Jaime Téllez Marié, llora ante la prensa pues argumentó que por su “trabajo” casi no ve a su familia. Su estado se derivó luego de explicar a detalle sobre la pesada carga de trabajo que lleva a cuestas, producto por ser el secretario de Seguridad Pública en el estado de Veracruz en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares. http://www.e-veracruz.mx/nota/2018-04-23/seguridad/secretario-de-seguridad-en-veracruz-llora-ante-su-carga-de-trabajo
El titular de la SSP también expresó su sentir con relación a las adolescentes asesinadas en Río Blanco, cuando policías estatales las aniquilaron como lo muestra una fotografía en dónde aparece una de ellas sometida por un Policía Estatal y después, su cuerpo inerte sobre el pavimento:
"Eran sicarias, duele decirlo, pero eran sicarias, entonces, evidentemente si andas en ese tipo de actividades pues vas a tener riesgos" alegó el secretario.
Téllez Marié además dijo que regularmente la sociedad no “valora” el trabajo y los “sacrificios” que hace, luego de tener que estar alejado de su familia. Indicó que la Fiscalía General del Estado a cargo de Jorge Winckler Ortiz, “acreditó” que las adolescentes trabajan para la delincuencia organizada y que incluso, abrieron la investigación al escrutinio de las organizaciones civiles y que muchas veces, los “altos índices” delictivos se derivaban por la desintegración familiar que existe en el estado.
Indudablemente la falta de oportunidades en las familias –al que el propio gobierno a muchos de ellos, ha cesado de sus fuentes de empleo- ha propiciado que sus hijos no puedan accesar a la educación pública, mientras que los herederos de los políticos, estudian en las mejores escuelas del mundo.
La delincuencia sobrevive al estar incrustada en varios escaños sociales, que van desde la sociedad civil hasta el más alto funcionario de un gobierno. Existen padres de familia que al ser “renunciados voluntariamente” de sus trabajos, y con la intención únicamente de sobrevivir, se enrolan con células delictivas. Otros intentan salir delante de manera honesta pero el mismo sistema les cierra todo tipo de posibilidad pues estos, para poder mantener a sus hijos, salen a las calles a ganarse la vida honradamente a través de la venta informal. Los directores de comercio de los municipios, les cobra el derecho de piso por comercializar en la vía pública –utilizando el mismo método que la delincuencia- como si la calle fuera de su propiedad. Cualquier intento, el gobierno –ya sea federal, estatal o municipal- se da a la tarea de cercarlos para que al final, sus pequeños hijos no vean otra forma de supervivencia que el accesar a la delincuencia para obtener dinero a cambio.
Luego entonces: ¿Quién es el absoluto responsable de que los mexicanos tengan que desintegrar sus familias para poder comer? Pues la respuesta es más que obvia. Los enquistados en el poder, que viven a costillas de los impuestos de los ciudadanos, aunque su tránsito en cualesquiera dependencia pública, sea totalmente cuestionable.
Para muestra un botón: ¿Cuánto gana un policía? Creerá Telléz Marié que un oficial de la SSP, el cual tiene una esposa, hijos y en muchos de los casos, unos padres que mantener pueda subsistir con los salarios raquíticos que la SSP les otorga. Estas malas remuneraciones han originado que por ello -en mucho de los casos- los policías sean “enamorados” por los grupos delincuenciales para que trabajen como “orejas” dentro de la corporación policíaca. Entonces le pregunto al titular de la SSP: ¿Él es el culpable de que sus policías sean parte de las células delincuencias que operan en el estado?
Hacerse el “incomprendido” o la “víctima” es hasta ridículo. Si tan mal se encuentra por lo que tiene que llevar en hombros como titular de la SSP, mi pregunta es: ¿Por qué no renuncia al cargo? Los señalamientos y reclamos de la sociedad no van a cesar, pues existe una total omisión sobre muchas acciones de parte de la dependencia que está a su cargo. Además, de los constantes señalamientos que realiza la sociedad civil y colectivos de personas desaparecidas sobre la participación activa de algunos de los elementos de la Policía Estatal, Fuerza Civil y el IPAX con la delincuencia. Dichas corporaciones todas controladas por la Secretaría de Seguridad Pública.
La falta de capacitación y protocolos que originan espeluznantes hechos como los que se vivieron en el penal de La Toma en donde nueve personas resultaron asesinadas y y pese a esa desastrosa situación, hace director del mismo penal a un sujeto –que debería de estar en la cárcel- pues fue el que realizó el “operativo” y llevó a elementos de policía estatal, municipal, otro de IPAX y hasta un cadete de la Academia de Policía del Lencero a una muerta segura. Cuando existe un área supuestamente “capacitada” para llevar a cabo los traslados de reos de un penal a otro. Por lo tanto, ya ni llorar es bueno por no ver a su familia; cuando los policías son tratados como esclavos y hasta cambiados sin notificación previa a zonas totalmente alejadas de su lugar de residencia; alejándolos también de sus familias.
¿No es culpa del titular de la SSP tener como “encargados” de un penal a personas que no tienen ni el bachillerato completado –pues eran custodios- y otros con perfiles totalmente ajenos al encargo? Como es el caso de la “Chef”, María Concepción Escalera Castro, que se encargaba del penal de Papantla y que fue denunciada por tráfico de influencias, violación a los derechos humanos en contra de los reos que perpetraba con su pareja sentimental, el subdirector de Custodios, Javier Aguilera Maldonado y hoy están prófugos de la justicia.
Los veracruzanos lloran también, pero ellos, por sus familiares desaparecidos o asesinados por integrantes de los carteles que han rebasado la capacidad de la SSP y que muchas –pero muchas- ocasiones, son entregados por los mismos elementos que conforman dicha dependencia a los grupos delincuenciales.
