Jueves, 28 de marzo de 2024
Mussio Cárdenas Arellano

Mussio Cárdenas Arellano

Atrapado en el mundo de las letras y la denuncia social, Mussio Cárdenas Arellano cuenta ya con un extenso kilometraje recorrido en el periodismo. Lejano parece ya aquel 1978 cuando en Coatzacoalcos, su tierra natal, escribió sus primeras notas. Transitó por la entrevista, el reportaje, la crónica, el artículo y la columna política. Fue corresponsal de la revista Proceso, Imevisión, IMER, Contralínea; fundador de las revistas Contacto e Informe Rojo; analista político en radio y televisión, y ganador del Premio México por columna política, en 2009, otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (FAPERMEX). Su contacto con el periodismo viene de familia. Su padre, Mussio Cárdenas Cruz, y sus tíos Emilio, Francisco y Paulino, constituyen una dinastía de periodistas veracruzanos de reconocido prestigio. Actualmente escribe la columna Informe Rojo, que se publica en portales en internet y medios escritos con amplia aceptación entre la opinión pública.

mussioc2@gmail.com

 

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Ahí, donde Cuitláhuac García sembró olvido, clínicas que sólo existieron en su imaginación, caminos deplorables y resentimiento social en la sierra de Soteapan, ya hay células de la Fuerza Rosa de Xóchitl Gálvez.

El abandono fue el fermento del movimiento opositor, atizado por el reclamo de los tatahuis y de los pajapos, los oriundos de Tatahuicapan y Pajapan, de los nativos de Chinameca, Oteapan y San Pedro Soteapan ante la indiferencia del gobernador de Veracruz y su proclividad a mentir.

Ahí, en la sierra, donde la pobreza es ancestral y el resentimiento se lleva en la piel, la Fuerza Rosa ya integró comités de apoyo a Xóchitl Gálvez Ruiz, virtual candidata del Frente Amplio por México. Sumó al magisterio, al campesinado, a jóvenes y mujeres, y aquellos que lo mismo bloquean caminos que amagan con radicalizar la protesta.

Fuerza Rosa finalmente aglutinó grupos afines a Xóchitl Gálvez que venían operando dispersos y el sábado 11 constituyó su estructura operativa en el sur de Veracruz.

Claudio Cahuich Velásquez, ex regidor panista en el ayuntamiento de Coatzacoalcos, es el coordinador regional. Es, además, el contacto con el ex gobernador de Baja California, Ernesto Ruffo Appel, operador principal de la Fuerza Rosa.

A cargo de la Coordinación de Organización se halla Silvia García Ávalos; coordinadora de Estructuras, María del Carmen Kuasicha; coordinador de Enlace con municipios, la ex diputada local por Minatitlán y ex candidata al Gobierno de Veracruz, Yuli Sheridan; coordinador de Comunicación, Jose Tomás del Ángel. Los responsables por municipio son: Coatzacoalcos, Homero Gutiérrez Melchor; Minatitlán, Arturo Matus Hernández; Acayucan, César Misael Reyes Alcántara; Jáltipan, Bárbara Torres, y Las Choapas, Ricardo López Iparrea.

De acuerdo con Claudio Cahuich, se establecieron grupos de trabajo en la sierra de Soteapan, integrados por maestros cuyas estructuras siempre han sido un motor electoral.

El tema del incumplimiento de los compromisos suscritos por el gobernador de Veracruz, el morenista Cuitláhuac García Jiménez, esencialmente en el ámbito de la salud, la falta de construcción de clínicas rurales y puestos de atención médica, se convirtió en fermento para armar la Fuerza Rosa en los municipios serranos, antes feudo del PRI, luego del PRD y PAN, hoy de Morena y, por lo que se ve, es zona en la que los seguidores de Xóchitl Gálvez, la candidata de la oposición, librarán una cruenta batalla en la elección del 2024.

Destartalada, la maquinaria política de Rocío Nahle no le allega adeptos, ni fans, ni incautos, ni le opera simpatías, ni aplausos. No le sirve Cuitláhuac García, ni los millones usados en su  campaña, ni la foto con el Peje, ni la amenaza y la presión.

Vencida en la encuesta, impuesta por Andrés Manuel, Rocío Nahle habrá entendido que ni los veracruzanos la quieren ni el sátrapa de palacio, el Cuit, sabe operar.

No le ayudan los priistas —el duartismo, el fidelismo, el marcelismo, todos aquellos con los que pactó—, ni las rémoras verdes —Javier Herrera, el del hijo olvidado—, ni los haraganes del PT, o las vacas del magisterio y el badulaque de Zenyazen Escobar.

Ni le suma Juan Javier Gómez Cazarín, el delincuente que responde al apelativo de El Carón, líder del Congreso de Veracruz, invento político del gobernador Cuitláhuac García, cuyo poder usa para calar alcaldes, amedrentarlos y obligarlos a a inflar a la desinflada ex secretaria de Energía.

