Viernes, 29 de marzo de 2024
Mussio Cárdenas Arellano

Mussio Cárdenas Arellano

Atrapado en el mundo de las letras y la denuncia social, Mussio Cárdenas Arellano cuenta ya con un extenso kilometraje recorrido en el periodismo. Lejano parece ya aquel 1978 cuando en Coatzacoalcos, su tierra natal, escribió sus primeras notas. Transitó por la entrevista, el reportaje, la crónica, el artículo y la columna política. Fue corresponsal de la revista Proceso, Imevisión, IMER, Contralínea; fundador de las revistas Contacto e Informe Rojo; analista político en radio y televisión, y ganador del Premio México por columna política, en 2009, otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (FAPERMEX). Su contacto con el periodismo viene de familia. Su padre, Mussio Cárdenas Cruz, y sus tíos Emilio, Francisco y Paulino, constituyen una dinastía de periodistas veracruzanos de reconocido prestigio. Actualmente escribe la columna Informe Rojo, que se publica en portales en internet y medios escritos con amplia aceptación entre la opinión pública.

mussioc2@gmail.com

 

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Beatriz, la candidata del Peje, tronó

Viernes, 01 Septiembre 2023 16:36

Fulminada, apaleada, Beatriz Paredes terminó descarrilada por el PRI. Hiló su enésima derrota política, quizá la última en su vida, por andar saboteando el proyecto ciudadano que mueve a Xóchitl Gálvez.

Impactada por el misil, quedó helada, fría, no tanto por el repudio de los antiobradoristas a su figura sino por el desdén de los suyos, el priismo que por un lado no le vio con qué artillería podría contender por la Presidencia, y por otro, porque fueron alertados que en la votación del domingo 3 de septiembre las hordas de Andrés Manuel, infiltrados en el padrón del Frente Amplio, apuntalarían a Doña Derrota con tal de joder a Xóchitl.

Beatriz Paredes es el vértice —y beneficiaria— de un operativo en que el morenismo posicionó su imagen mediante encuestas inducidas y se apostó para votar para su causa, pero que abortó.

Se detectaron 70 mil registros de militantes de Morena en la base de datos del Frente Amplio por México, al cruzar datos con el listado de agremiados de partidos políticos. Esta versión fue revelada por el dirigente perredista y ex senador, Guadalupe Acosta Naranjo.

En el espacio de Aristegui Noticias en Vivo, Acosta Naranjo abundó sobre un operativo a “4.5 millones de personas intentando reventar la plataforma de internet para inscribir a simpatizantes”.

Se advirtió intensa actividad de empresas que realizan consultas telefónicas induciendo a posicionar el nombre de Beatriz Paredes Rangel en los días previos a la última encuesta del Frente Amplio y a la consulta, vía voto, del 3 de septiembre, que finalmente se canceló. Así lo consigna el columnista Raymundo Riva Palacio en Estrictamente Personal.

Ahí le detonó el conflicto a Doña Derrota —37 años sin ganar una elección constitucional— por su doble cara, doble lenguaje, doble moral.

Detectada la infiltración obradorista y las encuestas telefónicas que, en efecto, la hicieron crecer artificialmente y acercarse a Xóchitl Gálvez, aunque nunca la rebasó, los altos mandos del PRI, PAN y PRD acordaron ceñirse al resultado de la última encuesta y concluir el proceso sin votación.

Pero a Beatriz le brotó lo Beatriz. Brava, como es, en corto le dijo a su líder nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, que se bajaría. No lo hizo. Respondió en el último foro, el 26 de agosto, en Mérida, Yucatán, con un reto: “si las mujeres vamos a repetir el modelo patriarcal de los arreglos, perdónenme, estamos jodidas”.

Paredes quiso cubrir —y encubrir— con un desplante la metida de mano que el presidente Andrés Manuel López Obrador le dio al proceso interno del frente opositor del que ella se beneficiaba.

No era un tema de misoginia. Le dio ese sesgo para persistir en arrebatar la coordinación del Frente, o sea la virtual candidatura presidencial.

No era un tema de machismo o de acuerdo entre varones. Beatriz maniobró para que el operativo obradorista la terminara de apuntalar.

Dos días después, el lunes 28, Alito Moreno inició la embestida. Las encuestas no favorecían a Beatriz Paredes, dijo a la prensa. Y la debacle llegó.

La susodicha priista-obradorista respondió que esperaría a ver las encuestas oficiales del Frente Amplio. Era ganar tiempo.

PAN respaldó en pleno a Xóchitl Gálvez; PRD también. Era un cruzar y cruzar mensajes, aislando a Doña Derrota, forzando la declinación. Pero Beatriz persistió.

Y el verdugo actuó.

Alejandro Moreno Cárdenas lanzó la avalancha con que el PRI nacional, la defenestró y, simultáneamente, encumbró a la senadora panista.

No sólo la dejaron a su suerte los dueños en turno del PRI nacional —Alito Moreno y su gang— sino sus 32 comités estatales, sus casi 2 mil 500 comités municipales y sus 90 mil seccionales.

Qué agraviante fue para Bety Paredes y su staff ver a Alito Moreno con la dirigencia en pleno, en vivo y a todo color, proclamando que el PRI tiene como candidata única a la senadora… del PAN.

Faltaba la puntilla: el Frente reveló los números de la última encuesta: 57.6 por ciento para Xóchitl; 42.4 para Paredes. Doña Derrota volvió a perder.

Y entonces arrió banderas. Y levó el ancla. Y se vio sola, aislada, exhibida, tácitamente masacrada por su partido, el PRI.

Y este cuento terminó.

Beatriz Paredes sacó las uñas y pagó por ello. Se montó en el lomo del obradorismo incurriendo en un contrasentido total. El Frente Amplio nació para disputarle el poder a López Obrador y la nada ingenua senadora terminaría siendo la candidata de Andrés Manuel… en el Frente.

Un golpe devastador para la soberbia Beatriz Paredes, que en sus días de poder y gloria, entonces gobernadora de Tlaxcala o funcionaria federal, solía tomar el teléfono para reclamar a un subordinado por un acto de gobierno mal ejecutado o por una corruptela. O era célebre entre la prensa por sus desplantes ante columnistas nacionales que solían criticarla cuando había que hacerlo, y que era casi siempre.

Mancillado su orgullo, esta vez mordió el polvo. Llegó a la final con el ímpetu de un tren bala, ajustada la máquina, preciso el discurso, sacando del baúl las frases y los adagios, puntillosa con el obradorato pero sabiéndose beneficiada por él, con el rollo priista que suele encantar a los incautos y luego desencantar a toda la nación.

Operó una parte de la maquinaria priista a su favor, los suyos, la vieja guardia, los que saben y conocen. Había que recolectar firmas, subirlas a la plataforma del Frente Amplio por México y lo hicieron. Y tendría los votos de los obradorista infiltrados. Y Beatriz Paredes se catapultó.

Sus firmas fueron, en su mayoría, de priistas. Las estructuras se movieron, los operadores accionaron, casi medio millón de adeptos en cuestión de semanas.

