Jueves, 18 de abril de 2024
Mussio Cárdenas Arellano

Mussio Cárdenas Arellano

Atrapado en el mundo de las letras y la denuncia social, Mussio Cárdenas Arellano cuenta ya con un extenso kilometraje recorrido en el periodismo. Lejano parece ya aquel 1978 cuando en Coatzacoalcos, su tierra natal, escribió sus primeras notas. Transitó por la entrevista, el reportaje, la crónica, el artículo y la columna política. Fue corresponsal de la revista Proceso, Imevisión, IMER, Contralínea; fundador de las revistas Contacto e Informe Rojo; analista político en radio y televisión, y ganador del Premio México por columna política, en 2009, otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (FAPERMEX). Su contacto con el periodismo viene de familia. Su padre, Mussio Cárdenas Cruz, y sus tíos Emilio, Francisco y Paulino, constituyen una dinastía de periodistas veracruzanos de reconocido prestigio. Actualmente escribe la columna Informe Rojo, que se publica en portales en internet y medios escritos con amplia aceptación entre la opinión pública.

mussioc2@gmail.com

 

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Rocío Nahle, masacrada en las encuestas

Lunes, 13 Noviembre 2023 03:37

 

 

 

 

 

 

Raspada, a Rocío Nahle le fallaron los números, y la popularidad, y la maniobra y la cargada. Perdió en lo crucial y apenas venció a Manuel Huerta por 8 décimas en una medición para agandallarse la candidatura al gobierno de Veracruz.

De panzazo, le arrebató la pomposa coordinación de la Putrefacción a su ex aliado, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, y él se la concedió a cambio de la senaduría que es como la beca de seis años y tácitamente la jubilación del ex delegado de Bienestar y cabeza de los Cuervos de la Nación que operaron con todo para tundir a la zacatecana.

Pulverizada por el rechazo social, tuvo que entrar Andrés Manuel, vía el líder nacional morenista, Mario Delgado Carrillo, a arreglar las cifras y barnizarle la vergüenza a la zacatecana al confirmar que con los veracruzanos no hay, ni habrá química y menos habrán votos el día de la elección.

Huerta, que no tiene reflectores nacionales, ni lo pusieron a dirigir el negocio obradorista llamado Refinería Olmeca, situada en Dos Bocas, la bailó en siete mediciones clave, tan sólo en una de las encuestas de Morena. Nahle sólo ganó en tres sondeos.

Huerta le pegó una arrastrada en el promedio general, en dos de las tres encuestas realizadas por las firmas De las Heras, Mendoza y Blanco Asociados y la que realizó la Comisión Nacional de Elecciones de Morena.

Huerta la aplastó en “Opinión Positiva” con 20.9 por ciento contra 15.2 de Nahle. Ahí hasta el ex secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, alias Bola 8, la venció con 15.8 por ciento.

En “Honestidad”, Manuel Huerta obtuvo 12 por ciento, Rocío Nahle 11 y Cisneros 7.4 puntos.

En “Cercanía”, Huerta registró 14.9 por ciento; Rocío Nahle, 9.5, y Cisneros, 9.2 puntos.

En el rubro de “Conocer el Estado”, el ex delegado de Bienestar acumuló 15.6 por ciento; Nahle 10.3, y Cisneros, 14.

En el atributo de “Si cree que cumple”, Manuel Huerta sumó 11.5 por ciento; Nahle 9.5, Bola 8 se quedó con 7.2 puntos.

Sobre la pregunta “Cree que es un buen candidato”, Huerta alcanzó 19.5 puntos; Rocío Nahle, 16, y Cisneros, 15.5 por ciento.

En “Disposición a votar por X candidato”, Manuel Huerta registró 18.1 por ciento; Nahle 15.1, y Bola, 14.

El único rubro que favoreció a la zacatecana fue el de “Preferencia como candidato/a de Morena”. Ahí Rocío Nahle obtuvo 16 puntos; Manuel Huerta, 15.2 por ciento, y Eric Cisneros, 9. En ese apartado, la diputada federal por Xalapa, Claudia Tello, superó a Bola 8 con 10.5 puntos de intención.

De esas 8 décimas se colgaron Andrés Manuel López Obrador, Mario Delgado y Morena para inventarle el triunfo a la zacatecana.

Aquí no caben los pensantes. Se exige se fanático y con una capacidad superlativa para el aplauso al ver que la ingeniero Nahle perdió de calle y así será candidata al gobierno de Veracruz.

Se debe ser foca analfabeta para no zambullirse en la lectura de los números y apreciar que doña Rocío Nahle fue masacrada en las encuestas pero ungida por el porro de palacio. Ser favorita del mesías de Tepetitán tiene sus ventajas, y qué ventajas.

Para los escépticos, hay más cifras. Las da el columnista Marco Antonio Aguirre Rodríguez, autos de Místicos y Terrenales. Y qué cifras. Cita los resultados de las empresas encargadas del sondeo: De las Heras, Mendoza y Blanco Asociados (Melba) y la del Comité Nacional de Elecciones de Morena (CNE).

“Pues bien, de esas tres evaluaciones, en dos Manuel Huerta salió como puntero, las de De las Heras y la de la CNE.

“En cada una de las encuestas hicieron una valoración de sus resultados para darle un puntaje a cada uno de los participantes, pero sólo pusieron los de los dos mejor calificados, Manuel Huerta y Rocío Nahle.

“Manuel Huerta tuvo 8.5 puntos con De las Heras, 3.5 con Meba y 7 con la CNE. 19 puntos en total.

“Rocío Nahle, por su parte, tuvo 4.5 puntos con De las Heras, 6.5 con Meba y 3 con la CNE. 14 puntos sumados.

“Así, el promedio de Manuel Huerta fue de 6.33, mientras que Rocío Nahle quedó con 4.66.

El mejor calificado entonces resultó el exdelegado de Bienestar en Veracruz”.

Reprobada, Rocío Nahle ya ve su realidad. Ni se le percibe honesta, ni confiable, ni cercana a la gente, ni con opinión positiva, ni la gente cree que cumpla o que conozca el estado de Veracruz, ni que sea buena candidata.

Es un mito. O mejor dicho, un mito que se derrumba, sin la credibilidad que exige la elección de Veracruz en 2024.

Electoralmente es vulnerable. Aquí, en INFORME ROJO, se planteó que sería candidata así perdiera en los sondeos de las encuestadoras (https://bitly.ws/324yt). Es una imposición, facilitada porque el que la derrota, Manuel Huerta, comedidamente la dejó pasar. A cambio, será senador. Así pierda la elección, es primera fórmula y su lugar está reservado en la Cámara Alta.

Con esos números, si Bola 8 hubiera ganado las encuestas, no las cuatro que él se encargó de filtrar en redes sociales, habría frustrado la imposición.

Nahle es inelegible. Nacida en Río Grande, Zacatecas, hija de zacatecanos, incumple el requisito clave que exige la Constitución de Veracruz: ser nativa o hija de padre o madre veracruzanos.