Nada, nadie, salvó a Rocío Nahle de la afrenta que implica perder la encuesta de Morena cuando los cuentos de los sondeos previos le daban ventaja dos a uno sobre Manuel Huerta, Eric Cisneros, Gutiérrez Luna y cualquiera que le disputaba la carrera por la nominación al gobierno de Veracruz.

Tan bien que iba, 20 puntos arriba, y en los hechos perdió.

Hacia el atardecer del viernes 10, en reuniones en corto, a puerta cerrada, Rocío Nahle conoció su realidad. Y no la pudo cambiar.

Perdió, fue arrasada, en temas cruciales: honestidad, confianza, conocimiento de Veracruz, mejor candidata para Veracruz. Ganó, por ocho décimas de punto, en un rubro: mejor candidata de Morena. Y de ahí se agarró López Obrador para imponer a su engendro, su pupila política, como coordinadora de los comités de la Cuarta Transformación, o sea la corcholata de la sucesión local.

Las encuestas han sido un circo. Son la farsa democrática del mesías de Tepetitán, alias el porro López Obrador, a la que se prestan todos, los aspirantes, los operadores, la broza obradorista, las encuestadoras y los adictos al fraude.

Lo que digan los números no cuenta. Lo que midan las encuestadoras no sirve. Ganen o no, serán candidatos los que decida Andrés Manuel.

En Veracruz perdió Rocío Nahle y López Obrador la impuso.

En Jalisco perdió Claudia Delgadillo, ex priista, y AMLO la impuso.

En Guanajuato perdió Alma Alcaraz, ex panista, y AMLO la impuso.

En la Ciudad de México perdió Clara Brugada y AMLO la impuso.

Las corcholatas son más lata que corcho, que no ganan ni saben operar, que no prenden al morenismo ni a la sociedad.

La caída —real— de Rocío Nahle García es el espejo de un equipo político de cuarta, una maquinaria oxidada, estrategas sin idea, dinero público desviado a la campaña adelantada y tirado a la basura, y grupos afines que no ganan ni la elección de jefe de manzana.

Los números de Nahle son el reflejo del mito que se extingue. Los porcentajes de Nahle son la lectura de un fracaso. Y el reporte de una debacle. Y la profecía de un naufragio. Y la crónica de un descalabro anunciado.

No es una tragedia griega. Es una tragedia zacatecana.

A la desinflada le faltó helio para volar. La desinflada, como la describió Manuel Huerta, ex delegado de Bienestar y al final su verdugo, nunca despegó. Se quedó en tierra, vencida por los que no la quieren gobernando Veracruz.

Nahle cimentó su popularidad en un engaño. Toda encuesta la ubicaba en el nivel de los inalcanzables, de los elegidos, de los semidioses. La elección de 2024 sería de trámite. Nahle tenía asegurada la sucesión.

Rubrum, por ejemplo, le daba en septiembre 39.9 por ciento de preferencia ciudadana. A Manuel Huerta lo calificaba con 12.4.

Gobernarte la situaba con 20 por ciento; el diputado federal nativo de Minatitlán, Sergio Gutiérrez Luna, 15 puntos, y Manuel Huerta, 8 por ciento.

RSearch reportaba 31 por ciento para Rocío Nahle y 17 puntos para Manuel Huerta.

Nada era cierto. Rocío Nahle tenía una popularidad ficticia. Sus números eran una patraña.

En la encuesta oficial, la de la Comisión Nacional de Elecciones de Morena, y las encuestas espejo, a cargo de De las Heras y Mendoza Blanco Asociados, Manuel Huerta la despedazó.

Falló en honestidad, confianza, confianza de que habrá de cumplir, conocimiento de Veracruz, mejor candidata. Pero logró superar a Huerta en “mejor candidata de Morena”. Obtuvo 16 por ciento y Manuel Huerta 15.2 puntos. Y el mesías la ungió.

El rayo la alcanzó. Y la electrizó.

La golpea su condición de zacatecana.

La destruye su fracaso en Dos Bocas.

La fractura su protección a la banda delincuencial que gobierna Veracruz.

La destroza el nivel de complicidad con Cuitláhuac García, con Juan Javier Gómez Cazarín, líder  del Congreso  de Veracruz; con Eric Cisneros —hoy confrontados—, el artífice de la represión política, protector de grupos criminales, según el Ejército; con Zenyazen Escobar García, secretario de Educación que terminó en el sótano de la encuesta; con Eleazar Guerrero Pérez, subsecretario de Finanzas, primo del gobernador, el que trafica los contratos y le paga a las empresas fantasma, y con decenas de pillastres más.

La hunde esa pandilla que, aún usando recursos públicos, no sabe operar.

La aniquila el grupo político que no mueve alcaldes ni corrientes morenistas y que en la encuesta la dejó morir.