Doña Derrota superó a los candidatos de relleno y a los aspirantes de peso, pero nunca a Xóchitl Gálvez. Las firmas de la senadora panista —aunque sin estar afiliada al PAN— procedieron de la sociedad civil, la marea rosa. Pero en las sombras operaba López Obrador.

Y a la hora buena Beatriz cayó.

Descubierta, arrinconada, el miércoles 30 ya no pudo más. Declinó, tiró rollo, sonrió, posó la foto con Xóchitl Gálvez y se marchó.

Terminó descarrilada por el PRI, derrotada, señalada, exhibida por andar saboteando el proyecto ciudadano que mueve a Xóchitl Gálvez. Y peor, por prestarse al juego de López Obrador.

Todavía pudo oír a su promotor, Andrés Manuel, recitar desde el púlpito: “Beatriz aguanta, el pueblo se levanta”.

Pero ni Beatriz aguantó ni el pueblo se levantó.

Archivo muerto

Alejandro Durán, notario público, denunció robo y tentativa de extorsión y no lo pudo probar. La Séptima Fiscalía de la Unidad de Procuración de Justicia en Coatzacoalcos notificó a los cuatro imputados, cuyos nombres se reservan, el “no ejercicio de la acción penal” dentro de la carpeta de investigación UIPJ/DXXI/F7/2407/2021. Dos de los acusados fueron notificados el 14 de agosto pasado; uno más, este martes 29. Alejandro Durán, notario asentado en Chinameca pero avecindado en Coatzacoalcos, armó todo un circo contra quienes lo unen lazos familiares. Se dijo robado, que le birlaron un anillo de su mamá, pero resultó que es el mismo que adquirió para formalizar su compromiso con quien era su pareja, tal como registra la foto del recuerdo.

El flamante notario se dolió de que supuestamente le robaron su patente de fedatario. El flamante Alejandro Durán acusó ser víctima de extorsión en grado de tentativa. Nada pudo probar. La Séptima Fiscalía, con sede en Coatzacoalcos, indagó, escudriñó y determinó el “no ejercicio de la acción penal”. Documentos oficiales así lo establecen.

El vodevil es apéndice de otro caso policíaco, ese sí más serio, más grave y más brutal. Alejandro Durán Estrada, el acusador, se enredó en un asunto del que aún no asimila los alcances. Acusó, no demostró y ahora enfrentará las de la ley. Los carniceros de hoy, dice el adagio, suelen ser las reses del mañana. ¿Quién le habrá aconsejado semejante “solución” a su diferendo personal? Su abogado Marco Antonio Madrazo, el “doctor”… Los narcos van y vienen. Son dueños de plazas y cárceles. Exprimen al que ostenta riqueza, al empresario, al comerciante, al profesionista y hasta en los penales tienen feudos. Los narcos son parias de la sociedad que operan libres e impunes y cuando pierden la libertad no cesan de traficar, de extorsionar, de secuestrar, de robar combustible, de retar al poder, de corromper al que es proclive a la corrupción. Las cárceles son escuelas del crimen y centros de operación de la delincuencia. Son un mundo aparte. Y hasta los abogados que llegan, suelen no salir. Se introducen en el Cereso y desaparecen de la faz de la tierra.

Y por más que escarben en la tierra, hurguen en el campo, levanten y levanten piedras, de los restos no se vuelve a saber. Se esfumaron como se disipa la niebla cuando llega el sol… Iracundas, empleadas del ayuntamiento de Miahuatlán arremetieron contra la periodista Verónica Huerta. Captaba con su teléfono celular una ambulancia del DIF de aquel municipio cuando ocurrió la agresión. Verónica Huerta, reportera de la agencia AVC y corresponsal de Acir, una notable periodista, fue increpada por hacer su trabajo. Cubría el cierre de campaña de Claudia Sheinbaum, la corcholata favorita de Andrés Manuel López Obrador, en Xalapa, el 27 de agosto. Olió la nota. Una ambulancia del DIF de Miahuatlán, municipio morenista, en el evento de Morena. Mínimo, peculado electoral. De la unidad descendieron cinco o seis mujeres. Una de las agresoras reclamó por qué la grababa; otra fue directo sobre el celular. Y luego las vesánicas atacaron a Verónica Huerta. Recibió golpes y jalones. Le arrebataron el teléfono en el que había captado la agresión, los rostros, los gestos descompuestos, pero un varón intervino y recuperó el celular. Instantes después, volvió a ser atacada. Verónica Huerta gritaba a seis agentes de Tránsito, dependencia de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, que la ayudaran; no intervinieron. “Gritaba en medio del tumulto de mujeres que por favor alguien llamara a la Guardia Nacional, que me ayudaran y ninguno de los agentes de Tránsito u otras autoridades que ahí estaban presentes me ayudaron.

Fueron ciudadanos y ciudadanas presentes los que intervinieron y literalmente me defendieron y les quitaron mi teléfono”. Minutos después, recibió una llamada. Una mujer se identificó como Verónica Suárez; el alcalde morenista de Miahuatlán se llama Héctor Óscar Suárez Sánchez.

La llamada llegó desde el número 2282859599 “para cuestionarme, intimidarme, coaccionarme y se ofreció a pagar mi día de salario a cambio de que yo callara la agresión. La respuesta de ella fue minimizar y decir que sus compañeras del Ayuntamiento de Miahuatlán cometieron ‘un error’ al agredirme”. Es el clima de linchamiento en que se desarrolla la prensa en Veracruz, el infierno creado por Cuitláhuac García Jiménez, que se significa por increpar reporteras, cuestionarlas, denostarlas. Vacía las tripas contra porque son mujeres y porque son periodistas.

Las furibundas, sin embargo, han tenido su mérito: unificaron al gremio periodístico en su contra. Se exige castigo. Se reclama por la alevosía y ventaja, dos agravantes de ley. Se condena que les aflore la ira sólo porque las pillaron con el vehículo oficial en el cierre de la pre-precampaña de la corcholata Sheinbaum, a las afueras del Velódromo de Xalapa. Verónica Huerta no está sola. El gremio alza su voz. Los organismos por la defensa de los periodistas ya trabajan en su protección… Catorce meses de retraso y la refinería Olmeca, en Dos Bocas, no refina. Hoy, hace 14 meses, Andrés Manuel López Obrador y Rocío Nahle García protagonizaron un montaje. Cortaron el listón “inaugural” de la refinería sin que hubiera concluido su construcción. Fue eso, un montaje, una puesta en escena, una simulación. Aquel 1 de julio de 2022, sería inolvidable. Una refinería que anunciaron sería construida en tres años, tiempo récord, con un costo de 8 mil millones de dólares.

Eso ofreció Rocío Nahle y era mentira. Sacó de la jugada a las empresas con mayor experiencia en construcción de refinerías e impuso a las suyas. Luego ofrecería que en un año más quedaría concluida por obra adicional. Llegó el 1 de julio de 2023 y nada. Año y dos meses después, Nahle sigue igual, sin cumplir. Cuenta Nahle que ya merito, que ya le metió petróleo a los ductos, que ya está el proceso, que pronto, que ya casi.

