Viernes, 19 de abril de 2024
Mussio Cárdenas Arellano

Mussio Cárdenas Arellano

Atrapado en el mundo de las letras y la denuncia social, Mussio Cárdenas Arellano cuenta ya con un extenso kilometraje recorrido en el periodismo. Lejano parece ya aquel 1978 cuando en Coatzacoalcos, su tierra natal, escribió sus primeras notas. Transitó por la entrevista, el reportaje, la crónica, el artículo y la columna política. Fue corresponsal de la revista Proceso, Imevisión, IMER, Contralínea; fundador de las revistas Contacto e Informe Rojo; analista político en radio y televisión, y ganador del Premio México por columna política, en 2009, otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (FAPERMEX). Su contacto con el periodismo viene de familia. Su padre, Mussio Cárdenas Cruz, y sus tíos Emilio, Francisco y Paulino, constituyen una dinastía de periodistas veracruzanos de reconocido prestigio. Actualmente escribe la columna Informe Rojo, que se publica en portales en internet y medios escritos con amplia aceptación entre la opinión pública.

mussioc2@gmail.com

 

Email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

El porro-gobernador ya tiene nueva rehén. A la jueza Angélica Sánchez la detuvo, le sembró droga, la hizo disparar un arma, fue objeto de desaparición forzada y ante la presión social, la tuvo que soltar. Y la vuelve a aprehender.

Se le va encima, ahora con la Guardia Nacional, imputándole —inventándole— nuevos cargos: delitos contra la fe pública y tráfico de influencias.

Salía de un elevador en el hotel donde se hospedaba, en la Ciudad de México, cuando una mujer se le acercó. Preguntó si era Angélica Sánchez Hernández. Le dijo que realizarían una diligencia. Hubo reclamo de la hija, hermana y cuñado de la jueza, pero la aprehensión se consumó.

Minutos después, el Registro Nacional de Detenciones aportó los detalles de la aprehensión y los delitos que le imputan.

Horas así y nadie supo dónde se hallaba, en qué condiciones se encontraba, si volvía a ser víctima de tortura física y psicológica, como el 5 de junio, día en que se le privó de la libertad por primera vez, en Xalapa.

La Fiscalía de la Ciudad de México se deslindó de la diligencia. La Guardia Nacional carece de atribuciones para haberla aprehendido pues no fue parte de un operativo ni actuó en apoyo a la Fiscalía General de la República. De entrada, todo fue ilegal.

La reaprehensión de este viernes 16 es la segunda parte de la vendetta de Cuitláhuac García, el porro-gobernador que validó la acción del grupo de Operaciones Especiales de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz para detenerla a las puertas de su casa, la mañana del 5 de junio.

Aquello fue una operación de gángsters. Los esbirros de Cuitláhuac y del capitán Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, secretario de Seguridad, actuaron como si su jefe fuera el Negro Durazo o el temible Miguel Nazar Haro, ex titular de la Dirección Federal de Seguridad.

La incomunicaron, la torturaron, la mantuvieron con una bolsa de tela en la cabeza durante horas, le sembraron droga, le entintaron los dedos para que sus huellas fueran plasmadas en un papel con la declaración incriminatoria y la obligaron a disparar un arma para acusarla de haber agredido a los policías.

Y mientras sus familiares acudían a preguntar si estaba recluida en los separos del cuartel de San José, en Xalapa, la Policía lo negó una y otra vez. Eso es desaparición forzada.

Pero ante la presión social, la ira de los abogados, el reclamo de los jueces, la estridencia entre la prensa que informa, no los chayoteros de la Cuarta Putrefacción, Cuitláhuac se tuvo que hincar. Y la soltó. A regañadientes, pero la soltó.

Obsesivo, mentalmente afectado, el porro-gobernador fue por más. Tras ver a la jueza Angélica Sánchez Hernández en los escaños del Senado, respaldada por Ricardo Monreal, el que lo reventó con el caso José Manuel del Río Virgen, ordenó reactivar la embestida.

Días antes, Angélica Sánchez advirtió que tendría que enfrentar el juicio en el ámbito federal y estatal. Se desestimó la acusación de haber disparado contra los policías, pero seguía vigente la imputación por la droga que le fue sembrada.

Al periodista Pascal Beltrán del Río, director de Excélsior y conductor del noticiario Imagen Informativa Primera Emisión, le dio detalles y externó sus preocupaciones cuando estuvo en manos de los elementos de Seguridad Pública en el cuartel de San José.

“No conté cuántas bolsitas eran. Fue muy rápida la toma de la fotografía”. Tras horas de tortura, la colocaron frente a la droga y el arma, una pistola hechiza, colocando un policía su dedo sobre el de la jueza, accionando el gatillo y lanzando la bala sobre un banco de arena.

“Me di cuenta que me iban a acusar del delito contra las instituciones de Seguridad Pública, que es un delito bastante grave en Veracruz, que es el que sustituyó prácticamente al de ultrajes a la autoridad. Y por delitos contra la salud por posesión de narcóticos”.

Agrega:

“Por narcomenudeo porque era unas cuantas bolsitas de droga. No las conté porque fue muy rápida la toma de la fotografía que me hicieron y después me volvieron a mantener incomunicada”.

Vivió un infierno, el infierno morenista del gober criminal. Supo de los excesos de los esbirros de Operaciones Especiales, que tienen licencia para matar.

Se le mantuvo esposada, las manos en la espalda, como su fuera una criminal.

Le desbloquearon el teléfono celular, colocando el dedo pulgar sobre el botón que registra la huella dactilar. Una vez abierto, pudieron extraer mensajes de texto y voz, fotografías, documentos. Una auténtica violación a sus derechos humanos.

“Como lo dijo el gobernador, sigo bajo investigación. Y en cuanto a la tortura de la que fui víctima, porque la tortura no nada más son golpes, la tortura son vejaciones, amenazas, coacción, intimidación, coacción, todo eso es tortura psicológica. Yo tengo muchísimo temor de salir a la calle. Temor de perder de vista a mis hijos, que les vayan a hacer algo a ellos.

“El señor gobernador dijo que esta situación respecto a la tortura psicológica, él no la iba a investigar y que ya no iba a hablar más.

“Aparte me abrieron otra carpeta en la Fiscalía General. Mandaron a hacer un cateo a mi casa sin que hubiera nadie, sin que hubieran testigos de mi parte. Se llevaron una caja fuerte donde yo guardaba documentos de importancia, donde guardaba las escrituras de mi casa, pólizas de seguro, documentos de mi carro que todavía lo estoy pagando y una alhajitas”.

Al montaje no es ajeno Cuitláhuac García, el que tuvo el desliz de afirmar que se le aprehendió por delitos asociados a actos de corrupción.

Del montaje sabe un marino, el capitán Cuauhtémoc Zúñiga, secretario de Seguridad Pública de Veracruz, el que deja que sus esbirros fabriquen delitos donde no los hay.

Al montaje se prestó Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, presidenta del Poder Judicial de Veracruz, la que le soltó a la juez una siniestra amenaza: “atente a las consecuencias”.

