
Inundación
Por María Fernández
A dos meses de la inundación del 10 de octubre, decenas de familias aún no han podido regresar a sus viviendas debido a los graves daños estructurales y a la persistente acumulación de lodo en calles y hogares.
Los damnificados señalan que solo acuden a sus casas para continuar con labores de limpieza, mientras intentan recuperar algo de normalidad en medio de la incertidumbre.
Habitantes de colonias como La Florida, Granjas y Floresta relataron que el desbordamiento del río Cazones cambió por completo su rutina, además de afectar seriamente su patrimonio, lo que los obligó a buscar refugios temporales con familiares o en otros puntos de la ciudad.
“Tenemos que seguir limpiando porque la casa debe estar en mejores condiciones. Con tristeza, porque el esfuerzo de tantos años se perdió. Solo damos gracias por haber salido a tiempo”, expresó una de las afectadas.
Por su parte, Leticia Castillo, también damnificada, explicó que los elevados costos de los materiales de construcción han dificultado la rehabilitación de las viviendas.
“No hemos podido regresar porque los vecinos no han limpiado y sigue el lodo”, señaló, al destacar que las condiciones insalubres siguen impidiendo el retorno definitivo de las familias a sus hogares.