Y así el cuento mientras el costo de la refinería alcanza los 14 mil millones de dólares, según López Obrador; 20 mil millones de dólares, de acuerdo con analistas de temas de energía, basados en reportes de Pemex. Son 14 meses después de la fallida inauguración en Dos Bocas y ni una gota de gasolina. La refinería no refina. Y así quiere ser gobernadora de Veracruz… 

Beatriz Paredes: meterla para perder

Sábado, 26 Agosto 2023 18:49

El priismo trae el cinismo en las venas. Venden a Beatriz Paredes como si fuera la panacea y no lo que es: ícono del viejo régimen, de la clase voraz, de los que saquearon, los que atropellaron la ley y ultrajaron la democracia una y otra vez.

Venden a una perdedora que en 37 años no ha ganado un elección, salvo una interna del tricolor, según su historial, y que se trepa en listas plurinominales para succionar el erario y mantenerse como una de las santonas del PRI.

Los priistas —no todos, algunos son sensatos— venden al PRI como si esa marca no trajera a la mente tantos agravios, abuso y corrupción, la Estafa Maestra, la Casa Blanca de Peña Nieto, a Javier Duarte y su robo descomunal a Veracruz.

O como si aquí y allá no supieran de César Duarte y el latrocinio en Chihuahua, y de Borge en Quintana Roo, poniendo los terrenos del gobierno a nombre de su mamá, y de Andrés Granier y las millonarias cuentas bancarias de su hija, en Tabasco, y de los Murat en Oaxaca, y de Alito en Campeche, y del Gober Precioso —y pederasta— en Puebla, y de Fayad en Hidalgo, y de Del Mazo en Estado de México.

Y, así, todavía se les ocurre vender a Beatriz Paredes como la octava maravilla del reino animal, sabiendo que no conecta con los ciudadanos de a pie, los que marcharon por la democracia, por la defensa del INE, por la autonomía del INAI y porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación no deje de ser el último baluarte contra los delirios del primer porro de la nación.

Beatriz Paredes tiene marca perdedora. La última vez que ganó una elección constitucional fue hace 37 años, en 1986, cuando se convirtió en gobernadora de Tlaxcala.

Antes había tenido días de gloria. Fue diputada local en Tlaxcala, en 1977, y diputada federal en 1979, lo que la llevó a presidir la Cámara y responder el informe presidencial de José López Portillo, brillante por cierto en la forma en que improvisó.

Tras pasar por los gobiernos de López Portillo y Miguel de la Madrid, volvió a la Cámara de Diputados en 1985. Y un año después ganó la gubernatura de Tlaxcala.

Con Carlos Salinas de Gortari fue funcionaria, embajadora en Cuba, subsecretaria de Desarrollo Político en Gobernación y directora de Atención a Pueblos Indígenas a raíz de levantamiento armado zapatista.

Lo demás fueron derrotas y más derrotas, una diputación pluri, otra senaduría por Lista Nacional y una senaduría más, la actual, también por representación proporcional.

Se necesita no tener nariz, ni olfato, ni sentido común, para no percibir el rechazo popular.

En las internas del PRI apenas si gana. En 2002 contendió por la presidencia del PRI, en fórmula con Javier Guerrero  García pero fue derrotada por la dupla Roberto Madrazo-Elba Esther Gordillo. En 2007, venció en la interna a Enrique Jackson.

El problema es que los priístas no atinan a descifrar si Beatriz Paredes es terca o si es una masoquista empedernida.

Dos episodios retratan su realidad.

Beatriz perdió en la elección para jefe de Gobierno de la Ciudad de México contra Marcelo Ebrard en 2006. Lo peor no fue perder sino quedar en tercer lugar. Demetrio Sodi de la Tijera, del PAN, la superó.

Volvió a morder el polvo en 2012. Contendió por la capital del país y esta vez la derrota ante Miguel Mancera, de la coalición PRD-PT-MC, fue letal. Quedó en segundo lugar pero Mancera le propinó un vergonzoso 2 a 1.

Para 2018 mejor no le entró. Apeló a su vocación: una senaduría plurinominal.

Navegaba en la mar boba en el Senado, disfrutando su beca, tirando discursos célebres porque en eso nadie la puede superar, apoyando y luego mordiéndole la mano a su líder de fracción, Miguel Ángel Osorio Chong, y de pronto se halló con que era lo mejor —lo menos peor, supuestamente— que el PRI tiene para arrebatar la candidatura presidencial de la oposición.

Doña Derrota se emocionó. Doña Derrota olvidó los descalabros. Doña Derrota coronaría 50 años de militancia en el partido que construyó y destruyó a México.

Peinen a Beatriz. Fórrenla con el huipil. Pónganla al tiro. Denle el micrófono y que suelte todo aquello que ha de sacudir a México. Aunque sea verbo y patraña, mentecatas mentiras pero que se ponga a hablar.

Y Beatriz, que ya comienza a cascabelear, ha dado muestras que a menudo se le cruzan los cables.

Eso, por ejemplo, de afirmar que Brasil y México fueron los dos países de América con mayor número de víctimas de Covid 19, es una soberana burrada. ¿Dónde quedó Estados Unidos, que concentró el mayor número de contagios y muerte?

O como la corrige el doctor Francisco Moreno, el dengue no reapareció, como expresó Paredes en el Foro Sobre Salud del Frente Amplio, sino que nunca ha desaparecido.

“La salud es un tema prioritario —dice el galeno—. Se requiere de conocimiento de la situación en el país. Con frases no se resuelven los problemas”.

Beatriz Paredes domina el arte de la demagogia. Su discurso es claro, potente, conciso, directo. Pero es rollo.

Y con 50 años de priista, 70 años de edad, ni cómo hacerle para conectar con los jóvenes, ni con los no tan jóvenes, ni con los adultos, ni con las damas, ni con los varones. Es más, ni con los priistas.

El problema es ella y el PRI. Es ella por llevar el sello echeverrista y salinista, y es el PRI porque esa marca ya no vende, ya no interesa, ya no puede engañar.

Donde hay PRI —sépanlo los priistas—, el pueblo se esfuma, se abstiene, se aleja de las urnas y los lleva a la derrota.

Once gubernaturas perdidas de 2019 a la fecha, no les estremecen. Y cuando ganan —Coahuila y Durango— es en coalición. Quién los viera. Requieren de las vejigas del PAN y PRD para flotar. El PRI pasó de estar moribundo a tener muerte cerebral.

Once gubernaturas perdidas y todavía se les ocurre postular a Doña Derrota para enfrentar a una figura fresca, surgida de abajo, de la pobreza, de la marginación, como Xóchitl Gálvez, que también acumula derrotas pero no tantas, y que es senadora también por la vía plurinominal.

Betty Derrotas no va para presidenta de México. Su misión es descarrilar a Xóchitl. Su objetivo es destroncar al Frente Amplio y allanarle el camino a Morena. El fin es que López Obrador consume el maximato. Y, en consecuencia, PRI será recompensado.

