
Kast arrasa en segunda vuelta y será el próximo presidente de Chile
Por Rebeca Solano
José Antonio Kast se convirtió este domingo en presidente electo de Chile al obtener 58.1 por ciento de los votos, frente al 41.8 por ciento alcanzado por la candidata de la centroizquierda, Jeannette Jara, en una segunda vuelta marcada por una diferencia categórica de 16 puntos.
Con 7.2 millones de sufragios, dos millones más que su rival, Kast se impuso en todas las regiones del país, en una jornada electoral que registró una participación del 85 por ciento del padrón, una de las más altas de las últimas décadas.
El resultado quedó definido desde el inicio del conteo y nunca hubo un momento de competencia real. A mitad del escrutinio, Jara llamó a Kast para felicitarlo, y por la noche acudió personalmente a saludarlo. En un gesto institucional, el presidente Gabriel Boric también telefoneó al mandatario electo y acordaron reunirse este lunes en el Palacio de La Moneda.
Durante su primer discurso como presidente electo, Kast subrayó el carácter religioso de su proyecto político, afirmando que “nada sería posible sin Dios”, y pidió “sabiduría, templanza y fortaleza” para ejercer el cargo.
El eje central de su mensaje fue el restablecimiento del orden y el endurecimiento del enfoque de seguridad. “Chile necesita orden: en las calles, en el Estado y en las prioridades”, afirmó, al tiempo que advirtió que quien viole la ley enfrentará todo el peso del Estado, sin beneficios sociales. Anunció medidas como un registro único de vándalos y la responsabilidad parental por los daños cometidos por menores de edad.
No obstante, Kast admitió que enfrentar la inmigración ilegal y el crimen organizado será uno de los mayores desafíos de su gobierno.
Jara: oposición firme y autocrítica
Tras reconocer la derrota, Jeannette Jara se presentó como una lideresa que no se retira de la escena política y comprometió una oposición “propositiva, exigente y firme” en la defensa de los derechos sociales.
“La unidad es el único camino que vale la pena”, sostuvo, al llamar a convertir la derrota en un desafío político. Subrayó que no deben ponerse en riesgo las conquistas sociales, como el aumento de las pensiones, la gratuidad en la educación superior, la jornada laboral de 40 horas, los derechos de las mujeres y las libertades individuales.
Jara también hizo un llamado a la autocrítica profunda y a la reconstrucción de la centroizquierda, reconociendo la necesidad de escuchar con humildad a los sectores que ya no se sienten representados. “Debemos hacernos las preguntas difíciles, aunque sean dolorosas, para volver a ser alternativa para Chile”, concluyó.