El montaje lleva el sello de Bola 8, alias Eric Cisneros Burgos, secretario de Gobierno de Veracruz, quien tiene la amenaza en la punta de la lengua y la mente atrofiada.

Aún acuerpada por la prensa, respaldada por colegios de abogados, jueces del estado y federales, magistrados y la sociedad, la jueza Angélica Sánchez volvió a pisar la cárcel.

Vuelve a la cárcel. Le imputan el tema de las bolsas con droga. Le practican un cateo violando sus garantías y derechos, robándose una caja fuerte con objetos personales.

Los nuevos delitos que le imputan son contra la fe pública y tráfico de influencias. Pero ambos parten de acciones ilegales: haber desbloqueado su teléfono colocando por la fuerza el dedo pulgar en el botón de inicio y el cateo sin presencia de sus familiares.

Cuitláhuac García sabía para dónde iba. “La jueza mantenía comunicación con el abogado del acusado (Itiel “N”, alias “Compa Playa”, a quien la justicia federal le concedió el amparo contra la imputación de haber asesinado al ex diputado local priista, Juan Carlos Molina; amparo que la jueza Angélica Sánchez acató).

¿Cómo supo el porro-gobernador que la juez mantenía comunicación con el abogado del imputado? ¿Hubo espionaje telefónico? ¿Extrajeron información de su teléfono celular sin su consentimiento? ¿Acaso es la única jueza de Veracruz que habla con los abogados de los señalados en juicio? Que se sepa, la mayoría lo hace y no por ello es delito.

El pozo de lodo es profundo. Mientras más hurgan en los pasos de Cuitláhuac, más pus brota.

No le inquieta violar amparos, viciar del debido proceso, consumar la vendetta criminal.

El demonio de la Cuarta Putrefacción tiene el aval del demonio de Palacio Nacional.

Archivo muerto

“Ya me cansé”, dice Claudia Sheinbaum, mostrando que no aguanta nada. Ya se cansó doña corcholatita  de que le griten “piso parejo” en la carrera por la candidatura presidencial de Morena. Y le espeta a Alfonso Durazo Montaño, presidente del Consejo Nacional del partido obradorista, que a ella se le respeta. Pues ni tanto.

Tan frágil como un terrón de azúcar, cualquier soplido la desbarata. Llegó a la reunión del Consejo Político de Morena y los simpatizantes de Marcelo Ebrard comenzaron las arengas. “Piso parejo”. Y la corcholata favorita sintió que la agraviaban. ¿Cómo en un proceso democrático —ja— pueden pedirle piso parejo?. El manoteo de Claudia Sheinbaum quedó registrado en un video. El rostro descompuesto, el índice sobre Durazo, el puño en la mesa. Y junto a ella Gerardo Fernández Noroña, y centímetros más allá, Ricardo Monreal, que supieron aguantarse las ganas de reír. Se suponía que nadie tenía el teléfono celular al alcance, pues se acordó recoger todos los aparatos para que nadie diera cuenta de los desaguisados tan propios de los cónclaves de Morena. Pero la grabaron y dejaron constancia que si Sheinbaum llegara a la Presidencia, sería intratable.

“Donde yo llego, se me respeta”, se le escucha decir. Si tuviera la candidatura en la bolsa, no se pondría así. El juego de las corcholatas es el juego del tapado. Y el tapado es Ebrard… Las diatribas de José Pablo Robles contra Rocío Nahle son chisme de lavadero. Que la secretaria de Energía se arregló con los Yunes azules. Que si el senador Julen Rementería le debe comentar ese negocio al líder máximo del Partido Acción Nacional, Marko Cortés. Que si el que sabe la verdad sobre los contratos es el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza. Embozado, como siempre, sin dar la cara, como siempre, José Pablo Robles usa el pseudónimo de Maquivelo evidenciando que con Rocío Nahle la correlación de fuerzas y de poder, cambió. Más fácil, que se deje de chismes y la acuse con López Obrador. A menos, claro, que el presidente haya dejado de abrirle los oídos al jefe del Clan de la Succión. La zacatecana hace rato que nada con vejigas propias. Se habla en directo con Andrés Manuel. Acuerda con Andrés Manuel. Es escuchada por Andrés Manuel.

Tendrá mil defectos pero su interlocución con el presidente se mantiene en el máximo nivel. Lo único que la podría descarrilar es Dos Bocas, la refinería Olmeca que debe comenzar a producir dentro de dos semanas, como ofreció López Obrador y que se duda que así ocurra. ¿Qué llevó a Robles Succión, dueño de Diario del Istmo, Imagen de Veracruz e Imagen del Golfo, su consorcio patito que ya no influye en nadie, a armar tal chismerío contra quien suponían sería su palanca para atesorar más poder? Si Nahle se amarró con los Yunes guindas, los del Estero, políticamente hizo lo que nadie había logrado, domarlos. Y ya sin enemigo de peso en el PAN, se enfila hacia la candidatura de Morena al gobierno de Veracruz. No necesitó de Robles y los succionadores para sacar del camino a sus enemigos jurados. Ni lo peló. Y ya rebasado, José Pablo arma su chismerío. Ahí, entre Robles y Nahle hay punto de fricción…

 Valiente, osado, Gabino Gilberto García Cárdenas destapó un nido de corrupción. El sobrino incómodo conoce, como nadie, quién es quién en el entorno de Amado Cruz Malpica. Ha sabido, por años, de las andanzas de Arturo Delgadillo Medina, hoy director general de Obras Públicas en el ayuntamiento de Coatzacoalcos y antes director de Infraestructura de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) en el gobierno de Javier Duarte. O sea, Morena absorbiendo a las lacras del priismo que saquearon Veracruz. Valiente, pues, Gabino García es quien formuló la más contundente acusación contra Delgadillo, a quien señala de haberle pedido 250 mil pesos para ayudar a supuestos morenistas de las colonias que operaron en la campaña de Amado Cruz Malpica a la alcaldía.

A cambio, habría obras por 5 millones de pesos. El dinero, dice Gabino García en una investigación de la Contraloría Municipal, lo entregó a Delgadillo una vez que asumió el cargo, pero los contratos nunca los vio. El dictamen de la Dirección de Quejas, Denuncias e Investigaciones de la Contraloría exonera a Delgadillo, el funcionario con quien mejor se entiende el alcalde Amado Cruz Malpica. O sea, Amado prefirió a Delgadillo y no a su sobrino Gabino García. La Contraloría pasó por alto un cúmulo de pruebas que le dan forma a la hipótesis de corrupción… Llegó el viernes y el agua del Yuribia sigue en el Yuribia. El centro de Coatzacoalcos y varias colonias continúan sin una gota de agua.

Fue reparado el daño al ducto que conduce el líquido desde el manantial enclavado en el municipio de Tatahuicapan, pero el suministro no se regularizó. Se programó la suspensión del servicio desde el 9 al 14 de junio. Llegó el miércoles 14 y no hubo agua. Anunciaron que reanudarían el servicio el viernes 16 y tampoco. O sea, la carencia de agua no la provoca el deterioro del ducto que transporta el líquido desde la presa Yuribia. Ya fue reparado pero la escasez continúa. En el centro de Coatzacoalcos el problema persiste desde hace meses. Los usuarios remedian la escasez adquiriendo pipas de agua con empresas particulares.