Sólo que a Xóchitl la respaldan los ciudadanos de a pie, los que marchan en pro de la democracia, los que defendieron al INE no obradorista, la autonomía del INAI y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que siga siendo el que frustre las locuras del primer porro de la nación.

Sin los votos de los que siguen a Xóchitl Gálvez, el Frente está perdido.

Sin los votos del pueblo, Doña Derrota va a perder.

Archivo muerto

Llega Nahle a Veracruz y Juan Javier Gómez Cazarín arma un show. “Me quieren matar”, vocifera el esbirro de la secretaria de Energía. Y tira el dardo hacia la parcela de Eric Cisneros, el sátrapa secretario de Gobierno, el vicegobernador de Veracruz. “Tampoco puedo decir que es mi amigo; es un compañero de trabajo y tenemos, como todos, discrepancias políticas o laborales, pero siempre colaboramos de manera respetuosa”, “sí me da temor mi integridad; si pagan por publicidad negativa hacia mí, pues qué no pueden pagar por hacerme daño, es donde ponen en riesgo a la vida de alguien”, “yo no les hago nada, no me meto con nadie” y así el espectáculo de los enanos en el circo de la señora Rocio Nahle. La nena de Hueyapan casi moja el pañal. La puesta en escena es deplorable.

Pisa suelo veracruzano la oriunda de Río Grande, Zacatecas, y comienza la función. Nahle, que es toda una nulidad construyendo la refinería de Dos Bocas y una pésima política —eso sí buena recaudadora—, anda extraviada. Perdió el control del grupo que la circunda. Se fotografía con la banda del gobernador Cuitláhuac García para hacer creer que está sólida.. Simula que la candidatura de Morena al gobierno de Veracruz es suya, aunque ya no ve señales de Palacio Nacional. Sabe que si Cuitláhuac le da la espalda, Rocío Nahle no tiene con qué operar. Y Bola 8, alias Eric Cisneros, sigue en su pre-precampaña, no porque desaire al presidente Andrés Manuel López Obrador, que ya lo llamó al orden, conminándolo a bajarle a la autopromoción.

Pero Bola 8 no cede. Lo hace porque ese es el plan. Y si no cede es porque tiene línea de apretar. Deplorable show. Nahle no tiene liderazgo. No controla ni a Cisneros, ni a Cuitláhuac, ni a la banda en pleno. Está en las manos de su propia pandilla. Quiere ser gobernadora y los suyos la desoyen, la traicionan, la hacen venir a Veracruz. Y a Gómez Cazarín se le ocurre salir a llorar. Y todavía hay periodistas que les dan el sapo y se lo tienen que tragar… Pinche vampiro, se volvió loco. Apretujado por la secta, sintió los jalones en la camisa y soltó el codazo. No supo contra quién pero vació el instinto violento. Menudo codazo con la fuerza de un tipo que rebasa el 1.80 y es corpulento. Adán Augusto volvió a manotear. Reclamaba con palabras y con la mirada irascible.

La destinataria del codazo de Adán Augusto López Hernández fue la diputada morenista Karla María Rabelo Estrada, que en el recorrido le aplicaba marcaje personal. Y así el mitin de Huimanguillo, en su natal Tabasco, ya hizo historia. ¿Arrepentido? No, si sólo sacó algo de lo porro cuatrero que lleva dentro. Ah, pero si la que jalara la camisa fuera Andrea Chávez la trataría como si él fuera Ken y ella, Barbie. O él Adán y ella Eva. Como ese día en el avión, comedido, cediéndole el asiento del centro y deslizando la palma de su manota sobre la espalda media —y algo baja— de la diputada federal. Y luego no quiere que se hable de un romance 70 y 20. Lo malo para él es que ahora fue un codazo y que lo captaron las cámaras y la imagen se viralizó en redes y así ya se sabe que el mandril con poder es un peligro para la nación… Greenpeace viene a potenciar la lucha por reubicar el basurero municipal en Villa Allende. Es el inicio de un desastre ambiental, incidencia de enfermedades, daños a la salud por tuberculosis, afecciones cardíacas, problemas digestivos, contaminación del manto freático y violación a la Ley Ambiental, y el gobierno no actúa.

Ni el alcalde Amado Cruz Malpica, ni el florero llamado Sergio Rodríguez Cortés, un ex perredista-duartista que encabeza la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente, se involucran. Peor, son cómplices por omisión. La organización Allende 213 documentó el caso, denunció y logró que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente iniciara diligencias. Profepa es la instancia federal y cuando deslinde responsabilidades Amado y Sergio Rodríguez estarán implicados en delito ambiental. Y eso es cárcel. Greenpeace, el poderoso organismo no gubernamental, ya lo tiene en su agenda; la prensa nacional también.

Cuando Greenpeace se asiente en Coatzacoalcos y active la maquinaria, el escándalo será internacional. Se verán las montañas de basura, la contaminación de lagunas, los mantos freáticos alcanzados por los desechos que se filtran, los residuos en casas de colonias vecinas, como la Allende Unzaga, y una nueva ruta, a un costado del actual tiradero, abierta por el ayuntamiento morenista para verter basura y más basura. Greenpeace sabrá entonces que ahí, donde se erigen montañas de basura, es una reserva ecológica. Insólito, una reserva ecológica usada como basurero municipal… ¿De cuánto fue la utilidad de la Expo Feria Coatzacoalcos 2023? De nada. Fue, diría el alcalde Amado Cruz Malpica, sólo diversión. Fue, dirían los peritajes de tránsito, pérdida total. Pero una pérdida total descomunal. Ya se verá…

Cuitláhuac no cuenta todo. No dice que los mutilados, los congelados, la cabeza colgada en un puente, los arrojados en las calles, las mantas que incriminan, son la disputa entre policías delincuentes y los cárteles por el control de Veracruz.

No dice que Los Zetas ya no operan, ni los Zetas Vieja Escuela existen. No dice que hoy son fachada de grupos que suplantan y se cubren con el nombre y la estirpe de sangre de las organizaciones criminales para implantar el terror.

No dice el gobernador que los Zetas, o lo que quedaba tras la irrupción del Cártel Jalisco Nueva Generación en Veracruz en tiempos de Javier Duarte, fueron exterminados. O pararon en las cárceles. O huyeron. O se integraron a otros grupos delincuenciales. Y que su nombre sólo se usa en montajes policíacos.

Ya no hay Caballeros, ni Comandantes H, ni Gonzos, ni Luckys, ni Ardillas, ni los Osiris, ni los Erick, unos muertos, otros en la cárcel, y sus bandas desmanteladas a sangre y fuego, sangre de sus venas y fuego de las armas de quienes recibieron la encomienda de ir a cazarlos.

Aquellos zetas se extinguieron y sus matones fueron a parar a otros cárteles, el Jalisco Nueva Generación, el Sinaloa, el del Golfo, y las ramificaciones y vertientes, sicarios que van por el control de la plaza, derramando sangre, despedazando literalmente a sus rivales, imponiendo un lenguaje de sangre, un actuar violento y un destino de muerte.