“Está cañón”, dijo El Peje en palacio y le regaló la nominación.

Archivo muerto

A las mil y quinientas, el PAN decide ir en alianza en Veracruz. A las mil y quinientas porque había que saber el juego de Morena y, de paso, forzar la tuerca, apretar al PRI y ni se diga al PRD. Los azules, que son la ambición andando, aguantaron hasta que Morena vio desplomarse a Rocío Nahle y que con un dedazo la sacaran del hoyo, regalándole la candidatura al gobierno de Veracruz. https://shorturl.at/hpuC0

Tan frágil ve Juan Javier Gómez Cazarín a Rocío Nahle que ya mejor le tira a una diputación federal. Tan descuajada, tan vulnerable, vapuleada en la encuesta, inelegible por no ser veracruzana nativa, incumpliendo así el requisito que marca la Constitución, que el líder del Congreso de Veracruz ya puso los ojos en la diputación por Coatzacoalcos, la tierra donde hizo todo tipo de trastupijes. https://shorturl.at/ckqNP

Guerra de baja intensidad, pero guerra al fin, entre Amado Cruz Malpica y Sandra Collins. Muy empeñosa, la regidora segunda se echó a cuestas el evento de la Guelaguetza en Coatzacoalcos. Fue el motor de un evento municipal de alta relevancia. Luego habría de escuchar el reclamo de aquellos que vieron los locales de la Expo Feria en el abandono, techos caídos, láminas desprendidas, espacios malolientes. Y encima, el intento de extorsión de inspectores de Tesorería. https://bit.ly/49HDPa4

El Heraldo de Poza Rica canceló su edición impresa. Van hacia su extinción los medios duartistas que, en los hechos, no son medios de comunicación; son negocios. Son herramientas para succionar el erario. Exprimen al que les dejan exprimirle el billete público. Son acríticos, sin compromiso con la sociedad. https://shorturl.at/hFM09

Rocío Nahle, masacrada en las encuestas

Lunes, 13 Noviembre 2023 03:37

 

 

 

 

 

 

Raspada, a Rocío Nahle le fallaron los números, y la popularidad, y la maniobra y la cargada. Perdió en lo crucial y apenas venció a Manuel Huerta por 8 décimas en una medición para agandallarse la candidatura al gobierno de Veracruz.

De panzazo, le arrebató la pomposa coordinación de la Putrefacción a su ex aliado, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, y él se la concedió a cambio de la senaduría que es como la beca de seis años y tácitamente la jubilación del ex delegado de Bienestar y cabeza de los Cuervos de la Nación que operaron con todo para tundir a la zacatecana.

Pulverizada por el rechazo social, tuvo que entrar Andrés Manuel, vía el líder nacional morenista, Mario Delgado Carrillo, a arreglar las cifras y barnizarle la vergüenza a la zacatecana al confirmar que con los veracruzanos no hay, ni habrá química y menos habrán votos el día de la elección.

Huerta, que no tiene reflectores nacionales, ni lo pusieron a dirigir el negocio obradorista llamado Refinería Olmeca, situada en Dos Bocas, la bailó en siete mediciones clave, tan sólo en una de las encuestas de Morena. Nahle sólo ganó en tres sondeos.

Huerta le pegó una arrastrada en el promedio general, en dos de las tres encuestas realizadas por las firmas De las Heras, Mendoza y Blanco Asociados y la que realizó la Comisión Nacional de Elecciones de Morena.

Huerta la aplastó en “Opinión Positiva” con 20.9 por ciento contra 15.2 de Nahle. Ahí hasta el ex secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, alias Bola 8, la venció con 15.8 por ciento.

En “Honestidad”, Manuel Huerta obtuvo 12 por ciento, Rocío Nahle 11 y Cisneros 7.4 puntos.

En “Cercanía”, Huerta registró 14.9 por ciento; Rocío Nahle, 9.5, y Cisneros, 9.2 puntos.

En el rubro de “Conocer el Estado”, el ex delegado de Bienestar acumuló 15.6 por ciento; Nahle 10.3, y Cisneros, 14.

En el atributo de “Si cree que cumple”, Manuel Huerta sumó 11.5 por ciento; Nahle 9.5, Bola 8 se quedó con 7.2 puntos.

Sobre la pregunta “Cree que es un buen candidato”, Huerta alcanzó 19.5 puntos; Rocío Nahle, 16, y Cisneros, 15.5 por ciento.

En “Disposición a votar por X candidato”, Manuel Huerta registró 18.1 por ciento; Nahle 15.1, y Bola, 14.

El único rubro que favoreció a la zacatecana fue el de “Preferencia como candidato/a de Morena”. Ahí Rocío Nahle obtuvo 16 puntos; Manuel Huerta, 15.2 por ciento, y Eric Cisneros, 9. En ese apartado, la diputada federal por Xalapa, Claudia Tello, superó a Bola 8 con 10.5 puntos de intención.