La Comisión Municipal de Agua y Saneamiento ofrece atenuar la carencia mediante pipas, pero no tiene capacidad para hacerlo. Eso sí, la directora de CMAS, Hildeliza Díaz Calafell, goza de un salario de 50 mil pesos mensuales, tiene una élite de zánganos que no dan resultado, y se dispensan contratos para auditar las condiciones de los medidores de agua, como si CMAS cobrara de acuerdo al consumo que registren esos aparatos Aplica una cuota fija. Es un fraude descomunal. Hildeliza Díaz cobra por un servicio que CMAS no le otorga a los usuarios. Es un robo marca 4T. La sociedad no debe pagar un centavo por un servicio que no le dan…

“Agacha la cabeza, perra”, escuchó una y otra vez la juez Angélica Sánchez. “Firma y déjate de mamadas”, le soltó otro policía insolente. Y así su tortura, resistiéndose a incriminarse hasta que la hicieron tomar un arma y disparar.

Cinco horas esposada, las manos en la espalda, inmovilizada como si fuera un criminal. Y sentía el asedio, escuchaba a sus verdugos, miembros de Operaciones Especiales, el siniestro cuerpo de élite de la Policía de Veracruz.

Cinco horas a ciegas, la cabeza cubierta con una tela que llegaba hasta los ojos impidiendo identificar detalles, rostros y espacios, cualquier vestigio del Cuartel de San José, el centro de tortura del gobierno de Cuitláhuac García.

Pasó de la aprehensión sin delito alguno a la desaparición, a la reclusión, al interrogatorio ilegal, a la violación del debido proceso, al insulto, al amado, al asedio, a la coacción psicológica, a estamparle las huellas de los dedos en un papel del que desconocía su contenido, a estampar su firma aunque con un BP (bajo protesta) y a ser obligada a tomar un arma en sus manos, sentir la mano del policía criminal colocándole el dedo en el gatillo y activarlo disparando hacia un banco de arena.

Si eso le ocurrió a la jueza Angélica Sánchez Hernández, el lunes 5, cosas peores les ocurren a los ciudadanos de a pie.

Las mazmorras de San José sirven para saciar la sed criminal del gobernador. En los separos se tortura de palabra y a golpes. Tras las rejas se dan vuelo los psicópatas, vaciando toda la violencia que traen en su interior.

Si Angélica Sánchez burló a la muerte y los cargos se extinguieron, si no fue a juicio por acatar un amparo emitido por un juez federal, fue por la presión social.

Los atisbos de un escándalo por tortura a una jueza, hicieron abortar el festín criminal del porro-gobernador Cuitláhuac García. Se alarmaron en Palacio Nacional. Arqueó las cejas Andrés Manuel, quien ataca a jueces, magistrados y ministros pero no se atreve a confinarlos en una prisión.

La vedette de Xalapa rebasó a su mentor. Y su mentor pudo ver que el porro-gobernador es un engendro del mal.

Angélica Sánchez Hernández pasó por la tortura física, moral, psicológica, por la coacción. Todo por acatar el amparo con que la justicia federal protege a Itiel “N”, al que identifican como  “Compa Playa”, y al que le imputaron el crimen del ex diputado local priista, Juan Carlos Molina.

Plagado de incongruencias, versiones inverosímiles, contradicciones, testimonios que acreditaban la inocencia de Itiel “N, no su culpabilidad, el juicio se vino abajo. Y Cuitláhuac y el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, estallaron contra la jueza.

De ahí, su aprehensión ilegal, la tortura, la presión para incriminarse y al final la tuvieron que soltar.

El relato de la jueza Angélica Sánchez al periodista Joaquín López Dóriga deja claro que la policía de Veracruz es criminal.

“Me hicieron disparar un arma dentro del cuartel de San José, que es donde me tuvieron privada de mi libertad, sin una orden de aprehensión porque no demostraron nada. Supuestamente esa era una detención en flagrancia.

“Y como no me demostraron nada, ellos tenían que armar todo su papeleo.

“Ellos me tenían todo el tiempo esposada. Me tenían con la cabeza tapada.

“Yo creo que el señor gobernador, tan ignorante del derecho, piensa que la tortura nada más son golpes. Está muy equivocado porque la tortura también puede ser psicológica, moral, las amenazas, la coacción. Todo es violatorio de nuestras garantías individuales. Y fue lo que hicieron conmigo.

“Me tuvieron todo el tiempo con la cabeza cubierta, evidentemente para no pudiera yo identificar a los elementos. Entre ellos vi que eran los de Operaciones Especiales, como si yo hubiera sido ¿quién?, ¿la hermana del Chapo? No sé. Creo que a la hermana del Chapo no le van a hacer nada, pero a mí sí.

“Eran los de Operaciones Especiales. No era cualquier contingente el que acudió a detenerme.

“El tiempo que me tuvieron privada de la libertad ahí, en San José, con la cabeza cubierta… Me agachaban la cabeza porque yo hacía el intento de levantar la cabeza y a través de la tela que tenía en la cabeza, trataba yo de ver siluetas o identificar voz, pero me decían: ‘agacha la cabeza, agacha la cabeza perra’. Así me decían.

“Me tenían esposada con las manos hacia atrás. Les decía: es que me lastima; esto me está lastimando.

“Me decían: vas a firmar estos papeles. Yo les decía: no voy a firmar nada. ‘Sí vas a firmarlo, por las buenas o por las malas. Si tú sabes lo que hiciste, tienes que firmarlo.

“Como les dije que no les iba a firmar, me entintaron los dedos. Así como yo tenía esposadas mis manos, me entintaron los dedos y sentí claramente cómo mis huellas las estampaban en papel. No sé qué papel, obviamente, porque no veía yo nada, pero me entintaron los dedos y alguien les ha de haber dicho: esas huellas no sirven de nada porque la maestra sabe firmar.

“Entonces regresó otro y me dijo: ‘esto lo vas a firmar porque lo vas a firmar y déjate de mamadas. Así me lo dijo.

“Puse mi rúbrica. En algunos puse nada más mi rúbrica. Puse las siglas BP, bajo protesta. Porque me estaban haciendo poner mi firma en renglones que estaban en blanco, donde decía: se le detectaron tales objetos. Le dije: pero es que esto está en blanco. Tú fírmale y deja de estar haciéndote la no se qué.

“Después, cuando me sacaron a hacer el disparo a un banco de arena que tienen ahí en un patio, ahí en San José, me dijeron: agarra la pistola. Señores, yo no sé disparar. Tú agárrala. Siempre hay una primera vez.

“Me la ponen en la mano. Una pistolilla plateada, toda como vieja, como hechiza, chiquita. No reconozco qué calibre pueda ser. En algún momento tomé clases de balística, de dactiloscopía, de grafología. Todo lo que es mi especialidad porque son maestra en Ciencias Penales, pero yo nunca había portado un arma, jamás en la vida.