Ya tampoco hay jefes de plaza contemporáneos de Osiel Cárdenas Guillén, líder máximo del Cártel Del Golfo, hoy en prisión en Estados Unidos. Ni sus lavadores, ni los operadores que tejían las redes de corrupción con las policías municipales, las policías de abajo, ni la estatal.

Ni los matarifes del Cártel Jalisco Nueva Generación que impactaron a Javier Duarte, que iniciaba su mandato, cuando arrojaron 35 cadáveres a los pies del monumento a Los Voladores de Papantla, frente a Plaza Américas, en Boca del Río, la zona más turística de todo Veracruz.

Los cárteles no se crean ni mueren, sólo se transforman. Ahí también hay cuarta transformación.

Poza Rica es la más reciente erupción. Una veintena, quizá más, de cuerpos mutilados, congelados en refrigeradores y neveras, detectados durante el cateo a cinco casas de seguridad, reveló que el horror aún está por venir.

¿Y la identidad de los caídos? Acaso centroamericanos indocumentados que dejaron sus tierras para ir en pos del american way of life y a mitad del camino los sorprendió La Maña y no sólo acabó con el sueño sino también con sus vidas.

“Se están dando”. La expresión no brota de los labios de Javier Duarte, como aquella que lo hizo célebre: “se están matando entre ellos”. La expresión es del gobernador morenista y la explicación le reventó el seso.

Pues no. No se están dando entre ellos sino que se dan, se matan, se mutilan porque en el mundo de los violentos quien infunde más miedo es quien tiene el control. Y se dan porque no hay gobierno. Hay vacío de autoridad. Y hay complicidad policíaca, judicial y política. Abrazos, no balazos y esto ya es una masacre descomunal.

A Poza Rica le ha seguido un festín de sangre. Otros muertos. Otros mutilados. Una cabeza colgada en un puente. Otros cuerpos sin vida cerca de una sede policíaca y el punto clave: mantas que advierten que los jefes policíacos están adentro con los cárteles.

Un cuerpo desmembrado fue dejado —miércoles 16— a unos metros del Mando Único en Córdoba, la Ciudad de los 30 Caballeros, que antes fue feudo zeta.

Según el reporte al 911, se trataba de una bolsa negra con manchas de sangre. La policía confirmó que se trató de hombre.

El jueves 17, una cabeza humana fue colgada en el puente Las Sillas, en la comunidad El Encinar, municipio de Nogales, en la carretera Orizaba-Puebla. Mientras los vehículos transitaban, podía observarse el macabro espectáculo.

Horas después familiares del occiso acudieron a identificarlo. Se trataba de un vecino del lugar que había sido levantado y desaparecido.

Horas antes, al amanecer del jueves 17, fue arrojado el cuerpo de un varón, mutilado, sobre la carretera Poza Rica-Cazones, cerca de la población La Victoria, ya en el municipio de Papantla.

Junto al cuerpo fue dejada una narcomanta con mensajes amenazantes, cuyo contenido se desconocen debido a la rápida acción de la policía que los ocultó.

Otras mantas fueron colocadas en distintos puntos de Poza Rica. El mensaje era una tácita denuncia contra el gobernador Cuitláhuac García, suscrita por un grupo criminal que se autodenomina Los Tercios.

Le imputaban una relación con un jefe criminal apodado “El Coco”, a quien señalan de ser quien desde hacia tiempo mantenía congelados los cuerpos mutilados en las dos casas de seguridad en Poza Rica.

“La limpia llegó y lo hemos demostrado, que nosotros llegamos a hacer nuestro jale. Poza Rica es nuestro ya. ¿Qué esperas, Cuitláhuac? ¿Qué te dio el ‘Coco’ para que lo protejas tanto? ¿A poco sí se creen esa mamadas que ya no está en Poza Rica ‘El Wacho’?

“Por órdenes del ‘Coco’ es que tenían los cuerpos congelados desde hace mucho tiempo.

“Cuando la ciudad ya es nuestra, nosotros andamos operando 24/7 sobre la idea pues es a lo que venimos”.

Tras lanzar amenazas a otros criminales, sentencian:

“Los de CFE con sus diablitos y Pemex apoyando con los contratos y el líquido”.

Cuitláhuac García sólo finge. Simula cero tolerancia. Simula que el morenismo tiene un plan de seguridad. Y pregona que la inseguridad cede.

No es así. Su policía, el Cártel de la SSP, actúa como los cárteles. Sus jefes levantan —caso Archi— y desaparecen, y luego sus víctimas son halladas sepultadas clandestinamente. Y todas las mantas hay nombres de jefes policíacos coludidos con los delincuentes.

El gobernador finge y oculta cuántos criminales ya no son zetas ni miembros del CJNG. Y cómo se creó el Cártel Nuevo Veracruz, del que nadie habla pero es el más poderoso.

Mientras, lo acusan del proteger al “Coco”, el que mutiló y congeló los cuerpos en Poza Rica.

Archivo muerto

“Un convoy de seis camionetas se nos cruzaron con armas largas, le apuntaron a la gente y a mí, sin decirnos nada”. Y el Güero Velasco no salía de su asombro, y de su ira. Una patrulla cerró el paso al vehículo del aspirante presidencial. De las otras unidades descendieron varios policías. Rodearon la camioneta del aspirante presidencial del Partido Verde que ese día, el viernes 18, se fue de Veracruz, no morado sino verde de coraje. Lo mismo ocurrió con los otros vehículos de su comitiva. Salía de la ciudad y se dirigía a Acayucan cuando la Policía de Cuitláhuac García lo encañonó. Su evento fue lo de menos.

Nada tiene el Partido Verde Ecologista de México en Coatzacoalcos, como no sea el uso de una franquicia para pepenar espacios y candidaturas, siempre en alianza con el PRI y ahora con Morena. Fue a inaugurar la sede municipal del PVEM en medio de un desorden total. Tuvo que elogiar a Amado Cruz Malpica, cuya gestión es la peor en años, plagada de raterías, extorsión a constructores, dispendio, vida fifí de la familia real, o sea, Amado, su esposa y la parentela, y un insultante nepotismo que, por supuesto, implica violación a la Ley Orgánica del Municipio Libre. Y ya como despedida, la corcholata verde, Manuel Velasco, fue víctima del Cártel de la SSP. Fueron 30 minutos de revisión, como si los policías no tuvieran información específica sobre qué personajes políticos llegan al puerto, si arriban por aire o por tierra, en qué vehículos se mueven, qué eventos encabezan, qué información generan. Todo está en la agenda de Seguridad Pública de Veracruz, vía los informantes que infiltra la SSP en todo evento. Los “orejas” informan con detalle.

