Jueves, 28 de marzo de 2024


Columna: Columna Invitada

“Un día de lluvia como tributo”

Jueves, 14 Enero 2021
  • Por:  alejandro hernández lópez/Arte y Mester

No es un caso aislado -en Veracruz- hay bastantes casos similares. Aquí hay una evolutiva propensión a la violencia contra las mujeres que no encuentra tope, avanza y trepa como hidra venenosa por encima de todo, por encima de todos los encargados de la ley y el orden, siempre por encima. Siempre hay silencio y muchas veces existe complicidad. 

Cientos de mujeres sufriendo diferentes formas inimaginables de violencia, de brutalidad, cientos han visto destrozados sus caminos, cientos han encontrado la muerte. Claramente podemos leer quien desapareció hace un mes, quien desapareció en diciembre y fue encontrada muerta en enero. Todos los días hay noticias y casi nunca son buenas. 

En toda la información, como si fuera un cuento, podemos leer lo mismo: la policía ministerial acudió al lugar para iniciar las respectivas indagatorias para esclarecer este crimen. Así podemos leer que hoy se trata de Ana, mañana de Lorena. El sábado fue Beatriz, fue el cuerpo de Beatriz el que encontraron. Antes de encontrarlas las versiones de los casos fallan en la percepción más lucida de la realidad, y se inventan cosas con el afán de justificar, siempre justificar, siempre o casi siempre tratando de criminalizar a las víctimas.    

Y de pronto desaparece la palabra, una a una se van desprendiendo las letras de esa palabra. Desde antes de la pandemia estamos en un espacio donde no existe el tiempo, estamos como ese viajero que viaja en lugar propio. Hace tres años, dos años, una semana, un día, hace una hora, un instante, quizá el cuerpo de una mujer está siendo encontrado tirado en un camino. 

Allí tiradas en el asfalto del que nunca pudieron desprenderse se han encontrado a muchas; un caso ocurrió en septiembre, otro en enero. Apenas también sucedieron otros más. Las instituciones enormes e imbéciles, cercanas a la estupidez y la ofensa: “tuvieron una vida hecha de excesos y de ausencias”. 

Mil veces malditas las instituciones todas. Estará obnubilando el poder del Estado, hay soledad, desesperanza. Hay finales en vidas muy cortas, para todas ellas aún quedaba mucho por decir y es por eso que lo lamentamos, por ello traigo -prestadas- todas estas hermosas palabras para quedarme pensando en que si alguien muere en agosto, basta con que se abra una ventana para que se llore por su muerte; quizás la lluvia caiga sin fijarse en los deudos.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Valora este artículo
(1 Voto)