Es inelegible y marrullera. Urdió una trampa legal para adquirir la condición de veracruzana, la Ley Nahle, una reforma al artículo 11 de la Constitución local que hace nativa a quien tenga hijos nacidos en Veracruz.

La Ley Nahle fue aprobada por la mayoría morenista en el Congreso estatal. La impulsó la diputada local por Cosoleacaque, Magaly Armenta, hoy en busca de una diputación federal. La operó el corifeo mayor de la ex secretaria de Energía, Juan Javier Gómez Cazarín.

En el feudo de Nahle, no tuvo objeción. En la Suprema Corte, donde sí saben de leyes, la anularon. Un fraude a la ley, dijo el entonces ministro Arturo Zaldívar, y eso que es ultraobradorista.

Su recua pregona que podrá ser candidata por acreditar 30 años de residencia en Coatzacoalcos, Veracruz. Falso. La Constitución no plantea que la residencia sustituya al requisito de ser nativa. Son ambos y la zacatecana no los cumple.

Para Nahle, el problema es mayor. No sólo fue vencida por Manuel Huerta en honestidad, confiabilidad, cercanía a la gente, opinión positiva, cumplimiento, conocimiento del estado de Veracruz o que fuera vista como buena candidata, sino que legalmente no puede ser candidata.

Pero es la favorita del harem político. 126 millones de mexicanos la vieron perder y el Peje López Obrador la impuso. 126 millones pueden decir “no” y Andrés Manuel dice “sí”.

Sólo vale lo que diga el necio de la nación.

La medición de las encuestadoras es la fotografía del momento. Rocío Nahle no fue la mejor vista. No está en el ánimo del elector. No tiene turbinas para volar.

Simplemente es el capricho de López Obrador

Archivo muerto

Ernesto Ruffo instala la Fuerza Rosa en el sur de Veracruz. Llega este sábado 11 a Coatzacoalcos, donde presidirá la toma de protesta de los comités de apoyo a Xóchitl Gálvez Ruiz, el vínculo con la sociedad civil.

Son 21 comités de igual número de municipios de los cinco distritos electorales del sur: Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, San Andrés Tuxtla y Acayucan. Ernesto Ruffo Appel es un histórico en la transición democrática en México. Fue el primer gobernador de oposición cuando imperaba el régimen autoritario priista.

Su mandato en Baja California abrió el camino a una secuela de triunfos panistas en aquella entidad hasta que Morena, con Jaime Bonilla Valdés, hoy ex morenista, llegó a la gubernatura. Ernesto Ruffo tiene la encomienda de aglutinar en Fuerza Rosa a las distintas expresiones, corrientes y grupos que operan y promueven la candidatura presidencial de la senadora Xóchitl Gálvez a la Presidencia de México. Su referente en el sur de Veracruz es Claudio Cahuich Velásquez, ex regidor en Coatzacoalcos, a quien se debe la constitución de los comités de Fuerza Rosa en la región…

Embozado, bajo la mesa, Juan Javier Gómez Cazarín armó y lanzó la embestida contra el PRI en Coatzacoalcos. Día con día, previo a la toma de posesión de Octavio Sen y Carmen Ortigoza, se dejaban sentir los llamados de Manuel Cabanas a priistas y no priistas, “sugiriendo” apoyar a Sheyla Jara en su intento por frustrar el relevo en el comité municipal. Insistía —cuentan los insiders— arguyendo a favor de la ex dirigente juvenil priista.

Cabanas es asesor del líder del Congreso veracruzano, el morenista Gómez Cazarín. O sea, Cabanas, quien fuera pieza de la estructura electoral del ex alcalde Marcelo Montiel Montiel, haciendo la talacha sucia para reventar la toma de protesta en el PRI de Coatzacoalcos. Gómez Cazarín es así de sucio, adicto a la tenebra, al golpe artero, al despojo desde las sombras. Cabanas —refieren los insiders— fue operador y en el intento se quedó. Carlos Vasconcelos Guevara, el dueño del PRI en Coatzacoalcos fue tajante: Sheyla Jara no va a pasar y no pasó.

El episodio de violencia verbal, con José Luis “Güicho” Vasconcelos Ramos atajando a Sheyla Jara, devela en qué línea operan.

Es el eje Gómez Cazarín-Hector Yunes. Es el eje Morena-Héctor Yunes. Gómez Cazarín pone los agitadores; Héctor Yunes a la aspirante marginada. Y Sheyla ni enterada cómo se le usó. ¿O lo sabía y se prestó?…

Diez meses después, Carmen Medel salió trasquilada. Pierde frente al sindicato de empleados del ayuntamiento de Minatitlán y deberá pagar una millonada. Un tribunal de alzada, el colegiado de Coatzacoalcos, tribunal federal, emitió sentencia: la huelga es legal.

La alcaldesa Carmen Medel Palma, que es tozuda y necia, tendrá que pagar salarios caídos, reinstalación de empleados en sus plazas de trabajo y gastos derivados del conflicto, alargado por la cerrazón de la edil, el silencio del cabildo, la ausencia de asesores o la voz de los que le aconsejaban negociar pero que la doctora desdeñó.

Carmen Medel, si tiene conciencia, cargará con la muerte del trabajador municipal, Arturo Gómez Núñez, a quien la depresión por la deudas, por la incertidumbre, lo llevó a la tumba. En 10 meses, Carmen Medel echó mano de personal eventual, el que servía para cubrir las tareas de los sindicalizados. Y, obviamente, se les pagó por sus servicios. El insider y el pueblo de Minatitlán, se pregunta con qué partida, de qué cuenta bancaria, de dónde saldrán los recursos para cubrir los salarios de los huelguistas? Carmen Medel debió resguardar la nómina, los casi 10 meses de la partida correspondiente a salarios. Si no lo hizo, que prepare la cobija, los cigarros y la paciencia porque el frío de las rejas sacude al más bragado.

Hay algo que se tipifica como desvío de recursos públicos y es un dolor de cabeza… Sola y su alma, Rosalinda Tolentino Escayola por fin pepenó algo: una gorra del PVEM. Y en ella el apellido de una zacatecana, el de Rocío Nahle.

La zarandaja se le ocurrió a Isaac Férez, joven inquieto, de escaso kilometraje político, muy famoso en el tendero del Me Too de la Universidad Anáhuac, que puja y puja por una diputación federal.

A Rosalinda Tolentino nadie le puede regatear su entrega, su operación política, la construcción de células políticas que luego transforma en estructuras electorales. Nadie olvida, tampoco, su rol en el Partido Acción Nacional, la cruzada contra el duartismo, contra el fidelismo, contra el priismo de 2016, la hazaña de desterrar al PRI del poder y atajar a Morena. Rosalinda Tolentino fue una máquina de jalar adeptos, sumar voluntades, enfrentar el efecto López Obrador, lograr una votación inédita para un candidato panista, Miguel Ángel Yunes Márquez, millón y medio de votos que, sin embargo, no impidió la derrota ante Morena, la caída del proyecto yunista azul, el fracaso de tener el gobierno de Veracruz.

