
Fracaso de seguridad y crisis económica marcan gobierno de Claudia Sheinbaum
Por Rebeca Solano
Bajo la administración de Claudia Sheinbaum, respaldada por Morena y la Cuarta Transformación, México enfrenta un escenario de violencia, inseguridad y crisis económica que golpea a la ciudadanía.
El asesinato de Carlos Manzo, presidente municipal de Uruapan, Michoacán, se ha convertido en un símbolo del fracaso en materia de seguridad pública. Policías rebasados, crimen organizado operando con impunidad y estrategias inexistentes marcan la gestión de un gobierno que prometió esperanza y ha dejado una estela de sangre y desamparo.
A este contexto se suma el endeudamiento histórico del país, que se duplicó de 10.5 a 21 billones de pesos durante la administración morenista. Cada peso de esa deuda representa servicios públicos deteriorados, promesas incumplidas y un futuro hipotecado para millones de mexicanos.
Mientras el discurso oficial presume austeridad, las cifras exhiben descontrol financiero y mala gestión. La llamada “austeridad republicana” se ha convertido —según analistas— en una ironía cruel frente al empobrecimiento y la desigualdad crecientes.
En materia económica, el país vive una inflación persistente, pérdida de poder adquisitivo, desempleo al alza y pobreza estructural. Las políticas sociales, más cercanas a la propaganda electoral que al apoyo real, no logran contener el deterioro del bienestar de las familias mexicanas.
El panorama general muestra un fracaso integral en seguridad, economía y gobernabilidad, donde las promesas de la Cuarta Transformación se diluyen entre la violencia y el desencanto social.