De esas 8 décimas se colgaron Andrés Manuel López Obrador, Mario Delgado y Morena para inventarle el triunfo a la zacatecana.

Aquí no caben los pensantes. Se exige se fanático y con una capacidad superlativa para el aplauso al ver que la ingeniero Nahle perdió de calle y así será candidata al gobierno de Veracruz.

Se debe ser foca analfabeta para no zambullirse en la lectura de los números y apreciar que doña Rocío Nahle fue masacrada en las encuestas pero ungida por el porro de palacio. Ser favorita del mesías de Tepetitán tiene sus ventajas, y qué ventajas.

Para los escépticos, hay más cifras. Las da el columnista Marco Antonio Aguirre Rodríguez, autos de Místicos y Terrenales. Y qué cifras. Cita los resultados de las empresas encargadas del sondeo: De las Heras, Mendoza y Blanco Asociados (Melba) y la del Comité Nacional de Elecciones de Morena (CNE).

“Pues bien, de esas tres evaluaciones, en dos Manuel Huerta salió como puntero, las de De las Heras y la de la CNE.

“En cada una de las encuestas hicieron una valoración de sus resultados para darle un puntaje a cada uno de los participantes, pero sólo pusieron los de los dos mejor calificados, Manuel Huerta y Rocío Nahle.

“Manuel Huerta tuvo 8.5 puntos con De las Heras, 3.5 con Meba y 7 con la CNE. 19 puntos en total.

“Rocío Nahle, por su parte, tuvo 4.5 puntos con De las Heras, 6.5 con Meba y 3 con la CNE. 14 puntos sumados.

“Así, el promedio de Manuel Huerta fue de 6.33, mientras que Rocío Nahle quedó con 4.66.

El mejor calificado entonces resultó el exdelegado de Bienestar en Veracruz”.

Reprobada, Rocío Nahle ya ve su realidad. Ni se le percibe honesta, ni confiable, ni cercana a la gente, ni con opinión positiva, ni la gente cree que cumpla o que conozca el estado de Veracruz, ni que sea buena candidata.

Es un mito. O mejor dicho, un mito que se derrumba, sin la credibilidad que exige la elección de Veracruz en 2024.

Electoralmente es vulnerable. Aquí, en INFORME ROJO, se planteó que sería candidata así perdiera en los sondeos de las encuestadoras (https://bitly.ws/324yt). Es una imposición, facilitada porque el que la derrota, Manuel Huerta, comedidamente la dejó pasar. A cambio, será senador. Así pierda la elección, es primera fórmula y su lugar está reservado en la Cámara Alta.

Con esos números, si Bola 8 hubiera ganado las encuestas, no las cuatro que él se encargó de filtrar en redes sociales, habría frustrado la imposición.

Nahle es inelegible. Nacida en Río Grande, Zacatecas, hija de zacatecanos, incumple el requisito clave que exige la Constitución de Veracruz: ser nativa o hija de padre o madre veracruzanos.

Es inelegible y marrullera. Urdió una trampa legal para adquirir la condición de veracruzana, la Ley Nahle, una reforma al artículo 11 de la Constitución local que hace nativa a quien tenga hijos nacidos en Veracruz.

La Ley Nahle fue aprobada por la mayoría morenista en el Congreso estatal. La impulsó la diputada local por Cosoleacaque, Magaly Armenta, hoy en busca de una diputación federal. La operó el corifeo mayor de la ex secretaria de Energía, Juan Javier Gómez Cazarín.

En el feudo de Nahle, no tuvo objeción. En la Suprema Corte, donde sí saben de leyes, la anularon. Un fraude a la ley, dijo el entonces ministro Arturo Zaldívar, y eso que es ultraobradorista.

Su recua pregona que podrá ser candidata por acreditar 30 años de residencia en Coatzacoalcos, Veracruz. Falso. La Constitución no plantea que la residencia sustituya al requisito de ser nativa. Son ambos y la zacatecana no los cumple.

Para Nahle, el problema es mayor. No sólo fue vencida por Manuel Huerta en honestidad, confiabilidad, cercanía a la gente, opinión positiva, cumplimiento, conocimiento del estado de Veracruz o que fuera vista como buena candidata, sino que legalmente no puede ser candidata.

Pero es la favorita del harem político. 126 millones de mexicanos la vieron perder y el Peje López Obrador la impuso. 126 millones pueden decir “no” y Andrés Manuel dice “sí”.

Sólo vale lo que diga el necio de la nación.

La medición de las encuestadoras es la fotografía del momento. Rocío Nahle no fue la mejor vista. No está en el ánimo del elector. No tiene turbinas para volar.

Simplemente es el capricho de López Obrador

Archivo muerto

Ernesto Ruffo instala la Fuerza Rosa en el sur de Veracruz. Llega este sábado 11 a Coatzacoalcos, donde presidirá la toma de protesta de los comités de apoyo a Xóchitl Gálvez Ruiz, el vínculo con la sociedad civil.