Rosalinda Tolentino fue antimorenista. Y hoy se rinde ante Rocío Nahle. Se hinca ante lo que antes combatió. Por lo menos ya pepenó algo: una gorra del PVEM. Y el apellido de Rocío Nahle.

Así andarán los sondeos que el obradorismo verde echa mano de los conservas, como les dice el Peje de Tepetitán, alias Andrés Manuel López Obrador, el porro de palacio nacional…

 

 

 

 

 

Pepe Yunes, a unas horas de la verdad

Miércoles, 08 Noviembre 2023 13:09

A contrapelo del priismo morenista, Pepe Yunes trazó su ruta cuando le puso el cascabel al Peje, cuando reventó la contrarreforma eléctrica, el Plan B electoral y exhibió la venganza del porro contra el Poder Judicial.

Muy a pesar del priismo pro-Morena —Kuri, Anilú, Carvallo—, Pepe Yunes Zorrilla negó el voto a la militarización, a la extensión de la Guardia Nacional en las calles, al presupuesto de egresos que año con año olvida a los pobres, al campesino, al pescador.

Y alertó sobre el endeudamiento descomunal una vez que la uña de Andrés Manuel hizo añicos los fideicomisos y fondos —55 primero; 109 después— que halló cuando la Cuarta Destrucción arribó al poder, el de estabilización, el Fonden, el Fondo de Enfermedades Catastróficas, el de Pensiones, el de apoyo a la cinematografía, el de impulso a la ciencia y la tecnología, el de desarrollo social y decenas más.

Se endeudó al país al haber secado los fideicomisos, reveló Yunes Zorrilla.

Y trae jodido al presidente con el Presupuesto de Egresos 2024, con el abandono a los damnificados de Acapulco, Coyuca de Benítez y 45 municipios más, exhibiendo que los morenos y su patriarca son una lacra sin virtud, nada de ética y mucho menos moral con aquellos a los que Otis, el huracán del siglo, les pasó encima, les destruyó todo, los dejó sin casa, sin ropa, sin alimento, sin un peso y les destruyó la esperanza en un gobierno que sólo sabe robar.

Acusó que hay “bolsas ocultas en el presupuesto, bolsas de inversión que no están registradas en la Unidad de Inversiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que pretenden utilizar con discrecionalidad”.

Y advirtió:

Ese recurso puede “ser para reconstruir Acapulco o puede ser para hacer una carretera con algún impacto regional en alguna parte del país, o pueden utilizarlo para uso electoral previo a una campaña presidencial. Eso es lo dramático”.

A Pepe Yunes le acompañaban el paso, camino a tribuna, sus pares en la Cámara de Diputados con el coro de “gobernador, gobernador”.

Y es porque tiene escenario nacional.

Y es porque el de Perote fue imponiendo su verdad.

Y porque no le concedió ni un centímetro de gracia López Obrador, ni se prestó a sus enjuagues, ni admitió reformas constitucionales que son inconstitucionales, ni le pasó por la mente que con un mesías tan orate se pudiera negociar.

Y cuando Pepe Yunes aduce que el endeudamiento de 2 billones para 2024 tiene explicación, es porque el robo ha sido brutal.

Léase así:

Más de 160 fideicomisos fueron saqueados. Más de 160 fideicomisos y fondos devorados por el insaciable Andrés Manuel. 164 fideicomisos de los que el porro de la 4T hurtó más de 135 mil millones de pesos en cinco años. Y no se sabe en qué los aplicó.

Pepe Yunes enfrentó primero al bloque priista proclive a negociar con Andrés Manuel. Entonces lo pagó. Sintió el frío y el silencio de su dirigencia.

Impidió que Morena se agandallara 14 votos priistas, los que requería para pasar la reforma eléctrica. Sólo uno se fue. Pepe Yunes encabezó esa oposición interna.

Luego remó sólo en la extensión del período en que la Guardia Nacional realizará tareas de seguridad, patrullaje en las calles, instalación de retenes, revisiones a civiles. Sólo él y la diputada priista del Estado de México, Sue Ellen Bernal, dijeron no. Y a Pepe se lo reconocieron las bancadas del PAN y PRD.

Mandó al diablo la reforma electoral obradorista, el PAN A y el Plan B, que luego fue desechado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Y defendió al Poder Judicial. Y acusó que la extinción de 13 fideicomisos, fraguada por López Obrador, le pega a los trabajador, no a los ministros. Arguyó que un poder de la Federación, el Ejecutivo, no puede entrometerse en la estructura financiera de otro poder.

Y evidenció que López Obrador no busca extinguir privilegios sino vengarse de los ministros que no se doblegaron ante el poder presidencial.

Y en el tema financiero, nadie lo ha podido refutar. Año con año, desde que es diputado federal por Coatepec, Pepe Yunes analiza, desmenuza, desbarata las inconsistencias del presupuesto obradorista, demostrando que para El Peje lo primero no son los pobres sino la manipulación de las masas, vía el dinero público.

Y remató con la explicación de la deuda para 2024, porque la caterva obradorista exprimió los 164 fideicomisos que halló cuando llegó al poder.

“¿Por qué se endeudaron hoy con casi 2 billones de pesos? —se preguntó— Porque vaciaron los fideicomisos. No tenían por qué endeudarse cuando tomaron 300 mil millones de los fondos de estabilización.

“No tenían por qué endeudarse si tenían el Fondo de Enfermedades Catastróficas, ese que usaban las mujeres cuando enfrentan un cáncer de mama o un cáncer cervicouterno, o los varones un cáncer de próstata, o quien tiene insuficiencia renal. Tenían un fondo catastrófico que se bajaba a través del Seguro Popular, que era de 100 mil millones y lo bajaron a 20 mil millones. O lo que correspondía al Fonden. Claro que se iban a endeudar si fueron agarrando cajón por cajón hasta que lo vaciaron. Hoy quieren ir por el fideicomiso del Poder Judicial, que son otros 20 mil millones”.

Nadie lo pudo refutar.

El escenario nacional da imagen y proyecta. Nadie entre los priistas trae ese nivel. Nadie ha calado así al Congreso y más allá. La percepción ciudadana se inclina a favor de Pepe Yunes y es la propuesta del PRI para el Frente Amplio por Veracruz. 

El escenario nacional da distancia frente a las figuras estatales, frente a los priistas pro Morena, los Fernando Kuri y Anilú Ingram, los seguidores de Jorge Carvallo, pepenadores políticos amantes de la ubre presupuestal, adictos al negocio que se gesta al amparo del poder.

El escenario nacional da reflectores y luz natural. Y sólo se logra cuando se domina el tema técnico, las cifras, los números, las prospecciones, y cuando se tiene el lenguaje claro, la frase aguda, el mensaje certero. Así como Pepe Yunes suele hablar.

Y se da cuando hay discurso que desmonta la farsa del gobierno de la austeridad y los dineros aplicados a la causa de los pobres siendo beneficiarios, vía las empresas fantasma, vía los contratos chuecos, los amigos de Andy López Beltrán y la banda depredadora del mesías de Tepetitán.

Y cuando se enfrentan las inercias, los acuerdos en las sombras.

