
Espacios Educativos otra vez bajo la lupa: aulas en el papel, no en la realidad
Por Julio Altamirano
Un aula reportada como terminada en los registros oficiales, pero inexistente en la realidad, evidenció graves fallas en la supervisión de obras escolares en Veracruz y provocó la renuncia de Carlos Alfonso Smith Graillet, entonces titular del Instituto de Espacios Educativos.
La gobernadora Rocío Nahle confirmó el hecho luego de escuchar el señalamiento directo de una diputada, quien acudió personalmente a una escuela y no encontró el salón que ya aparecía como construido en los informes oficiales. Ante la evidencia, el funcionario presentó su renuncia, misma que fue aceptada.
El problema va más allá de un solo salón. Espacios Educativos administra recursos públicos destinados a infraestructura escolar, y cuando los reportes oficiales no coinciden con la realidad, el daño no es solo administrativo, sino que afecta directamente a estudiantes y docentes que continúan tomando clases en condiciones precarias.
La gobernadora reconoció que las obras se registran y se pagan en distintas etapas del año, sin embargo, el caso dejó una pregunta inevitable:
¿Cuántas aulas más existen únicamente en los reportes oficiales?
Como medida correctiva, Rocío Nahle anunció que los directores de las escuelas deberán supervisar directamente las obras y reportar el avance real, una decisión que, aunque necesaria, evidencia que el control institucional falló y tuvo que corregirse sobre la marcha.
La renuncia no debería cerrar el tema, sino abrir una revisión a fondo del manejo de recursos y de la supervisión de la infraestructura educativa en Veracruz, donde las escuelas siguen enfrentando carencias de aulas, mobiliario y condiciones dignas.
Las aulas no se construyen con oficios ni con discursos.
Se construyen en el terreno y se comprueban con hechos.