Son 21 comités de igual número de municipios de los cinco distritos electorales del sur: Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, San Andrés Tuxtla y Acayucan. Ernesto Ruffo Appel es un histórico en la transición democrática en México. Fue el primer gobernador de oposición cuando imperaba el régimen autoritario priista.

Su mandato en Baja California abrió el camino a una secuela de triunfos panistas en aquella entidad hasta que Morena, con Jaime Bonilla Valdés, hoy ex morenista, llegó a la gubernatura. Ernesto Ruffo tiene la encomienda de aglutinar en Fuerza Rosa a las distintas expresiones, corrientes y grupos que operan y promueven la candidatura presidencial de la senadora Xóchitl Gálvez a la Presidencia de México. Su referente en el sur de Veracruz es Claudio Cahuich Velásquez, ex regidor en Coatzacoalcos, a quien se debe la constitución de los comités de Fuerza Rosa en la región…

Embozado, bajo la mesa, Juan Javier Gómez Cazarín armó y lanzó la embestida contra el PRI en Coatzacoalcos. Día con día, previo a la toma de posesión de Octavio Sen y Carmen Ortigoza, se dejaban sentir los llamados de Manuel Cabanas a priistas y no priistas, “sugiriendo” apoyar a Sheyla Jara en su intento por frustrar el relevo en el comité municipal. Insistía —cuentan los insiders— arguyendo a favor de la ex dirigente juvenil priista.

Cabanas es asesor del líder del Congreso veracruzano, el morenista Gómez Cazarín. O sea, Cabanas, quien fuera pieza de la estructura electoral del ex alcalde Marcelo Montiel Montiel, haciendo la talacha sucia para reventar la toma de protesta en el PRI de Coatzacoalcos. Gómez Cazarín es así de sucio, adicto a la tenebra, al golpe artero, al despojo desde las sombras. Cabanas —refieren los insiders— fue operador y en el intento se quedó. Carlos Vasconcelos Guevara, el dueño del PRI en Coatzacoalcos fue tajante: Sheyla Jara no va a pasar y no pasó.

El episodio de violencia verbal, con José Luis “Güicho” Vasconcelos Ramos atajando a Sheyla Jara, devela en qué línea operan.

Es el eje Gómez Cazarín-Hector Yunes. Es el eje Morena-Héctor Yunes. Gómez Cazarín pone los agitadores; Héctor Yunes a la aspirante marginada. Y Sheyla ni enterada cómo se le usó. ¿O lo sabía y se prestó?…

Diez meses después, Carmen Medel salió trasquilada. Pierde frente al sindicato de empleados del ayuntamiento de Minatitlán y deberá pagar una millonada. Un tribunal de alzada, el colegiado de Coatzacoalcos, tribunal federal, emitió sentencia: la huelga es legal.

La alcaldesa Carmen Medel Palma, que es tozuda y necia, tendrá que pagar salarios caídos, reinstalación de empleados en sus plazas de trabajo y gastos derivados del conflicto, alargado por la cerrazón de la edil, el silencio del cabildo, la ausencia de asesores o la voz de los que le aconsejaban negociar pero que la doctora desdeñó.

Carmen Medel, si tiene conciencia, cargará con la muerte del trabajador municipal, Arturo Gómez Núñez, a quien la depresión por la deudas, por la incertidumbre, lo llevó a la tumba. En 10 meses, Carmen Medel echó mano de personal eventual, el que servía para cubrir las tareas de los sindicalizados. Y, obviamente, se les pagó por sus servicios. El insider y el pueblo de Minatitlán, se pregunta con qué partida, de qué cuenta bancaria, de dónde saldrán los recursos para cubrir los salarios de los huelguistas? Carmen Medel debió resguardar la nómina, los casi 10 meses de la partida correspondiente a salarios. Si no lo hizo, que prepare la cobija, los cigarros y la paciencia porque el frío de las rejas sacude al más bragado.

Hay algo que se tipifica como desvío de recursos públicos y es un dolor de cabeza… Sola y su alma, Rosalinda Tolentino Escayola por fin pepenó algo: una gorra del PVEM. Y en ella el apellido de una zacatecana, el de Rocío Nahle.

La zarandaja se le ocurrió a Isaac Férez, joven inquieto, de escaso kilometraje político, muy famoso en el tendero del Me Too de la Universidad Anáhuac, que puja y puja por una diputación federal.

A Rosalinda Tolentino nadie le puede regatear su entrega, su operación política, la construcción de células políticas que luego transforma en estructuras electorales. Nadie olvida, tampoco, su rol en el Partido Acción Nacional, la cruzada contra el duartismo, contra el fidelismo, contra el priismo de 2016, la hazaña de desterrar al PRI del poder y atajar a Morena. Rosalinda Tolentino fue una máquina de jalar adeptos, sumar voluntades, enfrentar el efecto López Obrador, lograr una votación inédita para un candidato panista, Miguel Ángel Yunes Márquez, millón y medio de votos que, sin embargo, no impidió la derrota ante Morena, la caída del proyecto yunista azul, el fracaso de tener el gobierno de Veracruz.