A unas horas de la definición, Pepe Yunes sigue en la cumbre. Es el aspirante que puntea las encuestas. No es el candidato de los likes, ni el oportunista de los post. No es el ambicioso que habiendo hallado puertas cerradas en Morena se presenta como el salvador de Veracruz.

Puede desistir si la alianza se cerrara a la sociedad, si las corrientes panistas y perredistas se fracturan, si los Yunes azules regatean espacios, si Julen Rementería y su grupo panista no suman, si el perredismo exige en la mesa lo que no tiene en las calles y colonias.

O puede llegar al final y enfrentar a la maquinaria desvencijada de Morena, la candidatura ilegal de la zacatecana Rocío Nahle, la pandilla de Cuitláhuac García y los 40 bribones, los violadores de derechos humanos, los ladrones de cuello guinda que han saqueado a Veracruz.

A contrapelo del priismo morenista, a Pepe Yunes sólo le resta esperar.

Archivo muerto

Anilú quiere al PRI a sus pies y vota como morenista. Chantajista de cepa, aprueba, junto con Morena, la Cuenta Pública 2022. Su voto es el aval a la corrupción de Cuitláhuac García, el gobernador obradorista; al Congreso jefaturado por Juan Javier Gómez Cazarín, y a municipios guindas donde las pillerías y atracos revelan que sólo llegaron a mentir, robar y traicionar. Anilú Ingram Vallines, diputada local priista, es toda una contradicción.

Hace una profunda reflexión —ni que fuera Sócrates— para saber si se queda, o no, en el PRI, y minutos después suelta que está puesta para ser candidata del PRI al gobierno de Veracruz; despotrica porque a Fernando Kuri Kuri, su canchanchán político, no le dieron la presidencia estatal del tricolor y agita y amaga con una ruptura, y horas después aparece en encuestas para la Senaduría. Ha de suponer que sigue siendo la reina del Carnaval de Veracruz, que los borregos son comparsas, que Kuri es el Rey Feo y que por la vía del chantaje mantendrá su interminable beca política, atropellando el derecho de decenas de mujeres priistas que aspiran a un cargo de elección popular.

Mientras, Anilú seguirá votando bajo la línea de Morena. Porque lo suyo, lo suyos es la traición… Miguel Pintos, el del acta falsa de cabildo, quiere ser diputado federal. Anuncia que se inscribió para el proceso interno en Morena y le llueve metralla. Se recuerda el despojo a Ember Vallinas, concesionario de las canchas de futbol rápido en el campo Miguel Hidalgo de Coatzacoalcos, las tretas ilegales, la negación y ocultamiento del acta de cabildo original con la que el ayuntamiento encabezado por Joaquín Caballero Rosiñol aprobó la concesión. De aquella acta hay historia.

Y aquella acta fue la única que permanece alojada en los archivos del Congreso de Veracruz. La que presentó Miguel Pintos Guillén, entonces secretario del ayuntamiento de Coatzacoalcos, al cabildo encabezado por el morenista Víctor Manuel Carranza Rosaldo, era falsa. Y se la presentó a un juez federal, lo que implica delito.

Aún así se perpetró el despojo. Y Ember se quedó sin las canchas. Pintos Guillén es un preclaro integrante del gang de Rocío Nahle García, contratista de Petróleos Mexicanos cuando Carranza y José Luis Peña Peña, esposo de la ex secretaria de Energía, partían el turrón en la zona industrial. Miguel Pintos es un bandolero político, sin carrera, con imagen de pillastre, agazapado en la enagua de la zacatecana Rocío Nahle. Fue aquel que por sus pistolas ordenó la cremación de una persona muerta a causa del Covid, sin respetar la decisión y la voluntad de los familiares. A eso, dijeron entonces quienes se mueven entre la abogacía, se le llama desaparición forzada. Nada quedó del cuerpo como no fueran cenizas. Y hoy pretende ser diputado federal por Coatzacoalcos.

Lo anunció y le dijeron hasta de qué se va a morir… A su estilo, por la fuerza, Carlos Vasconcelos dejó a Sheyla Jara fuera de la cúpula del PRI en Coatzacoalcos. Su sobrino, el terrible José Luis “Güicho” Vasconcelos Ramos, le negó el acceso  a la sede tricolor, el domingo 5, y, engallado, increpó a los seguidores de Sheyla, un manotazo en la batea de la camioneta, la violencia verbal, retando a quien se le pusiera enfrente porque “Güicho” es así, el rufiancito que amedrenta sabiéndose rodeado de guaruras, el clon de su tío Carlos Vasconcelos, líder de la CTM, el obrero que nunca fue obrero.

Así debió actuar “Güicho” con los malosos que le asestaron golpes y cachetadas, exigiendo la cuota por permitir trabajar en Villa Allende, saliendo despavorido, acobardado y manteniéndose agazapado fuera de Coatzacoalcos hasta que el adeudo quedó saldado. El pecado de Sheyla Jara es militar en la corriente de Héctor Yunes Landa, con el que Vasconcelos ni se traga ni se soporta. Ese domingo, Octavio Sen Ávila y Carmen Ortigoza asumieron la presidencia y secretaría general del PRI en Coatzacoalcos. Y ese día detonó la bomba de tiempo. Una manta colgaba desde el techo del edificio priista.

“El partido de la imposición”, se leía en ella. Y luego el intento de Sheyla Jara de acceder a la sede oficial para reventar la función. Sheyla, quien tiene imagen y trabajo político incuestionable, no encaja por su tendencia hectorista. Carlos Vasconcelos, el nuevo dueño del PRI, el que soporta el gasto económico, no le iba a entregar la secretaría general al tóxico Héctor Yunes.

Y así Sheyla Jara denuncie a Carlos Vasconcelos y al troglodita “Güicho” Vasconcelos por violencia política de género en la Fiscalía de Veracruz, no será secretaria general. No es por ella; es por Héctor… “Yo respeto su lengua, pero no la hablo, pero a mí, aquí, se me habla de frente y en español”. La frase es discriminatoria, soez, agraviante. La frase la suelta Margarita Corro Mendoza, diputada local de Morena por Cosamaloapan. La dice el 24 de octubre, siendo aún presidenta del Congreso de Veracruz. Y el tono altivo, exigente, con un manotazo en la mesa, reclamando a habitantes de Tierra Blanca, de origen indígena, por hablarle en su lengua y por acuerdos incumplidos.

Sobre Margarita Corro ha llovido tupido, exigiendo una disculpa, exigiendo su renuncia, con grupos que se manifiestan a las puertas del Congreso estatal, en Xalapa, al arranque del nuevo período ordinario de sesiones. Protestan grupos morenistas, antagónicos a la diputada Corro Mendoza, que sacan raja del resbalón político. Y hasta diputados del partido guinda que ven necesaria la disculpa. Y Margarita Corro, ese día, en ese clinch, deslizaba que si Rocío Nahle se queda con la candidatura al gobierno de Veracruz, ella será diputada federal. O sea, las que discriminan a los indígenas por su lengua tienen la bendición de la zacatecana que se queja precisamente de ser objeto de discriminación política…

Apaleada, Rocío Nahle será candidata así la hayan masacrado en las encuestas, así sea nativa de Zacatecas y no de Veracruz, así viole la Constitución y sus ex aliados hayan trapeado con su disfraz de jarocha el escenario de la sucesión.

