Viernes, 19 de abril de 2024


Columna: Columna Invitada

Salvador Cienfuegos Zepeda en Veracruz: el general no tiene quien le informe…

Jueves, 01 Febrero 2018
  • Por:  Por José Luis Ortega Vidal

 

 

(1)

Una paráfrasis más de Gabriel García Márquez (+)

La referencia es al Secretario de la Defensa Nacional que el martes pasado recorrió el sur de Veracruz.

Como lo apuntamos en la entrega anterior de Claroscuros, el general Salvador Cienfuegos Zepeda estuvo en Coatzacoalcos, Acayucan, Oluta, Soconusco.

Específicamente en puntos de revisión de automovilistas para la protección ciudadana.

A la anécdota sobre la llamada de atención que el general Cienfuegos Zepeda dio al gobernador Miguel Angel Yunes Linares por un taxi sin placas que pasó frente a ellos mientras realizaban una ceremonia que ponderaba “logros” en los referidos puntos de revisión, hay que añadir otros elementos ciertamente semióticos pero también ligados a la descomposición social concreta provocada por la violencia extrema en Veracruz.

(2)

La ceremonia donde el general Cienfuegos Zepeda evidenció las fallas de los puntos de revisión, y cuestionó con la recia voz del más alto mando castrense en el país, ocurrió en el puente Calzadas que divide a los municipios de Coatzacoalcos y Cosoleacaque.

El puente cruza el río del mismo nombre: el Calzadas que es estrictamente un brazo del Coatzacoalcos, uno de los ríos más caudalosos de México.

Al otro lado del puente, es decir, apenas a unos cien metros de donde estuvo parado el titular de la SEDENA inicia el territorio de Cosoleacaque y se encuentra la colonia Nueva Calzadas.

Es un asentamiento pobre que demográfica y económicamente pertenece al suburbio de Coatzacoalcos pero legalmente es parte del territorio de Cosoleacaque.

(3)

Ahí en la colonia Nueva Calzadas fue asesinada una familia entera el 24 de junio del 2017, alrededor de las 18:20 horas.

El jefe de la familia era el señor Clemente “X“ y su esposa se llamó Martidiana “X.”

Los asesinos de la pareja y sus cuatro hijos de 3, 4, 5 y 6 años de edad, llegaron a bordo de un taxio un vehículo clocado como taxi, lo que es usual en la zona.

Cinco sicarios con armas de alto poder se bajaron de la unidad y mataron a la familia entera.

Todas las víctimas recibieron el tiro de gracia.

En la operación material de esta ejecución indescriptible destacó la presencia de un sicario identificado como “la liebre”, sin encarcelamiento hasta la fecha…

La autoría intelectual del crimen atroz en la colonia Nueva Calzada de Coatzacoalcos se atribuye a Hernán Martínez Zavaleta (a) “El H”, hoy preso y señalado como presunto jefe de la plaza de Coatzacoalcos y el sur de Veracruz por parte del cartel de los zetas durante casi una década.

El 23 de junio del 2017 fue ejecutado un joven cercano al “H” en una colonia de Coatzacoalcos. Se afirmó que era su sobrino y su brazo derecho en el ejercicio delictivo.

Clemente “X” habría conducido otro taxi -o coche clonado con esa imagen- que trasladó a los asesinos del sobrino de “El H” lo que desataría la venganza y la masacre de los niños y sus padres a unos metros del sitio donde el general Salvador Cienfuegos Zepeda estuvo parado el pasado martes 30 de enero.

A siete meses de la ejecución de los cuatro niños y sus padres el titular de la SEDENA acudió a los alrededores de la colonia Nueva Calzadas y supervisó uno de los puntos de revisión vehicular que pretenden -sin resultados- frenar la violencia de altos niveles que padece la región.

Hombre formado en la carrera de las armas el general Cienfuegos sabía donde se paraba y tenía el dato de que estaba en terreno del enemigo.Eso es parte del abc en cualquier estructura militar: conocer el territorio al que se deberá llegar por alguno u otro motivo.

Y en Coatzacoalcos y alrededores no manda el Estado, mandan los cárteles.

Ahora bien, el punto no es ese, sino los signos que surgen de la masacre que ha cumplido siete meses en la impunidad, así como la falta de peso específico de la gira del titular de la SEDENA en una región angustiada por heridas profundas que crecen cada día.

La sociedad del sur de Veracruz demanda acciones de protección inmediatas y profundas no giras político-militares que terminan detectando fallas en sus propias estrategias.

Los números han crecido a lo largo del 2017 y lo que va del 2018 en el rubro de los asesinatos, secuestros y delitos diversos.

Si después de la visita del general Cienfuegos Zepeda estos números no disminuyen o no se percibe su disminución por la realización de nuevos casos de alto impacto, la gira político-militar del 30 de enero habría fracasado y ésta sería una pésima noticia para una sociedad que emigra por la inseguridad, ve cómo disminuye el empleo por la misma razón y vive con miedo sin esperanza de que éste desaparezca.

El titular de la SEDENA piso campo minado sin que alguien le hubiese aclarado el fondo de la realidad que enfrentó.

Insistimos: las minas no son solamente las estructuras del crimen organizado e incluso el involucramiento de la clase política en el quehacer delincuencial. Es un tema más profundo: el signo de una sociedad descompuesta donde los puestos de revisión no alcanzan siquiera la categoría de placebos y el aumento de personal militar o naval es como un mejoral destinado al combate de un cáncer con metástasis.

El puente Calzadas es un signo, la muerte de los niños es un signo, el montaje político alrededor de la visita del general es un signo…

Estaríamos ante un general que no tiene quien le informe.

El tema tampoco es si Veracruz sufre menos violencia que Tamaulipas, Colima, Michoacán o Guerrero.

Para los veracruzanos la realidad es aquí y es ahora.

Y es una realidad que lastima, hiere a todos los sectores.

¿Sabrá el general que los universitarios están de luto por el crimen de un integrantes de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana en el bar “La bartola” de Xalapa, donde trabajaba para mantener a su familia y sostener sus estudios?

Por citar otro caso lastimoso y reciente, ocurrido durante el primer mes del 2018.

(4)

La guerra contra el crimen organizado es una suerte de pugna contra el espejo.

El crimen organizado lucha contra el crimen organizado…

El resultado de esta condición es necesariamente un laberinto de reflejos, jamás tendrá fin y no existe un hilo de Ariadna que nos rescate.

Reducir sus consecuencias puede ser una meta más lógica, viable…

No podemos eliminar la condena de Sísifo, luchemos para que cargue una roca menos pesada…

Para ello debemos acudir al origen mismo de la guerra.

Su nacimiento surge de un proceso histórico de descomposición social, de una fragmentación estructural, de un rompimiento del tejido social.

En Veracruz, si bien estas condiciones se agravaron en los sexenios de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, tienen antecedentes décadas atrás.

Hay que observar desde la ciencia social los pormenores de sexenios previos en material de falta de desarrollo social, luchas caciquiles, ausencia de democracia, corrupción e impunidad prohijadas y/o paridas desde el Estado…

Para tocar al menos una de las raíces del mal…

Valora este artículo
(0 votos)