“Me la pusieron en la mano. Y uno de ellos con su mano, encima de la mía, me metió el dedo al gatillo y lo jaló”.

Cuitláhuac orquestó una aprehensión ilegal, desaparición por cinco horas, violación a protocolos por parte de la Fiscalía de Veracruz y el cuartel de San José, al negar que la jueza estuviera confinada y en realidad ahí se encontraba. Fue desaparición forzada.

El porro-gobernador es responsable de la coacción, de los insultos, de la tortura psicológica, de obligar a la jueza Angélica Sánchez a firmar una incriminación y a disparar un arma, cuyo gatillo en realidad accionó uno de los policías-delincuentes.

La presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, la amenazó: “atente a las consecuencias”.

Y las consecuencias fueron la desaparición forzada orquestada por el porro que despacha como gobernador.

Ni López Obrador, que en verdad odia a los jueces, llegó a tanto.

Archivo muerto

Se requiere ser iluso, ignorante y bruto para suponer que el candidato de Morena surgirá de una encuesta. El sucesor de López Obrador lo designará López Obrador. El proceso interno es una faramalla. La campaña anticipada de las corcholatas pejistas, es una faramalla. Las renuncias de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal —“prefiero ser nada”—, son otra faramalla. El sondeo de opinión que realizarán cinco encuestadoras, es otra faramalla. El boicot a los medios antiobradoristas, o sea la prensa crítica que no le aplaude sus zarandajas y ocurrencias al Primer Porro de la Nación, es una faramalla. La inclusión de dos minicorcholatas, el educadísimo Gerardo Fernández Noroña y el “Güero Desabrido” Manuel Velasco, es otra faramalla. Lo único que le sale bien a Andrés Manuel es el show. La única encuesta que vale la armó Andrés Manuel López Obrador. El único consultado es López Obrador. Y el único que decidirá es López Obrador. Es la revitalización del dedazo al estilo más puro del priismo, incluido el juego del tapado o la candidata engañada, el uso de recursos públicos en temas electorales, la movilización de las masas, el control de los órganos electorales, el sometimiento de los enemigos, vía la persecución judicial, vía la descalificación y el baño de lodo en redes sociales. Andrés Manuel representa el dedo elector en ese afán por ejercer un poder transexenal, al estilo de los presidentes priistas. Pobres ilusos aquellos que crean que López Obrador va a aceptar lo que indique una encuesta de intención de voto. El sucesor lo nombra Andrés Manuel… Con sorna, Edel Álvarez increpa, una vez más, a Robles y al Clan de la Succión. Lo tunde Proceso con el tema de las ciudades judiciales, la corrupción, los contratos al hijo, y Edel sólo les manda un mensaje: “Yo tengo otros datos. Saludos a Costa Rica”. ¿Amaga el dueño del periódico Liberal del Sur con arremeter contra Roselia Barajas Olea, embajadora de México en el país centroamericano? Roselia Barajas es esposa de José Pablo Robles Martínez, dueño de Diario del Istmo, Imagen de Veracruz e Imagen del Golfo, un succionador profesional, según lo definió Fidel Herrera Beltrán en sus días de gobernador de Veracruz, por aquello de que lo mismo se enchufa a la ubre del PRI, PAN, PRD y ahora Morena. Fidel lo dijo con mayor procacidad, como quedó registrado en los célebres audios de la campaña de 2010. Proceso lanzó un demoledor reportaje contra Álvarez Peña, evidenciando desde inconsistencias administrativas hasta flagrantes delitos, de los que el ex alcalde de Coatzacoalcos ni suda ni se acongoja, dada la protección que le brinda el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, al que le entregó la plaza cuando se pudo haber reelegido al frente del Poder Judicial de Veracruz, cargo al que llegó con la venia de Miguel Ángel Yunes Linares, entonces gobernador. O sea que a Álvarez Peña también se le da aquello de exprimir al que se le pone en la mira. Proceso lo exhibe y Edel responde con una alusión con jiribilla a los Robles y al Clan de la Succión. Dice que tiene otros datos… En dos semanas, si no hay cambio de señal, llegará Marcelo Ebrard Casaubón a Coatzacoalcos. Tiene la mira puesta en un bastión obradorista que ya se ha pronunciado por Claudia Sheinbaum Pardo, la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México a la que, le guste o no, la hizo renunciar al cargo para entrarle al tongo de la democracia simulada en Morena. “Es Claudia”, se lee aún en decenas de bardas, en lo que es a todas luces campaña anticipada y, por consiguiente, delito electoral. Ebrard llega con la bendición de Beatriz Gutiérrez Müller, la no primera dama de México, la mujer que jefatura al grupo de los notables que están moviendo los hilos de la sucesión. Sólo falta que Ebrard se deshaga de algunos lastres, como Mónica y la Pepona Robles, para que reciba menos metralla en el accidentado camino hacia la candidatura. Hay garrapatas y pulgas que lo único que saben es sangrar… “Te voy a partir la madre”, le soltó Víctor Cruz Romero al líder del Partido Acción Nacional en Coatzacoalcos, César Soto. Y todo porque el panista testereó a Marcia Mora, novia de Cruz Romero, el que lleva por apodo “El Kalimba”. César Soto Santiago le puso el cascabel al gato. Refirió que lo que Marcia Mora haga en Movimiento Ciudadano, partido en el que se mueve a discreción, tiene un origen mal habido. Y lo dijo porque la dama fue esposa de Pedro Martínez Escudero, presidente de Cofisur, la financiera que hace una década quebró y perpetró un fraude de miles de millones de pesos en agravio de los socios. Marcia Mora, de acuerdo con registros hemerográficos y videos, era la mayor promotora de Cofisur. Y ese es un pasado que quisiera sepultar. Así pues, la reacción explosiva del “Kalimba” en una llamada realizada a las 6:48 de la tarde, el viernes 9 de junio. César Soto tiene un testigo de calidad que escuchó la amenaza del ex priista, antiguo operador electoral del ex tesorero municipal Mariano Moreno Canepa, a quien incrustó en el Instituto Federal Electoral en 2009 cuando su jefe político, Iván Hillman Chapoy, contendió por la diputación federal y la operación en contra de Marcelo Montiel Montiel lo llevó a una estrepitosa derrota que tácitamente acabó con su carreta política. Del Kalimba Cruz Romero hay antecedentes violentos. Y si no, pregúntenle a su ex novia Paola. Hubo una frase clave cuando soltó la amenaza contra César Soto: “No sabes de lo que somos capaces”. ¿Quiénes? ¿Con qué pandilla se junta? ¿O con qué grupo delictivo? Con esos amigos y una colaboradora tan recordada por los socios defraudados de Cofisur, Dante Delgado Rannauro ya puede ir pensando en los pésimos resultados electorales que le esperan a Movimiento Ciudadano en Coatzacoalcos…

Cinco horas incomunicada, torturada, obligada a tomar un arma y lanzar disparos, con droga que le fue sembrada y confinada en una prisión. La jueza Angélica Sánchez ya sintió que el régimen de terror del gobernador es real.