Doña Rocío cayó al tercer sitio, según las encuestas a modo de Eric Cisneros Burgos, el rufián que fue brazo ejecutor de la zacatecana en la Secretaría de Gobierno de Veracruz, con el que disfrutó asediando y persiguiendo rivales políticos hasta que el llamado Bola 8 tuvo una revelación divina —o maligna— y se creyó con los tamaños para disputarle la candidatura de Morena a gobernador.

Nahle era la estrella de la película, la bendecida del mesías de Tepetitán, o sea Andrés Manuel, hasta que a otro Manuel, el señor Huerta Ladrón de Guevara, ex delegado de Bienestar en Veracruz, se le ocurrió decir que la zacatecana perdió la encuesta, la ganó él, pero le daba chance de ser candidata por género, y que se suma al proyecto, al fin que lo suyo, lo suyo, es ser senador.

Dos ex aliados de la ex secretaria de Energía, el tal Bola 8 y el tal Huerta, la vieron perder. Dos ex aliados, dos poderosos en Morena, la vieron atrás, pero muy atrás, en el sondeo de percepción ciudadana. Dos ex aliados de Rocío Nahle no la vieron ganar.

Aún así la oriunda de Río Grande, el municipio con mayor producción de frijol del país, enclavado en el norte de Zacatecas, será candidata porque en el partido guinda sólo cuentan las talegas de López Obrador y no lo que piensen los morenistas ni lo que diga la ley.

Las encuestas, no los delirios de López Obrador, le dieron a Rocío Nahle un honroso tercer lugar. La medalla de bronce le podría servir, si acaso, para ser diputada federal vía plurinominal, pero no candidata al gobierno de Veracruz.

Rocío Nahle, Miss Zacatecas, fue masacrada en la medición de cuatro empresas encuestadoras, cuyos resultados los dio, presuroso, Eric Cisneros. La noche del sábado 28 de octubre los conoció y el domingo 29 los filtró.

El ardid es obvio. Si le dan tiempo a la operación maquillaje, Nahle y su banda arreglan los números y se lleva, no el 100 sino el 110 por ciento de la opinión a su favor. Y antes que los madrugara, la madrugaron.

Una encuestadora, Visión Consultores, tuvo números a favor de Eric Cisneros que nadie en su juicio podría creer: 42 puntos para Bola 8 contra 25 de Manuel Huerta, 23 por ciento de Rocío Nahle y 10 puntos del diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, el que ni hiede ni huele.

Esa medición de opinión se levantó entre el 23 y 25 de octubre cuando la efervescencia morenista se hallaba en punto de ebullición.

Otra encuestadora, Global Pollster, muestra a Eric Cisneros con 39.5 por ciento; Manuel Huerta, 24.4 puntos; Rocío Nahle, 23 por ciento, y Gutiérrez Luna, 13 puntos.

En la encuesta de Z Research, Eric Cisneros tiene 43.8 por ciento; Manuel Huerta, 28.2 puntos; Rocío Nahle, 25.8 por ciento, y Sergio Gutiérrez 11.2 puntos.

La cuarta encuesta, de Media People, le da a Eric Cisneros 40.6 por ciento; Manuel huerta, 26.2 puntos; Rocío Nahle, 24.5 por ciento, y Gutiérrez Luna, 8.7 puntos.

Cuatro encuestas, cuatro derrotas. Y en todas Rocío Nahle se va al tercer lugar.

Los técnicos dirán que fue un descontón; los rudos, que fue una madriza. Los pensantes en Morena, que no son muchos, saben que con esa candidata no se gana ni una diputación.

Y si le agregan que es INELEGIBLE, peor.

Y si reparan en que su candidatura irá a los tribunales por no ser nativa de Veracruz, ni hija de veracruzana o veracruzano, como exige la Constitución local, infinitamente peor.

El disfraz de jarocha no cuenta. Las arengas de Rocío Nahle ufanándose que es más veracruzana que La Bamba, es show. Aloca a sus fanáticos pero no evitará la anulación de su candidatura. Y Morena no tendrá con quien contender.

El mito de Rocío Nahle no es tan mito. El fiasco de Rocío Nahle sí es una realidad.

A la zacatecana la conocen en el sur de Veracruz. Impuso alcaldes, dos diputadas federales y dos diputados locales. Y de todos no se hace uno.

El sur es su bastión, pero Morena no tiene capacidad de operación. De no ser por sus acuerdos con priistas en Coatzacoalcos y petroleros en Minatitlán, Agua Dulce, Las Choapas y Nanchital, perdería todas las elecciones. Nahle, pues, se debe al PRI.

Fuera del sur, naufraga. En el centro y, sobre todo, en el norte, es pieza de quinto nivel.

Cuando Acapulco fue impactado por el huracán Otis, Rocío Nahle anunció la suspensión de su gira por el norte de Veracruz. Su argumento, la solidaridad con los damnificados.

La versión real es otra. Nahle no entró al norte porque es territorio de Eric Cisneros, tierra violenta, tierra de cárteles y otros delincuentes, tierra de amenazas que se cumplen, tierra donde la vida no vale nada.

Del norte es Reveriano Pérez, alias El Pelón, líder de la banda de Los Pelones, al que el ex fiscal Jorge Winckler, yunista azul, encarceló, y Morena lo puso otra vez en libertad. Y de ahí a la candidatura morenista a la alcaldía de Coxquihui, que El Pelón no pudo ganar, así fuera elegido y tuviera la bendición de Eric Cisneros, alias el Bola 8.

Winckler pagó la osadía. Lo destituyó la pandilla de Morena sin tener mayoría en el Congreso, valiéndose de una treta en la Comisión Permanente, violando el procedimiento y lo que establece la Constitución de Veracruz. Al fiscal se le nombra y se le destituye en el pleno.

Lo que siguió fue la persecución, el asedio, la captura y Winckler se halla bajo proceso penal en un reclusorio federal, lejos de Veracruz. Osó tocar al honorable delincuente, don Reveriano Pérez, alias “El Pelón”, protegido de Eric Cisneros.

El norte es territorio narco. En Poza Rica opera El Coco, jefe de plaza al que le atribuyen los cuerpos desmembrados, embalados en plástico, congelados en neveras y refrigeradores, hallados en dos casas de seguridad. Dicen las mantas que El Coco es intocable, que tiene la venia del gobernador Cuitláhuac García.

Y en Pánuco, Tuxpan, Martínez de la Torre, Papantla, Chicontepec, donde la violencia es la reina de todas las atrocidades, Bola 8 es el mandón.

Y rezan los reportes del Ejército, revelados por el Colectivo Guacamaya, que hay vínculos de Cisneros Burgos con grupos delincuenciales.

A ese norte violento no se atrevió a llegar Rocío Nahle. Y cuando llegó al sur habló de guerra sucia, fuego amigo, groserías y “amenazas”. Pero no explicó de quién.