Los “orejas” envían fotos, textos, videos. Son procesados en tarjetas informativas. Todo en tiempo real. Era imposible que el Cártel de la SSP desconociera que en ese convoy viajaba Manuel Velasco Coello. El parte informativo de la SSP es una absoluta idiotez. Se escudan diciendo que las camionetas tenían vidrios polarizados. La imbecilidad se cuenta sola. La SSP tuvo las características de las camionetas, marca, color, placas, desde que Manuel Velasco llegó a Coatzacoalcos. Sabían la identidad del personaje que viajaba en su interior. Y aún así, lo encañonaron. Encañonaron a un senador. Encañonaron a un aspirante presidencial. El incidente fue un calentón de Cuitláhuac García, desgobernador de Veracruz, y del sátrapa Eric Cisneros, alias Bola 8, alias secretario de Gobierno. Y el calentón también atrapa a Rocío Nahle porque lo ejecutaron sus esbirros… Al final, Rogelio Franco venció a Cuitláhuac García, a su perversidad, a su paranoia. Logra su libertad tras 15 amparos, 10 delitos imputados y seis procesos penales, dos años y medio tras las rejas.

La justicia federal absuelve al ex secretario de Gobierno de Veracruz, el preso político número uno del gobernador morenista. A Rogelio Franco Castán no le pudo probar ni el delito de ultrajes a la autoridad, ni la asociación delictuosa, ni el desvío de recursos, ni el abuso de autoridad, ni la violencia intrafamiliar. Difamado en todos los frentes, ganando amparo tras amparo, Franco venció a Cuitláhuac y a la inquina de la fiscal Verónica Hernández Giadáns, y a la insidia venenosa de Eric Cisneros, el mal llamado secretario de Gobierno morenista sobre el que hasta el Ejército ha acreditado que protege a grupos delincuenciales. Franco Castán salió de la prisión de Pacho Viejo la noche del viernes 18, luego de horas y horas de trámites hasta que el régimen represor de Cuitláhuac García ya no pudo más. Se le varió la medida cautelar a prisión domiciliaria. Desde ahí continuará su defensa. Llegó a su hogar. Lo recibieron sus hijas, su madre, sus amigos, los leales que estuvieron a su lado siempre, que no cejaron ni desistieron, que alzaron la voz y marcharon por las calles. Convertido en el rehén político de Cuitláhuac, su libertad vale oro. Es un golpe demoledor al uso arbitrario, cruel y demencial del poder por parte de la pandilla que mal gobierna a Veracruz… 

Con la venia, o no, de Rocío Nahle, los emisarios de Juan Carlos Fong colocan un espectacular en terreno ajeno. Y son alevosos. Y abusivos. La mañana del sábado 19, se erigió un espectacular con las siluetas de Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle, ella con su casco de pseudopetrolera, y las leyendas “En Veracruz es tiempo de las mujeres”, “En Veracruz, en la encuesta, Claudia es la respuesta”. Los obreros trabajaron a mil por hora. Colocaron zapatas de concreto bajo tierra, que son el soporte de la estructura metálica donde se fijó la lona con la imagen de las dos divas políticas. El terreno de 4 mil metros cuadrados es propiedad de Fernando Hernández Hernández y lo acredita con su boleta predial expedida por el ayuntamiento de Coatzacoalcos. Año con año paga más de 30 mil pesos de impuesto.

Oficialmente, Fernando Hernández es el propietario del terreno, ubicado sobre el malecón costero, frente a la Paloma de la Paz, casi esquina con avenida Las Palmas, fraccionamiento Paraíso. La escritura pública confirma su calidad de propietario. El antecedente de esa escritura sirvió al ex alcalde Edel Álvarez Peña para que una de sus empresas fachada se hiciera dueña, en juicio civil, del megaterreno ubicado a unos metros de Soriana, cuya mitad hoy ocupan La Parisina y Office Depot. ¿Quién colocó el espectacular de las divas políticas, Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle? Los trabajadores señalan al arquitecto José Juan Ríos, y éste a Juan Carlos Fong Cortés. Y ahí está la punta del hilo.

Y ese hilo lleva a Dos Bocas. A Fong Cortés, integrante del consorcio Huerta Madre, le correspondió el primer contrato del proyecto de la refinería Olmeca, que Rocío Nahle aún no entrega y que lleva un año dos mes de retraso. Fong se hizo de 5 mil millones de pesos por acondicionar el terreno en que se erige la refinería. Es un trabajo deficiente, razón por la que se inunda cada vez que llueve. Pero Rocío Nahle lo consiente y lo solapa. Fong y el compadre de Nahle, Arturo Quintanilla Hayek, son algo así como uña y mugre, participando hasta en pujas para agenciarse terrenos en remate. Hoy, según los trabajadores, es el que hace colocar el espectacular de Sheinbaum y Nahle en el malecón de Coatzacoalcos, pero lo hace en un terreno que tiene dueño, Fernando Hernández. ¿Y el alcalde Amado Cruz Malpica qué acción toma? Ninguna. Es el cómplice mayor de Nahle y su clan, así esté violando la ley. Aún no llega Nahle y sus sapos ya andan robando terrenos. Seguimos… 

Hay 200 sindicalizados en vías de pensionarse y Gersaín se frota las manos. Son plazas bien cotizadas, que reditúan millones. Son plazas que se venden en cifras de tres dígitos, léase miles de pesos cada una. El negociazo tiene un plus: las plazas se colocarán entre afines al regidor Gersaín Hidalgo Cruz, dueño del SUEM —Sindicato Único de Empleados Municipales—, sobre quien caen epítetos que van desde traidor genético —porque así es su ADN— hasta abyecto y servil al alcalde de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica. A la par, Gersaín, vía el líder formal del SUEM, Francisco Díaz, pasa a retiro a una buena parte de sus adversarios incómodos, que antes le fueron leales, aprovechando que ya están en edad de retiro. O sea, es un negocio de tres bandas: cobran las plazas, los que las ocuparán son de los agradecidos sin dignidad y se deshace de quienes le causaban migraña. Vaya, pues, con la buena suerte del alcalde Amado Cruz Malpica, un abogado laboral prestigiado.

Se encontró en el camino con un líder marrullero que le sirve para evadir los conflictos en Conciliación y Arbitraje, atizando la ambición del líder mentecato, “regidor lacayo, advenedizo, sin moral” y otros epítetos alzados de tono que le sueltan sus detractores. Gersaín le hace la chamba sucia a Amado. 200 plazas, cotizadas en miles, se vuelven millones. Ni sombra del Gersaín que defendió a su gremio, que marchó por las calles, que increpó al ex alcalde Víctor Carranza, que le dijo al padre Nicandro en la catedral de San José que el edil no salía de la iglesia porque era un “come santo y caga diablo”, aquel que cerró los accesos a Coatzacoalcos, que bloqueó el paso de vehículos en el túnel sumergido y que amagó con quemar el palacio municipal. Aquel sí era líder. Este Gersaín se volvió rufián…

Poza Rica, otro episodio de terror

Viernes, 18 Agosto 2023 05:14

 

* Cuerpos mutilados y congelados * Oficialmente, 13 cadáveres; extraoficialmente, 34 * Cuitláhuac simula que combate a los cárteles * Xóchitl, bajo el asedio del PRI * Está de regreso el FAC * Comenzarán las protestas * Gersaín apuñala a empleados municipales * El retroactivo en 10 paguitos

Mutilados, destrozados, apilados en neveras, los 13 o 34 cuerpos de Poza Rica —la cifra qué más da— son la estampa del horror que se vive Veracruz. Y es la factura que paga Cuitláhuac por simular que combate a los cárteles.

