Este domingo 6 de junio acudiremos juntos a votar movidos por la pasión de lo absurdo y lo inútil, sabiendo que todo se construye en el marco del endémico fraude. Sabemos que en tiempos de la búsqueda y arrebato del poder se rompe todo equilibro entre la verdad y la mentira.
Se ha realizado el último acto de campaña, pero se continuará entregando despensas, dando dinero, comprando el voto. Conforme la hora se aproxima Todo se magnifica por las elecciones, se han encendido las aguas y hay ebullición, hubo y hay asesinatos, secuestros, muertes, luto y silencio... Así es la política nos decimos para nuestros adentros.
En Xalapa-Enríquez y en todos lados ya no habrá actos de campaña, dejaran de vomitar. Ya fue suficiente para probarnos que no hay nada nuevo bajo el sol. Que a pesar de ser los mismos también usaron los mismos pinches disfraces de siempre, propusieron lo mismo como si no supiéramos que los fines humanistas no son más que un engaño más para conseguir sus metas personales.
Por ejemplo, ellos no saben que en Xalapa nos mueve a la risa el ruin, roñoso y mezquino acto de la presencia perpetua de ANTONIO LUNA en estos menesteres electoreros jugando siempre a no ganar, nomás para restar votos al adversario. Sí, es él, allí está el cadáver traído nuevamente a la vida y no es zombie es Toño del partido cardenista. El espécimen que ha regresado de la muerte, el único personaje que es dueño del buen manual de un vividor del presupuesto electoral.
Claro, en este show electoral anunciado como “el acto democrático más grande la historia” donde todo se tiene controlado ÉL no podría faltar.
Para todos siempre ha navegando con bandera de pende-nciero del presupuesto, es aguerrido y sabe lograr que le aporten dinero, sabe moverse y sabe “pegar” para convencer. Por ello ha eternizado al partido cardenista. Él y sólo él quedará feliz y contento “nomás por haber participado”.
No hace falta que se realicen las elecciones el cabrón ya tiene dinero para comer tres veces al día y ya no oler a estiércol… Ahora tiene baro, dinero, dinero que antes era nuestro. Le han pagado. Él es un ejemplo, pero ¿Cuántos hubo en este show?
Las palabras de los políticos juegan en el patio de un poema que habla de la fantasía, el engaño y la burla, un patio donde los políticos se hacen de la vista gorda. Ellos mismos saben, como ejemplo el caso de Antonio Frutis, que no son garantía de nada.
Este domingo como si el tiempo no hubiera pasado en Xalapa leeremos los mismos nombres en las boletas como ha ocurrido en los últimos años. Nuevamente estaremos satisfechos todos de un sistema electoral legítimo pero deficiente. Y nos preguntaremos: de qué estamos hechos y qué han hecho con nosotros la tele, el fut-bol y la cerveza sol.