Días después vendría la encuesta y le fue mal. Las cuatro que difundió Bola 8 la sitúan en tercer lugar. Manuel Huerta sostiene que él ganó, pero si es por género, con gusto se suma al proyecto y la deja pasar. A cambio sería senador.

Dos ex aliados la vieron perder. Bola 8 se adelantó al resultado de la encuesta oficial mostrando la derrota de Nahle en cuatro sondeos. Huerta en una carta a Claudia Sheinbaum, Mario Delgado, Alfonso Durazo, la cuasi candidata presidencial y sus corifeos, informó que ganó él, no la favorita del porro de palacio.

Hay tiempo para maquillar la debacle. El 30 de octubre se revelaría el resultado de la encuesta oficial. Se postergó. Será para el 10 de noviembre. Será un trabajo para la inteligencia artificial. Que la repudiada zacatecana brinque al primer lugar porque tiene que tener el amor de la secta y porque sería una vergüenza que la favorita del porro de la nación no pueda siquiera ganar una encuesta interna en Morena.

Rocío Nahle será candidata, les guste o no. Para eso están las talegas de López Obrador.

Archivo muerto

Quince meses de retraso y de la gasolina de Dos Bocas, nada. Se fue Rocío Nahle y el proyecto sigue varado. Dejó la Secretaría de Energía, faltando a su promesa de que dejaría la refinería en plena producción. Como siempre lo hace, mintió. Norma Rocío Nahle García, la zacatecana, se ha dado gusto tomándole el pelo al Peje, su jefe, el primer porro de la nación, con el cuento de que la refinería Olmeca, ubicada en Dos Bocas, Tabasco, sería la panacea en cuestión de producción de combustible. Le mintió con el costo —8 mil millones de dólares y lleva más del doble— y con el tiempo de construcción —tres años y lleva cuatro y tres meses—. El 1 de julio de 2022, Nahle y el Peje Andrés Manuel López Obrador protagonizaron una obra de teatro llamada “Inauguración de la Refinería Olmeca”. Cortaron el listón, sonrieron, posaron la foto y se abrazaron por el éxito falsamente obtenido.

Al día siguiente dijeron que se terminó la construcción pero ahora había que ensamblar los pedazos. Y de entonces a la fecha, Nahle ha hilado un rosario de falsas fechas de arranque. Horas antes del 1 de julio de 2023, o sea un año después de la “inauguración”, mostró un frasquito con un liquido en su interior. “Es gasolina primaria”, dijo. Obvio, no era gasolina.

Era nafta, con la cual no circulan los vehículos. Y luego la atrapó la calentura por gobernar Veracruz. Me voy en diciembre porque primero tengo que echar a andar Dos Bocas, dijo, palabras más, palabras menos. Pero no, se fue antes. O mejor dicho, la fueron pese a que Morena determinó que para ser candidato no se requería separarse del cargo público. Eso dijo Morena pero el dueño de Morena, el mesías de Tepetitán, la mandó a volar literalmente antes de que terminara de salar la refinería.

Rocío Nahle no cumplió el encargo. Dejó la Secretaría de Energía sin que Dos Bocas genere un solo litro de gasolina. Se fue con la vergüenza de ser una farsante. Se fue cargando la mentira de que se podía construir la refinería Olmeca con 8 mil millones de dólares. Se fue con la mentira de que se podía construir en tres años. Debió concluirla el 1 de julio de 2022 y no lo hizo. Este miércoles 1 de noviembre se cumplieron 15 meses de retraso y de la gasolina, nada.

Así es Rocío Nahle, la zacatecana. Es doña Barbaraza. Todo lo que toca lo echa a perder… Alguien se propuso dinamitar al PRI en Coatzacoalcos y le salió bien. Enfiló a Octavio Sen Ávila a la presidencia del tricolor local y se olvidó que había que hacer bien el enjuague. Nadie tomó en cuenta a Sheyla Jara, la dirigente juvenil que se ha ganado su lugar a pulso. Y Sheyla, que sabe hablar, ya se las cantó. Impugnará en los órganos del descolorido PRI y luego en los tribunales electorales, donde duelen sus resoluciones. Octavio Sen, que es un buen cuadro, compró boleto y se sacó un tigre. Asumirá el domingo 5 la presidencia el PRI en Coatzacoalcos y llevará en la secretaría general a Carmen Ortigoza. Relevan a Matías Pacheco y Nereida Santos, quienes se mantuvieron por cuatro años en sus cargos. Sen Ávila representa el relevo generacional y hará tres años ya, lanzó un mensaje que hoy se cumple: los priistas locales también cuentan, también hablan y también operan. Por supuesto que dejando al margen a Sheyla.

Y la joven se las va a complicar. Octavio Sen se maneja en la línea del ex candidato a la alcaldía de Coatzacoalcos, Carlos Manuel Vasconcelos Guevara, el líder obrero que nunca ha sido obrero y que dijo que renunciaría a la CTM y al PRI y luego se convirtió en candidato priista a la alcaldía de Coatzacoalcos, en 2021, porque así son los mentecatos mentirosos que el combustible de la política es la mentira. Octavio Sen es hijo del ex diputado federal y ex síndico municipal, Héctor Sen Flores, un tipazo, apreciado por propios y extraños. Su hijo, Octavio Sen Ávila, llega encabezando a jóvenes que intentan darle su propio sello al PRI. Con él, se mueve Carlos Cedano, empresario ganadero con una nueva visión política, al que se ubica ya como aspirante a la alcaldía en 2025.

Todo sería terso pero ignoraron a Sheyla, le conculcaron su derecho a presidir el PRI y la mina detonó… Amado Cruz Malpica menosprecia al portal Al Calor Político. Le asigna sólo 20 mil pesos mensuales por concepto de publicidad mientras que a un ente local, Imagen y Política, le paga 40 mil pesos al mes, de acuerdo con el contrato ARB-AD-033/2023. Nada vale Joaquín Rosas Garcés, propietario de Al Calor Político, según el trato que le da el alcalde morenista de Coatzacoalcos. Nada representa el portal más visto entre el mundo político de Xalapa, capital de Veracruz. Comparado con el medio de Rosas Garcés, Imagen y Política, fundado por la extinta Azucena Rosado Sosa, es nada. Ahí no hay información crítica, ni interesante, ni análisis. Sólo aplauso y lisonja, y las fotografías de la directora, Teresa Rosado, con el político al que le cubre la nota. En cuestión mediática, Amado Cruz Malpica es un cero a la izquierda.

Su imagen pública es deplorable, manchada por su escandalosa corrupción, la complicidad con quienes violan la ley, la vida fifí de su esposa, Esther Mortera Zetina, que le carga los gastos de atención médica al erario y la rehabilitación de su rodilla se la chuta en un departamento de lujo en Villahermosa, Tabasco, que también paga el ayuntamiento.