Sintió la alevosía de la Policía Estatal.

Sintió el abuso demencial de Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz.

Sintió la mano superlativamente criminal del secretario de Gobierno, Eric Cisneros.

Sintió la insidia perversa de Verónica Hernández Giadáns, la fiscal espuria.

Sintió la sangre infame que corre por las venas de la presidenta del Poder Judicial, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre.

Su pecado fue acatar un amparo concedido por un juez federal a un procesado, Itiel “N”, alias “Compa Playa”, acusado con pruebas falsas, con inconsistencias brutales, del crimen del ex diputado local, Juan Carlos Molina, ex líder del sector campesino del PRI en Veracruz.

El lunes 5, citada a comparecer ante la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Lisbeth Aurelia Jiménez, la jueza Angélica Sánchez fue aprehendida e incomunicada.

Fue una celada. Le llamaron la noche del domingo 4 para ser increpada a la mañana siguiente por haber acatado el amparo que concede libertad a Itiel “N”.

El supuesto “Compa Playa” se hallaba confinado en una prisión de Ramos Arizpe, Coahuila. El sábado 3 de mayo, luego que surtiera efecto el amparo, fue puesto brevemente en libertad. Pero lo reaprehendieron el domingo 4 y se le trasladó a Veracruz.

A la mañana siguiente, el lunes 5, los familiares de la jueza Angélica Sánchez Hernández perdieron contacto con ella. Temieron un secuestro. Lo difundieron y la noticia detonó.

Una llamada telefónica los alertó que se trataba de una aprehensión por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz. Sin embargo, al acudir a los separos policíacos, les fue negado que la jueza Angélica Sánchez se hallara ahí.

Quien les informó que se trataba de una aprehensión, refirió que fue intervenida por elementos de Seguridad Pública de Veracruz en una tienda de conveniencia, cerca de Arco Sur, en Xalapa.

Por espacio de cinco horas, la búsqueda fue infructuosa. Acudían a la Fiscalía y les negaban que estuviera ahí. Se presentaron al Cuartel San José y la respuesta fue igual.

Así hasta que se oficializó la aprehensión. El gobernador Cuitláhuac García, con más gestos y contoneos que con palabras y argumentos, no sabía qué decir.

Sólo atinaba a apuntar que se le detuvo “ante la sospecha de una comisión de delito que lo decidirá un juez”.

Se le cuestionó sobre qué delito, concretamente sobre un delito tipificado en el Código Penal, y Cuitláhuac agudizó el cantinfleo.

“Sí es importante, muy importante descubrir estas redes de complicidades que se llegan a dar por presuntos actos de corrupción”, agregó el gobernador.

Todo era “presunto” y “sospechas”, pero a la jueza Angélica Sánchez la tenía tras las rejas.

El enredo creció, horas después, cuando la Fiscalía de Veracruz lanzó la mayor y más descabellada versión contra un integrante del Poder Judicial. Le imputó que la jueza Angélica Sánchez Hernández había disparado un arma de fuego contra los elementos policíacos que la aprehendieron y que le se le detuvo en posesión de droga. Obvio, era un montaje.

Esa tarde las redes sociales reventaron al gobernador. Se le acusaba de fabricar delitos, ensañándose con la jueza adscrita a Cosamaloapan cuyo pecado fue acatar el amparo concedido por un juez federal que otorgaba la libertad al “Compa Playa”.

Entre las inconsistencias de la acusación contra Itiel “N”, el juez federal halló que una veintena de testigos confirmaron que a la hora en que ocurrió el crimen del diputado Juan Carlos Molina, “Compa Playa” se hallaba en Querétaro, no en Medellín, Veracruz. El caso era insostenible.

Pero el pecado de la jueza Angélica Sánchez fue negarse a retenerlo bajo proceso legal, usando triquiñuelas y subterfugios legales.

Aquella noche, noticiarios televisivos, la radio, espacios en redes sociales, plataformas noticiosas, todos exhibieron al gobernador Cuitláhuac García. Y el gobernador se quebró.

El martes 6, amigos de la jueza Angélica Sánchez revelaron un mensaje que les hizo llegar antes de acudir a la cita que tenía programada con la presidenta del Poder Judicial de Veracruz, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre.

“Querido grupo, el sábado tuve una audiencia muy delicada en la que liberé a una persona por falta de datos de prueba y porque en esa carpeta de investigación hay demasiadas truculencias.

“Hoy estoy citada en el Tribunal Superior de Justicia y considero necesario acudir amparada. La resolución que dicté fue en cumplimiento de un amparo que evidentemente observó todos esos defectos en la investigación.

“Mi pecado, no haber comunicado a la presidenta del Tribunal Superior de Justicia mi decisión, la cual se puso furiosa cuando supo de mi decisión, porque la persona liberada alguna vez en audiencia pidió que yo me excusara de conocer su asunto porque yo había sido nombrada por Eric Cisneros, a lo cual me negué porque yo tengo una carrera judicial intachable de 25 años que me avala, pero me hizo pensar que el hombre es su enemigo y como desgraciadamente nuestra presidenta responde a los intereses de ese señor pues ahora me querrán causar daño.

“Les pido su apoyo y solidaridad. Yo le dije a la presidenta que no podía dictar una vinculación ante tales deficiencias y por supuesto que tampoco iba yo a inventar datos como lo hizo la Fiscalía”.

Tocó un punto crucial. Señaló que la presidenta del Poder Judicial es súbdita del secretario de Gobierno, Eric Cisneros. A él obedece. A él se somete.

“Como desgraciadamente —dijo— nuestra presidenta responde a los intereses de ese señor pues ahora me querrán causar daño”.

Un día después, el miércoles 7, la misma Fiscalía que acusó a la jueza Angélica Sánchez de haber disparado contra elementos de la Policía Estatal y a la que le imputó haberle hallado droga en su poder, la dejó en libertad por carecer de evidencia que la inculpara. Eso sí, “con las reservas de ley” y advirtiendo que la investigación continúa. Tácitamente una amenaza.

Al dejar la prisión, Angélica Sánchez dijo fue contundente: “Me torturaron”.

Fueron 48 horas cruciales. Ahí supo que el régimen de terror de Cuitláhuac no es mito, es real.

Es la obradorización de la justicia. O la justicia mancillada, convertida instrumento de represión, terror y miedo.

Morena, Cuitláhuac, Cisneros, Giadáns, Aurelia, todos destruyendo el estado de derecho.

Cuitláhuac y su furia contra jueces que acatan amparos porque se ciñen a la ley.

Cisneros, un sicario político de evidentes limitaciones morales pero, sobre todo, mentales, que hizo del Poder Judicial el instrumento de sus vendettas.

Verónica Hernández Giadáns, atestando las cárceles veracruzanas de inocentes.

Lisbeth Aurelia Jiménez, la conserje del gang (de gángsters) que teje las trampas para que los jueces sean levantados por la policía, incomunicados por cinco horas, obligados a disparar un arma para que den positivo a la prueba de rodizonato, que les sea sembrada droga y que se les bañe de lodo. Y ante el escándalo, los tienen que soltar.

