viral. Sin la carga negativa de los partidos, pues había ganado como candidato independiente. Tenía todo para lanzarse a la gubernatura. Súmele el grito de la gente inconforme que se manifestó en Michoacán: ¡fuera Morena! Esto pone vulnerable no solo al gobernador sino al partido. En Sinaloa, por ejemplo, el grito de las marchas de hace unas semanas fue “¡Fuera Rocha!”, blindando al partido y poniendo al gobernador como fusible.
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