Coatzacoalcos se sigue cayendo a pedazos. Coatzacoalcos carece de proyecto. Coatzacoalcos continúa en manos del crimen organizado y la delincuencia morenista. Y Amado, como Neil Armstrong, en la Luna. No por nada Amado Cruz Malpica ocupa el lugar 124 de 150 alcaldes, evaluados en el ranking de la agencia Mitofsky. No saber cómo proyectar imagen, ni donde hacerlo, produce alcaldes que están en el cesto de la basura y no lo ven…

Acapulco: un presidente empantanado

Miércoles, 01 Noviembre 2023 14:12

Entre el lodo, Andrés Manuel se ve como es. Devorado por Otis, no supo qué hacer antes y después del impacto del huracán, ni alertando a tiempo ni atinando a coordinar la ayuda, empantanado, en la ignorancia, en la terquedad.

Entre el lodo, montado en el Jeep militar, López Obrador se ve descompuesto, la expresión perdida, los ojos que traslucen el azoro mientras la tropa palea intentando asentar las ruedas en algo firme, esperando ser remolcado y advirtiendo que minutos después, su estampa, su caricatura política, sería motivo de escarnio nacional.

Tuvo que sumir los pies entre el lodo, como medio país imaginó, por la necedad de ir por tierra a Acapulco, ignorando las voces que advertían de caminos cortados, cerros desgajados, miles de hectáreas devastadas por la fuerza de Otis. Hasta el más ignorante sabe que al Presidente se le lleva a cualquier zona de desastre vía aérea.

Protagonista del ridículo, López Obrador llegó a duras penas a Acapulco. Vio a Evelyn Salgado, la gobernadora que sólo sabe bailar, la porrista del presidente. Supo de la magnitud del meteoro, de los estragos, de la gente sin casa, de los que perdieron todo, la ropa, el techo, los bienes, la vida. Y se marchó.

Al día siguiente, destazado en los medios y las redes, destilaba rabia. Le pudo la carcajada nacional al verlo empantanado, trepado en el Jeep del Ejército, hecho trizas por la opinión nacional, por leer el “nada podía salir mal” de Joaquín López Dóriga mostrando el video en que avanza el vehículo militar y queda varado, y las risas, y las mofas, y la burla que se suscitan y se multiplican.

Su mañanera fue one more time, el escenario de rabia, desfogando ira, tildando de buitres, corruptos, neoliberales, conservadores, a los que divulgan la realidad, las escenas de la tragedia, el coraje de los damnificados, el reclamo de los pobres, el dolor de los que perdieron familiares, los que sobreviven al fenómeno devastador y a la inútil autoridad.

Las víctimas, según Pejetustra, no son los damnificados; es él. La víctima no es el que no halla a sus familiares, arrastrados por la corriente de agua, por el lodo del cerro desbaratado por el huracán. La víctima no es el que murió cortado por los cristales fragmentados por Otis en hoteles y edificios. La víctima no es el que se quedó con lo que trae puesto, y el que no había comido en horas, ni bebido agua porque ni eso quedó. La víctima, según el manual del populista perfecto, es Andrés Manuel.

A los medios que realizan la cobertura, los cronistas de la tragedia, el reportero que halla la historia, abre el micrófono, le da voz a la víctima, camina entre los escombros, graba vehículos apilados, unos contra otros, unos sobre otros, árboles sobre casas y calles, hoteles que fueron de cinco estrellas y hoy son un cascarón, a esos insensatos que sólo informan les llama buitres.

Andan “como buitres, buscando fallecidos”, suelta el presidente. Y reclama, con razón, la difusión de una fake news, la de los 16 muertos en un hospital del Seguro Social, que nunca ocurrió.

Y suelta una frase tan insólita como imprudente: “Nos fue bien. No nos fue tan mal”, cuando el primer balance registraba 13 muertos y seis no localizados. Pues sí les fue tan mal a los familiares de las víctimas porque cada vida es un tesoro y cada muerte implica dolor.

Los muertos son reales. Y la cifra crece, día a día. Y no porque haya buitres que busquen fallecidos. Hoy los muertos suman 46, y 58 desaparecidos, oficialmente, aunque la gente, el pueblo, habla de un centenar de víctimas mortales y otros cien marineros de los que nada se sabe, rechazando las cifras del gobierno, calificándolas de amañadas para ocultar la realidad.

“Para que vean el nivel de vileza —suelta el Peje—, tienen problemas los jefes (de los medios) con el Gobierno, porque no es un asunto personal, porque antes vivían colmados de privilegios, se sentían dueños de México y como las cosas han cambiado, como sucedió cuando la pandemia, en vez de ayudar se dedican a atacar, a calumniar, a difundir mentira, atemorizar a la gente. Ya basta de eso”.

Está dicho, la víctima es él.

Encendido, endiablado, Andrés Manuel cree que la víctima no puede ser nadie más. Y se duele. Y se indigna al ver correr la película del momento previo al impacto de Otis, las horas perdidas, los llamados no realizados, la indiferencia, la negligencia criminal. Los tres niveles de gobierno, los tres de Morena, y su negligencia criminal.

Alertado 21 horas antes sobre la fuerza del huracán por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, nada dijo en la conferencia mañanera, su programa de variedad, el 23 de octubre. Transcurría el tiempo y siguió indiferente. Su alerta, vía Twitter, llegó a las 8:06 de la noche, cuando Otis ya era categoría 4, con ráfagas de 270 kilómetros por hora. Cinco horas más tarde, las madrugada del martes 24, arrasó Acapulco.

Un mensaje en Twitter, supone López Obrador, es un operativo de prevención. De ese nivel la negligencia del presidente.

Y así la alcaldesa de Acapulco, Avelina López, también morenista, la que definió la rapiña en centros comerciales luego del efecto del huracán, como “cohesión social”.

O el aviso de la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, a eso de las 11 de la noche.

Nadie perifoneó en las colonias de Acapulco, ni evacuaron a la población vulnerable, los que habitan casas de lámina y cartón, en condiciones de riesgo en las laderas de los cerros. No se les trasladó a refugios. No se aplicó ningún protocolo de seguridad. La prevención falló.

Otis arrasó Acapulco. Destruyó su infraestructura turística, hoteles y restaurantes, centros nocturnos y lugares de esparcimiento. Golpeó a sus más de 800 mil habitantes, prácticamente todos viviendo de la economía que genera el turismo.

Devastado, Acapulco reclamaba una acción rápida, certera, atinada, tras perder la energía eléctrica, las comunicaciones, cómo suministrar alimentos, cómo proveer agua, cómo cubrirse la piel tras perder casa, ropa y hasta lo más elemental. Un auténtico caos.

Acapulco urgía acciones para levantar a los muertos y atender a los heridos, para dotar de refugio a los que perdieron sus hogares.

Y entonces apareció Andrés Manuel. Y soltó una genialidad: la ayuda se canalizaría a través del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional. Fuera de ellos, nadie más.

Relegada, la sociedad civil no atinó qué hacer. Y la desinformación en redes sociales seguía. El Ejército, decían las voces anónimas, confiscaba todo y lo convertía en ayuda del gobierno federal. Falso. Y había robo de la ayuda por parte de militares. Falso. Y maltrataban y golpeaban a quienes llevaban víveres y ropa. Falso.