Los miserables no tienen por qué sembrar el terror en Veracruz.

Y los veracruzanos no tienen por qué dejar que sea así.

Archivo muerto

Las mafias políticas caminan rumbo a la sucesión presidencialYa sea que renuncie Marcelo Ebrard y le sigan Monreal —“prefiero ser nada”— y Adán Augusto y Claudia Sheinbaum, o el Güero Velasco del Partido Verde, o los panistas Creel, Lilly Téllez o Ricardo Anaya y los priistas De la Madrid, Ruiz Massieu y Alito, las mafias políticas sólo quieren el poder. Nadie representa a la sociedad. Y no les importa la sociedad. El juego de las élites políticas inicia con el show de las renuncias. Y vendrán las pasarelas. Y fabricarán todo tipo de encuestas. Y será un espectáculo cargado de vileza y de engaño. Y al final, en Morena, será candidato quien decida Andrés Manuel López Obrador. En la oposición será igual. No deciden los militantes, ni se abren los procesos internos a la sociedad.

El inservible PRI está en manos del delincuentazo Alejandro Moreno, mientras desde las sombras operan, negocian, regatean, se desairan, se reconcilian los Beltrones, los Gamboa Patrón, los Osorio Chong, lo que queda del Grupo Atlacomulco, los que aún tienen algo de operatividad, porque de haber detentado el poder por 70 años, transando con el PAN, regresado a la Presidencia con Peña Nieto, no les queda, tácitamente, nada.

El 4 por ciento de la población nacional que gobiernan es literalmente una miseria. Y el PAN, atrapado por sus propias mafias, que si Ricardo Anaya y Marko Cortés, que si los Yunkes, que si los doctrinarios, que si el priismo que ya no cupo en el PRI y le hace fuchi a Morena y al PRD. Pero nadie, ni los obradoristas ni la oposición, concibe un candidato surgido de la sociedad, donde están los votos. Sólo Manolo Jiménez, gobernador electo de Coahuila, ha expresado cómo se puede ganar: un frente ciudadano que le dé espacio a los integrantes de la sociedad. Pero las élites políticas quieren lo contrario: usar a la sociedad

 Samuel Ordaz, el villanuelo de Amado, también se fue. Lo echa a patadas Rocío Nahle, harta de quejas y trastadas, de las ínfulas de un ambicioso vulgar, del jefe de una minipandilla que sembró de rufiancillos el ayuntamiento de Coatzacoalcos hasta imaginarse superior los ediles que orbitan en torno a la secretaria de Energía.

Metió las manos en Desarrollo Urbano, en Comunicación Social, traía de secretaria a la titular del Instituto Municipal de la Juventud. Samuel Ordaz Ortega llegó a desdeñar las instrucciones del alcalde Amado Cruz Malpica y a ignorar a los enviados del presidente municipal, no dignándose a recibirlos en su aposento desde donde se sentía vicealcalde de Coatzacoalcos. Hasta que tensó la cuerda, hasta que urdió un golpe que descalabró a Amado Cruz Malpica y filtró información con la que ridiculizó a Rocío Nahle. Horas después, recibió la sentencia: o renuncias o te largas.

Y presentó su renuncia al cabildo de Coatzacoalcos donde, literalmente, gozaron dándole trámite y consumando la destitución. Quedan para el anecdotario la vez que un encapuchado narco irrumpió en la presidencia municipal exigiendo que Samuel devolviera lo que habían pagado por el espectáculo de rodeo que no se pudo llevar a cabo por los hechos de violencia en el estado H. Santos, negocio de otro bribón llamado Lizandro Pérez, que desde la Dirección de Desarrollo Urbano hace de las suyas sin que nadie, ni el alcalde, le ponga freno; o el caos en el área de Comunicación donde se dio el lujo de crear una oficina alterna en las barbas de Amado Cruz Malpica, provocando un auténtico desastre informativo sólo por el hecho de tener un pull de medios y mercachifles del periodismo a su lado, pero que de nada le sirve al presidente municipal.

Desde ahí se llegaron a dispersar versiones de un supuesto amorío del edil y hasta un hecho gravísimo que atañe al crimen de un indigente, silenciado por intentar divulgar información explosiva. Samuel Ordaz se fue. Falta que se le investigue por usurpar funciones, por abusar de su autoridad, por el cobro de piso a los emprendedores del parque Independencia y por el fuego amigo del que no se salvó ni Amado Cruz Malpica. Lo releva Ricardo Ordóñez Malpica, primo y suplente del presidente municipal, que ya pasó por la Dirección del Deporte y que ahora sabrá si sigue los pasos de Samuel o da un golpe de timón. De entrada, algo tendrá que hacer con la pandilla de malandros que le heredó su antecesor… 

Al delegado del PRI nacional, Pedro Gutiérrez, sólo le faltó agarrar la matraca y destapar a Fernando Kuri. Fue al puerto de Veracruz y celebró el pronunciamiento de una facción del priismo a favor del ex alcalde de Oluta, personaje muy, pero muy duartista. Pedro Gutiérrez se veía cómodo, más cuando sus correligionarios se le fueron a la yugular a Carolina Gudiño Corro, ex presidenta municipal del puerto jarocho y, sin duda, la figura femenina más relevante políticamente en los días en que gobernó Fidel Herrera Beltrán. Al delegado del PRI nacional se la cantaron de frente.

O los toman en cuenta o habrá brazos caídos y vacíos a la hora de buscar el voto, en 2024. Y Pedro Gutiérrez no tuvo palabras para atajarlos, para fijarles límites, para enfriarles el calor. Prefirió sonreír, celebrar y tácitamente secundar la ambición de Fernando Kuri para seguir medrando en el PRI estatal, como lo viene haciendo al amparo del líder saliente, Marlon Ramírez Marín…  CMAS Coatzacoalcos es un fraude. Mes a mes cobra por un servicio que no brinda o brinda a medias. Mes a mes los recibos de agua presentan la misma cantidad a cobrar. Es una cuota fija. Los medidores son sólo un adorno. Pero en meses, en el centro de Coatzacoalcos, no hay suministro de agua. El fraude es descarado. CMAS Coatzacoalcos cobra por un servicio que no proporciona. Se beneficia de un engaño. Es el fraude de Hildeliza Díaz Calafell, directora de CMAS, funcionaria de medianos alcances que en año y medio ha demostrado una absoluta incapacidad. El punto de conflicto se halla a media cuadra de la residencia del alcalde Amado Cruz Malpica.

Las obras de rehabilitación de la red de agua potable, a cargo del ayuntamiento de Coatzacoalcos, mantienen prácticamente sin suministro a centenares de familias desde hace nueve meses. CMAS, cuando puede y cuando quiere, envía pipas de agua a unos cuantos domicilios. La irritación social es cada vez mayor. Y estalla cuando son entregados los recibos de CMAS. O sea, CMAS Coatzacoalcos cobra por un suministro de agua inexistente. Y peor cuando CMAS anuncia que ahora por obras de reparación en el ducto que conduce el agua desde la presa Yuribia, suspenderá el servicio del 9 al 13 de junio. Es un fraude institucional…

Usar el crimen de su hija para difamar

Lunes, 05 Junio 2023 17:11

Carmen Medel se cree infalible e intocable. Y alza la voz espetando que, les guste o no, es la presidenta municipal. Y a quien no le guste cómo gobierna —o desgobierna—, se puede ir.