Cercenados, yacían en 29 bolsas de plástico, embalados y congelados en los aparatos de refrigeración, hallados tras un operativo policíaco en cinco casas de seguridad en las colonias Guadalupe Victoria, Oscar Torres Pancardo, Jardines, Las Vegas y Laredo.

Un enfrentamiento entre grupos criminales, durante la madrugada del domingo 13, y el intento de una de las facciones de refugiarse en el vivienda ubicada en la calle Gutiérrez Zamora, en la colonia Guadalupe Victoria, permitió hallar los primeros cuerpos.

Eran 14, todos mutilados. Los embalaron dentro de la bolsas de plástico y los depositaron en neveras, refrigeradores y contenedores.

Los primeros detenidos aportaron información. Otro sitio con 20 cadáveres mutilados, se encontraba en la calle Azalea, en el fraccionamiento Jardines. Pero ese lo niega el gobierno.

En la vivienda de la colonia Guadalupe Victoria aprehendieron a tres delincuentes. Otros dos cayeron durante el cateo a una casa de la colonia Las Vegas; una más en la colonia Laredo.

Oficialmente, sólo fueron 13. Quizá más, según el gobernador Cuitláhuac García.

En la conferencia de prensa del lunes 14, la fiscal de Veracruz, Verónica Hernández Giádans, secundó la versión original y pretendió marcarle la ruta a la prensa: dejar de manejar cifras no oficiales. O sea, 13 cuerpos y nada más.

Cuitláhuac se atrincheró en esa cifra y expresó que por el nivel de congelamiento había que esperar a que hubieran condiciones para proceder a la reconstrucción de los cuerpos.

Cuitláhuac García permaneció más de 24 sin emitir palabra, evadiendo el impacto del macabro hallazgo.

Petrificado, serio, el rostro descompuesto exhibía a un sujeto incapaz de explicar el nivel de violencia que estremece a Veracruz.

Profirió incoherencias, como siempre. “Se están dando”, dijo, haciendo recordar al priista Javier Duarte de Ochoa cuando vociferó “se están matando entre ellos”.

Sí, pero porque no hay gobierno. No hay autoridad. Se perdió control. Lo rebasó el crimen organizado, los narcos, los traficantes de migrantes, las bandas dedicadas a la extorsión, los traficantes de órganos, los tratantes de mujeres.

No hay gobierno y no hay gobernador. Cuitláhuac García, la estampa de Morena, el inútil de palacio, el títere del secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, que paga la factura de haber pactado con el crimen organizado, cedido territorio, haber simulado que combatía a los cárteles.

Cuitláhuac, el que se replegó cuando el Cártel Jalisco Nueva Generación incendió traileres y bloque autopistas, y lanzó ráfagas contra las fachadas de las sedes de la Fuerza Civil. Y al día siguiente, la Fuerza Civil se retiró.

Especialistas en temas de seguridad, como Raymundo Riva Palacio y Héctor de Mauleón, advierten que los niveles de violencia en Poza Rica y municipios aledaños, obedecen a enfrentamientos por el control de las plazas y el tráfico de migrantes entre el Grupo Sombra y el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Sobre la información de inteligencia de que dispone el gobierno, en su columna Estrictamente Personal, Riva Palacio es escéptico:

“Es el trabajo de inteligencia y la toma de decisiones a partir de esa información lo que debe hacer para resolver la conflictividad criminal, pero no se hace. Las autoridades tienen el mapa de cárteles, de sus brazos armados y sus sicarios, así como la identificación de sus líderes y jefes de plaza, pero el gobierno opta por mantenerlo como trabajo de gabinete, sin darle utilidad sobre el campo de operaciones. Dar abrazos está resultando muy costoso en vidas, y la descomposición del tejido social tiene impacto sobre la economía familiar. El gobernador prometió el lunes que las cosas no quedarían impunes, pero por el camino escogido, eso no sucederá”.

De Mauleón, en su columna En Tercera Persona, aborda los antecedentes de violencia en Poza Rica y municipios vecinos:

“Desde el año 2017 un brazo criminal conocido como el Grupo Sombra arribó al norte veracruzano. Según reportes de inteligencia está formado por desertores y antiguos integrantes del Cártel del Golfo que quedaron en libertad, se reagruparon, y llegaron a la zona de Tuxpan y Poza Rica para combatir al Cártel del Noreste”.

Otros medios, como Infobae, señalan que la violencia se da por la disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y un grupo criminal local. Según Cuitláhuac García, su líder sería el ex diputado perredista Gregorio Gómez, al que detuvieron imputándole portación de armas, droga y vehículo robado. Cuando obtuvo un amparo, le atribuyeron la autoría intelectual del asesinato del ex diputado federal, Nicanor Martínez Olguín. O sea, es su preso político.

Hay otro ingrediente: Morena y los narcos. A Eric Cisneros, el Ejército le atribuye protección a grupos criminales, según comunicados hackeados por el colectivo Guacamaya.

Y hay razones válidas para categorizarlo así. Reveriano Pérez Vega, alias “El Pelón”, líder de la banda de “Los Pelones”, fue candidato de Morena a la alcaldía de Coxquihui, municipio cercano a Poza Rica. Perdió la elección pero la protección política está intacta.

Aprehendido en los tiempos en que Jorge Winckler Ortiz era fiscal de Veracruz, Cuitláhuac García movió el aparato judicial para liberarlo. Y lo logró.

Su hermano, Fernando Pérez Vega, alias “El Pino”, fue ultimado el 22 de enero pasado junto con su familia en Las Bajadas, a unos metros del aeropuerto Heriberto Jara y de la base naval, en la carretera que va de Veracruz a Xalapa, luego de asistir a un evento político del partido Fuerza por México, del que había sido candidato a la alcaldía en Coxquihui.

“El Pino” se percató que los seguían. Dejó al camioneta. Tomó un taxi e intentó alejar a su familia del peligro. Los sicarios fueron por él, matando también al taxista, y a su esposa, hijos, sobrina y el maestro que conducía su camioneta. Con “El Pino”, Cuitláhuac tenía una cuenta que saldar.

Poza Rica sacude al país. Los cuerpos desmembrados, congelados, dan la cuenta del nivel de violencia brutal que prevalece en el norte de Veracruz.

Y, en consecuencia, Cuitláhuac paga la factura por simular que combate a los cárteles.

Archivo muerto

Una buena, otra mala, otra peor. Xóchitl Gálvez, candidata de la marea rosa, ganó el conversatorio del Frente Amplio por México, pero los dinosaurios echaron a Enrique de la Madrid y siguen inflando a Beatriz Paredes Rangel. 

Los porcentajes obtenidos por Xóchitl Gálvez en el sondeo en casa (32 por ciento) y telefónico (51 por ciento) le favorecen. Beatriz Paredes creció y se acercó a la senadora hidalguense. 