López Obrador había incurrido en el error de la pandemia por Covid. Pretendió acaparar la ayuda, como antes lo hizo con la vacunación, y se encaminó al fracaso.

Avasallado por los medios de comunicación, a los que tilda de buitres, vio las escenas de ira y dolor. Vio a la mujer que amaga con aplicar voto de castigo en Acapulco, obviamente a Morena, por la ayuda que no llega, no porque estén molestos sin “porque estamos emputadísimos”.

Vio a la mujer que cuenta que bajo los escombros yacen los cuerpos de dos familiares “y ya huele mal” por el efecto de la descomposición. Y no hay como rescatarlos y darles sepultura. Y no se atreve a mover los restos y llevarlos en carretilla como lo hacen otros “porque es delito”.

Y conoció el relato de don Cándido Trinidad, arrastrado por la corriente, que al volver a lo que fue su hogar sólo encontró el cuerpo de su nuera, pero no halla aún a sus dos hijos, presuntamente sepultados por el lodo.

Tres días así. Y fueron tantos los relatos de dolor y muerte, de olvido y devastación, que Andrés Manuel tuvo que ceder. Entraron las organizaciones civiles, las iglesias, la Cruz Roja. Unas llevaron comida. Ayudaron al Ejército en la instalación de comedores. Otros proveyeron ropa. La CFE en labor titánica logró restablecer el servicio en el 65 por ciento de Acapulco y horas después el 85 por ciento. Volvió a haber internet, lo que permitió que fluyera la comunicación y las familias supieran si estaban bien y qué tantos bienes se había llevado el huracán.

Una semana después, hay alivio pero la devastación no termina. Hay decenas de colonias que no reciben ayuda. Y así en Acapulco, Coyuca de Benítez y otras comunidades afectadas. Muchos emigraron. Dejaron lo que quedó de sus casas y se trasladaron a otros municipios de Guerrero o a otras entidades.

Y López Obrador sigue con su pantano mental. La mañanera, su foro cotidiano, su programa de variedades, le sirve para atacar a los que muestran la realidad, los que documentan la tragedia, los que dan voz a los que están “emputadísimos” por el fiasco de gobierno, por la ineptitud presidencial.

Sumido en el lodo, queda la estampa de un presidente torpe, del inútil de palacio. Andrés Manuel no supo qué hacer antes de la tragedia, no alertó. Y después no coordinó la ayuda. Sólo mostró —y muestra— su mezquindad.

Otis, el huracán que destrozó Acapulco, lo empantanó.

Archivo muerto

Nahle, como al Peje López Obrador, gusta de violar la ley. Su rostro, el abrazo, el casco, el guinda, las siglas de Morena. Y el lema: “Rocío Nahle Va”. Y así miles de pegotes, de mantas, de microperforados, de bardas, de espectaculares en la campaña ilegal, campaña adelantada, campaña cínica con que la ex secretaria de Energía intenta asegurar la candidatura, también ilegal, al gobierno de Veracruz. No hay calle en Coatzacoalcos que se salve.

Aturde la propaganda con el rostro de Norma Rocío Nahle García, y su sonrisa, . Provocan caos vehicular sus huestes, parando automóviles, ofreciéndoles colocar en los medallones de los automóviles el microperforado con la estampa de la ex secretaria de Energía. Miles de taxis, que son concesión pública, que no debieran portar propaganda alguna, ya exhiben la figura de la zacatecana que ha pretendido, en vano, inventarse como veracruzana, disfrazándose de jarocha, sintiéndose más rítmica que La Bamba y hasta acusando que se le discrimina políticamente porque no la dejan violar la ley. Y no hay INE que sancione. Puede estar a la vista de todos pero la Junta Distrital del Instituto Nacional Electoral no interviene. Y salvo la voz de Agustín Bolaños, de la asociación Allende 213, no hay “oposición” que alce la voz.

El Frente Amplio sigue en el letargo sin imponer recursos legales por la campaña adelantada e ilegal de Rocío Nahle. Lo tienen todo y no hacen nada. Y Rocío Nahle sigue en lonas mostrando los dientes… Mal y de malas, Moisés Zarco en su intento de ser el candidato del Frente Amplio a la alcaldía de Coatzacoalcos. Acude a una reunión en el Partido Acción Nacional y exhibe soberbia. Describe al panismo como un masa a la que la sociedad rechaza. Y lo que requieren es un candidato con su perfil.

Puede tener razón pero tácitamente los fue a insultar. Y el panismo, que poco quiere, ya lo sentenció. Si Moisés Zarco Lacunza fuera el candidato, preferiría no aliarse con el PRI y PRD. Zarco es un fantasmón. Usa las redes sociales, no para ayudar al necesitado, ni para ventilar corruptelas, ni para enfrentar el abuso de la autoridad, sino para constituirse en el candidato emergente, otro Xóchitl, que requiera la oposición. Zarco es el ajonjolí de todos los moles, la tortilla de todos los tacos y la catsup de todo hotdog. Pero en el fondo es obradorista. No hay conflicto que no aborde en que Zarco no repita que una cosa es Andrés Manuel Lopez Obrador y otra es Amado Cruz Malpica y antes Víctor Manuel Carranza. O sea, el presidente morenista es el bueno y los alcaldes morenistas son los malos. Hay una inclinación al obradorismo que no oculta. Y es una incongruencia.

Mientras Xóchitl Gálvez, coordinadora del Frente Amplio por México, enfrenta a López Obrador, Moisés Zarco Lacunza, el aspirante a Xóchitl de Coatzacoalcos, exime a Andrés Manuel de las corruptelas y atropellos a la ley de los alcaldes morenistas. Zarco supone que los likes son votos. Cree que los amigos en Facebook son amigos reales. Recuérdese su ínfima votación en 2021 cuando fue candidato a la alcaldía de Coatzacoalcos por el partido Unidad Ciudadana. Ni 2 mil votos logró. El Xóchitl obradorista de Coatzacoalcos tendrá que ir buscando otros ilusos a los que pueda engañar…Revivir al PRD es revivir a un muerto. Es darle respiración artificial. Es sacarlo de terapia intensiva, activarlo, crearle estructuras electorales, construir figuras y meterlas en el ánimo de la población. Invencible entre los años 80 y 90, el Partido de la Revolución Democrática cayó en el olvido, en Coatzacoalcos, en lo que fue su bastión.

De aquella cantera de votos, del cuauhtemismo y luego obradorismo amarillo no quedó nada. Aspiró, no a ganar elecciones sino a sobrevivir. Pujó, no por la presidencia municipal sino por pepenar regidurías. Y en el intento quedó. Roberto García Alonso, uno de sus motores, tiene frente a sí revivir a ese muerto, el PRD. Va reintegrando al perredismo que enfrentó al marcelismo en Coatzacoalcos y que asestó severos golpes políticos, diputaciones federales ganadas en las calles, recogiendo demandas populares, reclamos sociales, agitando colonias, acudiendo a la protesta, los que constituyeron la reserva electoral de la izquierda en Veracruz. Sábese que por lo menos la tercera parte de la estructura electoral del Frente Amplio en Coatzacoalcos, ya la armó el PRD…

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