Rosalinda Tolentino fue antimorenista. Y hoy se rinde ante Rocío Nahle. Se hinca ante lo que antes combatió. Por lo menos ya pepenó algo: una gorra del PVEM. Y el apellido de Rocío Nahle.

Así andarán los sondeos que el obradorismo verde echa mano de los conservas, como les dice el Peje de Tepetitán, alias Andrés Manuel López Obrador, el porro de palacio nacional…

 

 

 

 

 

Pepe Yunes, a unas horas de la verdad

Miércoles, 08 Noviembre 2023 13:09

A contrapelo del priismo morenista, Pepe Yunes trazó su ruta cuando le puso el cascabel al Peje, cuando reventó la contrarreforma eléctrica, el Plan B electoral y exhibió la venganza del porro contra el Poder Judicial.

Muy a pesar del priismo pro-Morena —Kuri, Anilú, Carvallo—, Pepe Yunes Zorrilla negó el voto a la militarización, a la extensión de la Guardia Nacional en las calles, al presupuesto de egresos que año con año olvida a los pobres, al campesino, al pescador.

Y alertó sobre el endeudamiento descomunal una vez que la uña de Andrés Manuel hizo añicos los fideicomisos y fondos —55 primero; 109 después— que halló cuando la Cuarta Destrucción arribó al poder, el de estabilización, el Fonden, el Fondo de Enfermedades Catastróficas, el de Pensiones, el de apoyo a la cinematografía, el de impulso a la ciencia y la tecnología, el de desarrollo social y decenas más.

Se endeudó al país al haber secado los fideicomisos, reveló Yunes Zorrilla.

Y trae jodido al presidente con el Presupuesto de Egresos 2024, con el abandono a los damnificados de Acapulco, Coyuca de Benítez y 45 municipios más, exhibiendo que los morenos y su patriarca son una lacra sin virtud, nada de ética y mucho menos moral con aquellos a los que Otis, el huracán del siglo, les pasó encima, les destruyó todo, los dejó sin casa, sin ropa, sin alimento, sin un peso y les destruyó la esperanza en un gobierno que sólo sabe robar.

Acusó que hay “bolsas ocultas en el presupuesto, bolsas de inversión que no están registradas en la Unidad de Inversiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que pretenden utilizar con discrecionalidad”.

Y advirtió:

Ese recurso puede “ser para reconstruir Acapulco o puede ser para hacer una carretera con algún impacto regional en alguna parte del país, o pueden utilizarlo para uso electoral previo a una campaña presidencial. Eso es lo dramático”.

A Pepe Yunes le acompañaban el paso, camino a tribuna, sus pares en la Cámara de Diputados con el coro de “gobernador, gobernador”.

Y es porque tiene escenario nacional.

Y es porque el de Perote fue imponiendo su verdad.

Y porque no le concedió ni un centímetro de gracia López Obrador, ni se prestó a sus enjuagues, ni admitió reformas constitucionales que son inconstitucionales, ni le pasó por la mente que con un mesías tan orate se pudiera negociar.

Y cuando Pepe Yunes aduce que el endeudamiento de 2 billones para 2024 tiene explicación, es porque el robo ha sido brutal.

Léase así:

Más de 160 fideicomisos fueron saqueados. Más de 160 fideicomisos y fondos devorados por el insaciable Andrés Manuel. 164 fideicomisos de los que el porro de la 4T hurtó más de 135 mil millones de pesos en cinco años. Y no se sabe en qué los aplicó.

Pepe Yunes enfrentó primero al bloque priista proclive a negociar con Andrés Manuel. Entonces lo pagó. Sintió el frío y el silencio de su dirigencia.

Impidió que Morena se agandallara 14 votos priistas, los que requería para pasar la reforma eléctrica. Sólo uno se fue. Pepe Yunes encabezó esa oposición interna.

Luego remó sólo en la extensión del período en que la Guardia Nacional realizará tareas de seguridad, patrullaje en las calles, instalación de retenes, revisiones a civiles. Sólo él y la diputada priista del Estado de México, Sue Ellen Bernal, dijeron no. Y a Pepe se lo reconocieron las bancadas del PAN y PRD.

Mandó al diablo la reforma electoral obradorista, el PAN A y el Plan B, que luego fue desechado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Y defendió al Poder Judicial. Y acusó que la extinción de 13 fideicomisos, fraguada por López Obrador, le pega a los trabajador, no a los ministros. Arguyó que un poder de la Federación, el Ejecutivo, no puede entrometerse en la estructura financiera de otro poder.

Y evidenció que López Obrador no busca extinguir privilegios sino vengarse de los ministros que no se doblegaron ante el poder presidencial.