Y, les guste o no, puede atropellar a los locatarios de los mercados. O tirarse cuatro meses de huelga en el ayuntamiento de Minatitlán sólo porque la terquedad es la madre de todos sus defectos.

Y, les guste o no, le imputa a un periodista el crimen de su hija sólo porque publicó que Rocío Nahle dio el manotazo y la obligó a darle una solución a la huelga.

Y, les guste o no, Carmen Medel es alcaldesa de los minatitlecos, no por méritos políticos, que no los tiene, sino porque tácitamente la morenista contendió sola, pues al candidato que traía la preferencias electorales, Nicolás Ruiz Roset, de la alianza PAN-PRI-PRD, el gobernador Cuitláhuac García y  la banda delincuencial que lo circunda lo confinaron en una prisión en Oaxaca.

Y al que no le cuadren sus excesos y ocurrencias, o sus desplantes y berrinches, se puede ir a fregar a otra comarca.

Minatitlán tiene, pues, su Ley de Herodes. O me aceptas o te jodes.

Carmen Medel Palma ni es santa ni tiene rasgos de divinidad pero se cree intocable. Y cuando habla es peligrosamente irresponsable.

Iracunda, encorajinada, doña Carmen Medel Palma estalló al saber que tenía que sentarse a acordar con el Sindicato Único de Empleados Municipales luego de cuatro meses de inacción por negarse a cumplir resoluciones laborales.

Y furibunda, se fue contra “este señor” que un par de horas atrás le dio una felpa concisa, precisa y maciza. Ese fue Jorge Luis Torres Marcos, director del portal La Fábrica.

“La patrona Rocío Nahle regañó a su empleada Carmen Medel Palma”, publicó Torres Marcos.

“Ya estuvo bueno de soberbia, ocurrencias, caprichos y berrinches.

“El desgaste al gobierno y a Morena es terrible.

“8 quincenas sin cobrar, las deudas, enfermedades e indolencia le pueden pasar factura a Nahle, la zacatecana que quiere ser gobernadora.

“Medel y sus lambiscones regidores y regidoras, con las orejas bien jaladas.

“ ‘Holi’, ‘con Tokio’ y demás tonterías en sus fotos no aportan algo positivo a la causa.

“Ya cargan en sus espaldas el desastre del gobierno anterior, también morenista, con evidencias de corrupción y transas del bienestar.

“Después de más de 120 días en huelga, hay una luz en el camino del #Suem.

“Probablemente en horas o días, la huelga termine por fin, con una terrible derrota a Medel y sus regidores abyectos.

“Las fotos ocurrentes, los ombligos, glúteos, piernas y escotes, así como las tarjetitas y frases fumadas no son suficientes.

“Su jefa política pegó en la mesa.

“Vaya presidenta y regidores tan inútiles que puso Morena a gobernar”.

Ya frente a la prensa, Carmen Medel estalla. Se escucha descompuesta, enviando a segundo plano el tema central: la huelga de cuatro meses en el ayuntamiento de Minatitlán.

Centr el ataque en el periodista que le imputó el regaño de la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, las ocho quincenas que los empleados municipales han dejado de percibir, la necedad de la edil y su cabildo inútil, que llevaron a la parálisis del gobierno municipal.

Alude al odio que, dice, le tiene el periodista. No menciona el nombre de Jorge Luis Torres pero retomó algunos párrafos de lo que el periodista subió a su cuenta La Fábrica, en Facebook.

La alcaldesa aduce que eso es violencia política de género. Y le endilga la sospecha por el crimen de su hija Valeria, ocurrido en un gimnasio en Ciudad Mendoza, en noviembre de 2018.

“Es lamentable que medios de comunicación se refieran a mi persona —expresó la presidenta municipal—. Se refieran a Carmen Medel como que es la responsable. Me da tanta tristeza ver a esta persona que se refiera en las redes. (Y) diga ‘su patrona, Rocío Nahle. La regañó a su empleada’. Sólo de dos personas lo he escuchado. Dice: ‘ya estuvo bueno de soberbia, de ocurrencia, de caprichos y berrinches. El desgaste al gobierno y a Morena es terrible’.

“Y como ha dicho esto aquí —agregó—, ha dicho más cosas en diferentes ocasiones. Realmente al señor no lo conozco. Yo creo que el señor tiene algo personal conmigo”.

Y entonces suelta la estocada:

“Yo creí que no tenía enemigos. Y ahora hasta dudo que lo que le pasó a mi hija… que pudo ser la persona que aquí me odia. ¿Qué le hice a este señor o qué le he dejado de hacer?

“Yo siempre he dicho que lo que le pasó a mi hija fue una equivocación. Ya tanto se ha hablado de eso que me da a pensar mal. Tengo derecho a pensar lo que yo quiera si él emite estas publicaciones en contra.

“Le guste o no, soy la presidenta municipal. Y si él vive aquí, soy su presidenta municipal. Y si quiere, que se cambie de aquí”.

El desplante es brutal. Carmen Medel se imagina intocable. En el video se aprecia cómo sube la voz cuando expresa “soy su presidenta municipal”.

Y al que no le cuadre su “soberbia, ocurrencias, caprichos y berrinches”, se puede ir.

Pues no.

No hay en lo escrito por Jorge Luis Torres Marcos ni un rasgo de violencia política de género. Hay una crítica a una servidora pública, a sus actos de autoridad, a las consecuencias de no respetar los derechos laborales.

Carmen Medel Palma sí es responsable de la huelga y que se haya prolongado por cuatro meses. Por culpa suya, los trabajadores han dejado de cobrar a lo largo de ocho quincenas. Y la mayoría han sobrevivido mediante préstamos personales o vendiendo enseres de casa.

El alarde de Carmen Medel raya en lo demencial. Minatitlán no es suyo. Nadie se lo escrituró. Es más, ni siquiera es nativa del lugar.

Un presidente municipal, como cualquier servidor público, está expuesto a la crítica, a la revisión de sus actos de autoridad, a la máxima publicidad de sus acciones, de acuerdo con criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y con tratados internacionales en materia de libertad de expresión.

Lo que hizo contra Jorge Luis Torres es difamatorio. Le imputó la autoría del crimen de su hija Valeria. Usó su tragedia personal para descalificar al periodista. Faltó a la memoria de una víctima, su hija. Le faltó al respeto en el instante en que usó su trágica muerte para sembrar el odio en el comunicador.

Sus palabras son perversas. Su actitud, irracional.

