
Campesinos impulsan “huelga fiscal” ante ley de aguas que califican como confiscatoria
Por Rebeca Solano
La protesta del sector agrícola escaló a un nuevo nivel frente a la falta de diálogo del gobierno de Claudia Sheinbaum y al rechazo a la nueva Ley de Aguas Nacionales, a la que los productores califican como confiscatoria y como un precedente de expropiación de la propiedad privada.
En respuesta, el diputado local de Chihuahua, Francisco Sánchez, presentó una iniciativa que formaliza una “huelga fiscal”, una figura que permitiría a los productores dejar de pagar impuestos federales como forma de resistencia civil frente a lo que consideran una agresión del Estado al sector primario.
El legislador, quien actúa como vocero de los agricultores inconformes, aseguró que la reforma federal representa un abandono al norte del país y un intento de control político del agua.
La iniciativa plantea que, mientras el gobierno federal no retire o modifique la propuesta de ley, los campesinos podrán suspender sus contribuciones fiscales como medida de presión.
El conflicto por el agua se ha convertido en una de las mayores confrontaciones entre productores rurales y el nuevo gobierno, y la huelga fiscal podría detonar uno de los episodios de desobediencia civil más relevantes en el campo mexicano en los últimos años.