Y en el tema financiero, nadie lo ha podido refutar. Año con año, desde que es diputado federal por Coatepec, Pepe Yunes analiza, desmenuza, desbarata las inconsistencias del presupuesto obradorista, demostrando que para El Peje lo primero no son los pobres sino la manipulación de las masas, vía el dinero público.

Y remató con la explicación de la deuda para 2024, porque la caterva obradorista exprimió los 164 fideicomisos que halló cuando llegó al poder.

“¿Por qué se endeudaron hoy con casi 2 billones de pesos? —se preguntó— Porque vaciaron los fideicomisos. No tenían por qué endeudarse cuando tomaron 300 mil millones de los fondos de estabilización.

“No tenían por qué endeudarse si tenían el Fondo de Enfermedades Catastróficas, ese que usaban las mujeres cuando enfrentan un cáncer de mama o un cáncer cervicouterno, o los varones un cáncer de próstata, o quien tiene insuficiencia renal. Tenían un fondo catastrófico que se bajaba a través del Seguro Popular, que era de 100 mil millones y lo bajaron a 20 mil millones. O lo que correspondía al Fonden. Claro que se iban a endeudar si fueron agarrando cajón por cajón hasta que lo vaciaron. Hoy quieren ir por el fideicomiso del Poder Judicial, que son otros 20 mil millones”.

Nadie lo pudo refutar.

El escenario nacional da imagen y proyecta. Nadie entre los priistas trae ese nivel. Nadie ha calado así al Congreso y más allá. La percepción ciudadana se inclina a favor de Pepe Yunes y es la propuesta del PRI para el Frente Amplio por Veracruz. 

El escenario nacional da distancia frente a las figuras estatales, frente a los priistas pro Morena, los Fernando Kuri y Anilú Ingram, los seguidores de Jorge Carvallo, pepenadores políticos amantes de la ubre presupuestal, adictos al negocio que se gesta al amparo del poder.

El escenario nacional da reflectores y luz natural. Y sólo se logra cuando se domina el tema técnico, las cifras, los números, las prospecciones, y cuando se tiene el lenguaje claro, la frase aguda, el mensaje certero. Así como Pepe Yunes suele hablar.

Y se da cuando hay discurso que desmonta la farsa del gobierno de la austeridad y los dineros aplicados a la causa de los pobres siendo beneficiarios, vía las empresas fantasma, vía los contratos chuecos, los amigos de Andy López Beltrán y la banda depredadora del mesías de Tepetitán.

Y cuando se enfrentan las inercias, los acuerdos en las sombras.

A unas horas de la definición, Pepe Yunes sigue en la cumbre. Es el aspirante que puntea las encuestas. No es el candidato de los likes, ni el oportunista de los post. No es el ambicioso que habiendo hallado puertas cerradas en Morena se presenta como el salvador de Veracruz.

Puede desistir si la alianza se cerrara a la sociedad, si las corrientes panistas y perredistas se fracturan, si los Yunes azules regatean espacios, si Julen Rementería y su grupo panista no suman, si el perredismo exige en la mesa lo que no tiene en las calles y colonias.

O puede llegar al final y enfrentar a la maquinaria desvencijada de Morena, la candidatura ilegal de la zacatecana Rocío Nahle, la pandilla de Cuitláhuac García y los 40 bribones, los violadores de derechos humanos, los ladrones de cuello guinda que han saqueado a Veracruz.

A contrapelo del priismo morenista, a Pepe Yunes sólo le resta esperar.

Archivo muerto

Anilú quiere al PRI a sus pies y vota como morenista. Chantajista de cepa, aprueba, junto con Morena, la Cuenta Pública 2022. Su voto es el aval a la corrupción de Cuitláhuac García, el gobernador obradorista; al Congreso jefaturado por Juan Javier Gómez Cazarín, y a municipios guindas donde las pillerías y atracos revelan que sólo llegaron a mentir, robar y traicionar. Anilú Ingram Vallines, diputada local priista, es toda una contradicción.

Hace una profunda reflexión —ni que fuera Sócrates— para saber si se queda, o no, en el PRI, y minutos después suelta que está puesta para ser candidata del PRI al gobierno de Veracruz; despotrica porque a Fernando Kuri Kuri, su canchanchán político, no le dieron la presidencia estatal del tricolor y agita y amaga con una ruptura, y horas después aparece en encuestas para la Senaduría. Ha de suponer que sigue siendo la reina del Carnaval de Veracruz, que los borregos son comparsas, que Kuri es el Rey Feo y que por la vía del chantaje mantendrá su interminable beca política, atropellando el derecho de decenas de mujeres priistas que aspiran a un cargo de elección popular.