En Carmen Medel no hay nobleza. Vencida en los tribunales, ofrece pagar el 35 por ciento de los salarios caídos a los trabajadores sindicalizados. Es ilegal. Si el presupuesto anual, aprobado por el Congreso de Veracruz, ya contempla el monto a pagarse mensualmente por concepto de nómina, ¿qué la motiva a ofrecer la tercera parte del salario que debe entregar a los empleados municipales en su totalidad?

Si el presupuesto de nómina se usó para otros conceptos, incluso contratar trabajadores eventuales, la alcaldesa Carmen Medel estará irremediablemente en el supuesto de un desvío de recursos públicos y eso implica un problema legal, y de no justificarlo, cárcel.

Por eso no es bueno desvariar.

Archivo muerto

Mazazo demoledor al PRI en su bastión, el Estado de México. Se alza con el triunfo Delfina Gómez, por quien votaron los que comulgan con la extorsión que le aplicó a los empleados municipales de Texcoco cuando fue alcaldesa; los que aplauden el boquete financiero de 830 millones de pesos en los días en que secretaria de Educación Pública; los que celebran su historial de transas, abusos y el rol de recaudadora del obradorismo.

Pagan los priistas por sumisos y por tener al frente, con las manos en el timón de la nave que se hunde a Alejandro Moreno Cárdenas, el sátrapa que no sólo saqueó las arcas del gobierno de Campeche sino que atropelló a quien se le ponía enfrente y aún así el priismo le permitió entronizarse un año más cuando ya ha concluido su período como líder nacional. Termina el PRI hecho una piltrafa en el Estado de México, preámbulo de la elección presidencial de 2024. La alianza de oposición ahí fue un fracaso.

Alito Moreno y el líder nacional del PAN, Marko Cortés, pagan hoy el alarde de haber embestido a Movimiento Ciudadano, llamarlo traidor, categorizarlo como Judas, dándole al líder nacional de MC, Dante Delgado Rannauro, el pretexto a modo, la coartada para desdeñar la alianza, no registrar candidato, instrumentar la campaña de “Ni un Voto al PRI” y, por supuesto, cargar sus votos hacia Morena, ayudándole a abrir la distancia entre Delfina Gómez y la priista Alejandra del Moral. Dante, simplemente les cobró la afrenta.

El PRI se diluye cada día más. Una corriente del priismo carga con la factura; otra corriente le viene operando a Morena. Son los mapaches de siempre, los que solían rellenar urnas, los que aplicaban el ratón loco, los que compraban a los electores. Pero a largo plazo, pierden todos, hasta los morenistas y los simpatizantes de Morena, los matraqueros de Andrés Manuel López Obrador, que a cambio de las migajas que les arrojen verán cómo se transa el presupuesto doña Delfina, cómo aplica el diezmo al personal de gobierno, a constructores y proveedores, a alcaldes morenistas y aún a aquellos que sin serlo se obradorizan, en su acepción de “se suman al saqueo transformador”. Una delincuente electoral ha llegado al poder. Es Delfina Gómez, así definida por la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que la halló corresponsable de retenerle ilegalmente el 10 por ciento del salario de los trabajadores del ayuntamiento de Texcoco y entregarlo a Morena. La lección del Estado de México es reveladora: la alianza de oposición naufraga; Alito Moreno y Marko Cortés son un lastre, pero sus militancias se lo permiten; pretenden ser opción para el electorado sin tomar en cuenta la fuerza de la sociedad. Vieron el poder de convocatoria de la sociedad en defensa del INE y persisten en que sean las mafias priistas y panistas las que impongan al candidato y que la sociedad lo tenga que aceptar. Sin el voto del pueblo, Va por México no existe; no suma; no es confiable; no es una alternativa para la sociedad.

Sin el voto del pueblo, la oposición perderá en 2024. Sin trabar una alianza con la sociedad, Va por México seguirá viendo el avance de Morena y la cristalización del sueño de López Obrador: ejercer el poder a través de Claudia Sheinbaum. El maximato, pues… Juan Javier Gómez Cazarín lleva lo malandro dentro y lo priista en el ADN. Un par de fotografías lo delata. Camina cerca del sátrapa Javier Duarte de Ochoa, entonces gobernador de Veracruz, entre los repollos que suelen circundar a los hombres de poder. Gómez Cazarín, hoy líder de la fracción morenista en el Congreso de Veracruz, se nutre del priismo de Coatzacoalcos, el marcelismo que gobernó sin freno ni cortapisas, sin límite a su ambición, el tercer municipio del estado. A uno de ellos, compañero de correrías, Enrique Navarro Padilla, alias “El Tortas”, lo hizo director de Recursos Materiales del Congreso, y no tardó en llegar al cargo cuando su nombre ya generaba escándalo por citársele en una red de empresas fantasma, metido hasta el cuello en los negocios chuecos y tráfico de influencias de Gómez Cazarín. Y con ellos, un tipo del que no se habla pero que es clave: Carlos López Pérez, chofer del “Tortas” Navarro, también del clan de la Volkswagen de Coatzacoalcos.

“El Tortas” tenía fama de robarse el dinero que los clientes pagaban a cuenta del enganche de los vehículos. De aquel clan se recuerdan dos nombres más: Fernando Simón Sevilla y Leydi López, hermana de Carlos López Pérez. Muchos fueron los denunciados, pero al final la libraron por un hecho infausto: el crimen de su superior inmediato, Arturo Casados Rodríguez, gerente de la Volkswagen de Coatzacoalcos, al que tácitamente le cayeron las coronas y las culpas de las múltiples trapacerías, que derivaron en denuncias de fraude e incumplimiento. Poco después, “El Tortas” llegó a ser chofer del ex alcalde Marcelo Montiel. Es el ADN priista de Gómez Cazarín… Eliezer Sánchez, el señor de los trastupijes, suple a Onésimo Mendoza en la Dirección de Obras. Queda como encargado de la oficina tras la destitución, derivada de al menos tres denuncias contra Onésimo en que la Contraloría del ayuntamiento de Coatzacoalcos determinó nepotismo y haber ordenado que documentos oficiales fueran puestos en manos de particulares, pero dejó en el limbo su responsabilidad por el intento de extorsión a constructores a los que proponía asignarle obras y agilizar pagos a cambio de que le entregaran el token bancario y le cedieran los trabajos, los que el funcionario realizaría con compañías propias. Eliezer Sánchez Carrillo no es mejor que Onésimo Mendoza. Lo precede un historial de abusos en el ayuntamiento de Cosoleacaque, donde fue director de Tenencia de la Tierra, donde se le acusó de falsificar la firma de un ingeniero.

En Coatzacoalcos, estuvo adscrito a la Dirección de Desarrollo Urbano, donde el titular, Gilberto Velásquez, es, más o menos, como una maceta en el corredor. Desde ahí, se le ocurrió correrle las atenciones a comerciantes, cobrándoles por cada anuncio luminoso en sus negocios y ese gremio terminó despotricando, como era de esperarse, contra el alcalde Amado Cruz Malpica. En año y medio, Eliezer Sánchez acumula un rosario de quejas. Pero el ayuntamiento de Coatzacoalcos, es el mundo al revés. Mientras más repudio genera Eliezer Sánchez, más lo premia el presidente municipal…