La encuesta en casa le da a Paredes 29 por ciento y en el sondeo telefónico, 17. En la ponderación, Xóchitl reafirma su liderazgo: 38.3 contra 26 de Paredes y 20.1 por ciento del panista Santiago Creel. 

El PRI viene operando con sus mejores mapacherías. Al ver que Paredes no alcanzaba las 150 mil firmas de apoyo, reescribió las reglas del juego y forzó a que se alterara la forma de recolección. De tener pocas firmas, 

Beatriz Paredes creció a hasta alcanzar más de 450 mil. Y tras el debate-conversatorio, se proyecta al segundo lugar, aunque la encuesta del periódico El Financiero la sitúe en último lugar, por debajo incluso de De la Madrid. En el PRI sigue la marrullería. No entienden que la única posibilidad de triunfo para el Frente Amplio es que Xóchitl Gálvez sea su candidata. Es la única que se va acercando a Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard en los sondeos cara a cara y los puede rebasar. 

Beatriz Paredes está en el sótano en el careo. Las firmas de apoyo a Xóchitl Gálvez provienen mayoritariamente de la sociedad; es la candidata del pueblo. Las firmas de Xóchitl son de casi medio millón de ciudadanos sin partido y se multiplicarán en millones de votos; las de Beatriz Paredes son casi medio millón de firmas de priistas pero hasta ahí; el PRI no tiene el apoyo de la sociedad y esa es la razón de que perdieran tantas gubernaturas. 

Si de lo que se trata es de perder, que el PRI se abra del Frente Amplio y postule a Beatriz Paredes. Será destrozado en la elección. Perderá la Presidencia, gubernaturas, senadurías, diputaciones federales y locales y alcaldías. Y con toda seguridad el registro ante el Instituto Nacional Electoral. Lo mismo que le ocurrirá al PRD si decidiera irse solo. Beatriz Paredes posee experiencia y tiene un bagaje político impresionante, pero no conecta con la sociedad, mucho menos con los jóvenes, como sí ocurre con Xóchitl Gálvez. Y sobre Paredes caen toneladas de repudio cuando se activa aquella entrevista que le hiciera la periodista Carmen Aristegui a propósito de la muerte del ex presidente de Cuba, Fidel Castro. 

Los elogios al dictador, la exaltación de la dictadura, provocó una condena brutal. Con eso le basta a López Obrador para asegurar el triunfo de sus marionetas y la instauración del maximato. El PRI está jugando al rival más débil… 

A ras de piso, detonando reclamos, activando colonos, el FAC está de regreso. Se reedita, con viejos y nuevos actores, aquel grupo político que sacudió al sistema, que le dio dos alcaldías de oposición a Coatzacoalcos en los días de PRI hegemónico, cuando vencer al PRI era, tácitamente, jugarse la vida. 

Lidera al Frente de Acción Cívica el mítico Héctor Barreda Aguayo y lo secunda Joaquín Montillo, su secretario general, con el coacheo de Marco Antonio Castellanos Díaz, quien fuera regidor, dirigente del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, iniciador del movimiento cardenista en Coatzacoalcos, activista del zapatismo y preso político cuando una protesta contra el transporte urbano derivó en la quema de una unidad a manos de un infiltrado del gobierno chirinista y lo remitieron al penal donde se negó a claudicar. Al Frente de Acción Cívica se debe el trabajo social y político que llevó a Francisco “Pancho” King Hernández a la presidencia municipal de Coatzacoalcos, en 1973, contendiendo contra el PRI, el partido de toda su vida. Y cuando dio el chaquetazo y regresó al tricolor, fue el FAC el que recicló todo el malestar y la repulsa, la ira por la traición, e impulsó la candidatura del doctor Marco Antonio Castellanos López, bajo las siglas del PARM, para derrotar por segunda ocasión al PRI, en 1976. 

Desde entonces prevalece la vocación opositora del pueblo de Coatzacoalcos. Aquí, en el distrito 21, arrasaron Cuauhtémoc Cárdenas y el doctor Castellanos López, quien contendió por la diputación federal, en 1988, y luego vendrían las cuatro diputaciones federales del PRD con Amado Cruz Malpica, en 1994; Luis Rojas Chávez, en 1997; Pedro Miguel Rosaldo Salazar, en 2000, y Gloria Rasgado Corsi, en 2006. Gloria ya había sido diputada local en 1998 y fue el dolor de cabeza de Marcelo Montiel y ni se diga la de Iván Hillman Chapoy y su maquinaria de papel, o sea Diario del Istmo, el periodiquito de colores de la pandilla Robles, el nefasto Clan de la Succión. 

En 1998, Armando Rotter Maldonado se convirtió en el primer y único presidente municipal de Coatzacoalcos de extracción perredista. Fue el FAC la levadura en que se gestó el movimiento opositor. Y hoy está de regreso. En breve iniciará la protesta social y el debate de las ideas…

 Puñalada trapera al gremio de los empleados municipales, y se las asestó Gersaín. Convocó el SUEM —Sindicato Único de Empleados Municipales— a sus miembros, los de base y los fijos, y les dio a conocer el pago del retroactivo del incremento salarial y el quinquenio. Acudieron a su sede sindical el 30 de julio. Habló el líder, 

Francisco Díaz, pero habló más el dueño del SUEM, el auténtico dueño, Gersaín Hidalgo Cruz. Los acuerdos con el ayuntamiento de Coatzacoalcos rindieron fruto. Francisco Díaz es hombre de valor, decía Gersaín con tono empalagoso. Se aventó como ocho pláticas con el alcalde Amado Cruz Malpica y sacó el acuerdo. “Es de cojones “Pancho Caguamas”, bromeaban los agremiados. No les dijo, sin embargo, lo que el acuerdo tenía en letras chiquitas, como los contratos leoninos.

 Llegó el 15 de agosto y del retroactivo del incremento salarial sólo se reflejó una décima parte. Y como es lógico, preguntaron. Se acordó que el retroactivo se pagará en 10 cómodas parcialidades. Algo así como los paguitos de Electra. Para el 30 de agosto está programado el pago del quinquenio. Si se las vuelven a aplicar se va a sacudir el SUE. Amado Cruz Malpica es abogado laboral pero se comporta como el más deplorable patrón, conculcando los derechos de los trabajadores. 

No hay dinero para el gremio sindical pero sí para los salarios de la cúpula —alcalde, síndica, regidores y la runfla de empleados de confianza— los inútiles que tienen a Coatzacoalcos en el abandono total. Pagar el retroactivo del incremento salarial en 10 parcialidades es un insulto. 

Eso ocurre cuando el liderazgo se usa para darse vida de pachá, coleccionar viviendas, vestir con Ferragamo y enviar a la novia a Europa porque el psiquiatra le recomendó combatir el estrés… Ya respingaron en la Policía Municipal de Coatzacoalcos. La comida que les suministran a diario deja qué desear. Es la respuesta a la columna INFORME ROJO (http://bitly.ws/S73S) en que se evidencia el contrato de 18 millones de pesos otorgados por el alcalde Amado Cruz Malpica a chef Alam González Seda. Envían fotos y comentarios. Los epítetos son alzados de tono…

 

 

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