Mientras, Anilú seguirá votando bajo la línea de Morena. Porque lo suyo, lo suyos es la traición… Miguel Pintos, el del acta falsa de cabildo, quiere ser diputado federal. Anuncia que se inscribió para el proceso interno en Morena y le llueve metralla. Se recuerda el despojo a Ember Vallinas, concesionario de las canchas de futbol rápido en el campo Miguel Hidalgo de Coatzacoalcos, las tretas ilegales, la negación y ocultamiento del acta de cabildo original con la que el ayuntamiento encabezado por Joaquín Caballero Rosiñol aprobó la concesión. De aquella acta hay historia.

Y aquella acta fue la única que permanece alojada en los archivos del Congreso de Veracruz. La que presentó Miguel Pintos Guillén, entonces secretario del ayuntamiento de Coatzacoalcos, al cabildo encabezado por el morenista Víctor Manuel Carranza Rosaldo, era falsa. Y se la presentó a un juez federal, lo que implica delito.

Aún así se perpetró el despojo. Y Ember se quedó sin las canchas. Pintos Guillén es un preclaro integrante del gang de Rocío Nahle García, contratista de Petróleos Mexicanos cuando Carranza y José Luis Peña Peña, esposo de la ex secretaria de Energía, partían el turrón en la zona industrial. Miguel Pintos es un bandolero político, sin carrera, con imagen de pillastre, agazapado en la enagua de la zacatecana Rocío Nahle. Fue aquel que por sus pistolas ordenó la cremación de una persona muerta a causa del Covid, sin respetar la decisión y la voluntad de los familiares. A eso, dijeron entonces quienes se mueven entre la abogacía, se le llama desaparición forzada. Nada quedó del cuerpo como no fueran cenizas. Y hoy pretende ser diputado federal por Coatzacoalcos.

Lo anunció y le dijeron hasta de qué se va a morir… A su estilo, por la fuerza, Carlos Vasconcelos dejó a Sheyla Jara fuera de la cúpula del PRI en Coatzacoalcos. Su sobrino, el terrible José Luis “Güicho” Vasconcelos Ramos, le negó el acceso  a la sede tricolor, el domingo 5, y, engallado, increpó a los seguidores de Sheyla, un manotazo en la batea de la camioneta, la violencia verbal, retando a quien se le pusiera enfrente porque “Güicho” es así, el rufiancito que amedrenta sabiéndose rodeado de guaruras, el clon de su tío Carlos Vasconcelos, líder de la CTM, el obrero que nunca fue obrero.

Así debió actuar “Güicho” con los malosos que le asestaron golpes y cachetadas, exigiendo la cuota por permitir trabajar en Villa Allende, saliendo despavorido, acobardado y manteniéndose agazapado fuera de Coatzacoalcos hasta que el adeudo quedó saldado. El pecado de Sheyla Jara es militar en la corriente de Héctor Yunes Landa, con el que Vasconcelos ni se traga ni se soporta. Ese domingo, Octavio Sen Ávila y Carmen Ortigoza asumieron la presidencia y secretaría general del PRI en Coatzacoalcos. Y ese día detonó la bomba de tiempo. Una manta colgaba desde el techo del edificio priista.

“El partido de la imposición”, se leía en ella. Y luego el intento de Sheyla Jara de acceder a la sede oficial para reventar la función. Sheyla, quien tiene imagen y trabajo político incuestionable, no encaja por su tendencia hectorista. Carlos Vasconcelos, el nuevo dueño del PRI, el que soporta el gasto económico, no le iba a entregar la secretaría general al tóxico Héctor Yunes.

Y así Sheyla Jara denuncie a Carlos Vasconcelos y al troglodita “Güicho” Vasconcelos por violencia política de género en la Fiscalía de Veracruz, no será secretaria general. No es por ella; es por Héctor… “Yo respeto su lengua, pero no la hablo, pero a mí, aquí, se me habla de frente y en español”. La frase es discriminatoria, soez, agraviante. La frase la suelta Margarita Corro Mendoza, diputada local de Morena por Cosamaloapan. La dice el 24 de octubre, siendo aún presidenta del Congreso de Veracruz. Y el tono altivo, exigente, con un manotazo en la mesa, reclamando a habitantes de Tierra Blanca, de origen indígena, por hablarle en su lengua y por acuerdos incumplidos.

Sobre Margarita Corro ha llovido tupido, exigiendo una disculpa, exigiendo su renuncia, con grupos que se manifiestan a las puertas del Congreso estatal, en Xalapa, al arranque del nuevo período ordinario de sesiones. Protestan grupos morenistas, antagónicos a la diputada Corro Mendoza, que sacan raja del resbalón político. Y hasta diputados del partido guinda que ven necesaria la disculpa. Y Margarita Corro, ese día, en ese clinch, deslizaba que si Rocío Nahle se queda con la candidatura al gobierno de Veracruz, ella será diputada federal. O sea, las que discriminan a los indígenas por su lengua tienen la bendición de la zacatecana que se queja precisamente de ser objeto de discriminación política…

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