Jueves, 28 de marzo de 2024
Mussio Cárdenas Arellano

Mussio Cárdenas Arellano

Atrapado en el mundo de las letras y la denuncia social, Mussio Cárdenas Arellano cuenta ya con un extenso kilometraje recorrido en el periodismo. Lejano parece ya aquel 1978 cuando en Coatzacoalcos, su tierra natal, escribió sus primeras notas. Transitó por la entrevista, el reportaje, la crónica, el artículo y la columna política. Fue corresponsal de la revista Proceso, Imevisión, IMER, Contralínea; fundador de las revistas Contacto e Informe Rojo; analista político en radio y televisión, y ganador del Premio México por columna política, en 2009, otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (FAPERMEX). Su contacto con el periodismo viene de familia. Su padre, Mussio Cárdenas Cruz, y sus tíos Emilio, Francisco y Paulino, constituyen una dinastía de periodistas veracruzanos de reconocido prestigio. Actualmente escribe la columna Informe Rojo, que se publica en portales en internet y medios escritos con amplia aceptación entre la opinión pública.

mussioc2@gmail.com

 

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Xóchitl habló y el macho se calentó

Lunes, 17 Julio 2023 16:25

Tres arengas, un reto y el macho estalla. Habla Xóchitl y Andrés Manuel se calienta, se burla de su origen, se mofa de su pobreza, la tilda de corrupta, de servir al empresariado y termina violando el secreto fiscal.

Y Xóchitl Gálvez sigue creciendo.

No supera lo del derecho de réplica que Xóchitl exige, lo del amparo que un juez federal concedió, los reflectores que le dio cerrándole las puertas de palacio nacional, y las barridas y las trapeadas que Xóchitl Gálvez le acomodó, y lo único que se le ocurre es tildarla de rica, difundiendo documentos con los que viola la ley.

No la pudo desarticular cuestionando si nació en cuna pobre, si luchó contra el olvido y la marginación, si debió enfrentar a un padre macho como López Obrador, o si tuvo que vender gelatinas para ayudar a su madre o para ayudarse a estudiar.

Xóchitl lo venció simplemente sosteniendo su verdad.

Ni la pudo descarrilar sembrando duda de su raíz indígena otomí, auspiciando la rabia de las hordas fanáticas, la recua que lo secunda en su debacle moral, de los Fisgones y los Hernández a los que se les secó el seso con los 3 millones trimestrales que les paga la 4T, sicarios del garabato que sufren impotencia mental.

Frente a una historia de superación, la bajeza de López Obrador.

El decrépito apela a su nula moral, al escarnio, la burla. No ve que a cada golpe la termina de exaltar. El decrépito es torpe, sucio y perverso, y Xóchitl es un acertijo que no puede descifrar.

Cuando Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz mostró la fotografía de sus hermanos y ella cargada por el abuelo, a los moneros del garabato les dio por sustituirlos por las imágenes de Claudio X. González, Salinas de Gortari, el Jefe Diego, Fox, Alito, Marko Cortés, Zambrano, Anaya. Y Andrés Manuel hizo del chistorete el tema central de la conferencia mañanera.

Y los moneros chayoteros dibujándola con aspecto de mujer indígena que dice “Yo, gran jefa Botarga Inflada ser candidata pueblos originarios… mi madre, india de los concanacos, mi padre, raza de concamines, de tierra de Coparmex”.

Y aún así, el fenómeno político de Xóchitl Gálvez crece.

El escarnio divierte pero no hace efecto. O sí, a la inversa. Mientras más la menciona López Obrador, más la proyecta. Mientras más racista se ve El Fisgón, más adeptos tiene Xóchitl.

Esta horda de la 4T —el macuspano de abuelo español, Lorenzo Meyer, Sabina Berman, El Fisgón y Maromero Hernández— se arrogan el derecho a calificar quién es indígena o no. Así razonan las élites. Así razonan los fachos.

Y al racismo le agregaron el clasismo. 

El pejalagarto la quiso demeritar hablando de que se sube en una bicicleta y anuncia el producto en venta. “Tamales, tamales”, dijo en modo payaso, sin advertir el agravio a las millones de mujeres que mantienen la economía del hogar vendiendo comida.

Nada le funciona al presidente. Xóchitl Gálvez es un fenómeno político. Tener origen indígena no la hace menos; es su fortaleza. Millones de mujeres se identifican con ella por ser mujer y millones de indígenas le darán su voto por su raíz indígena.

Su vida es una historia de superación. Ayudó en su economía familiar. Se ayudó a sufragar gastos de estudio. Se enfrentó a su padre que se resistía a que acudiera a una escuela.

Xóchitl Gálvez no es como Andrés Manuel. Ella pudo estudiar en la UNAM y se apoyo con una beca. Vivió en un cuarto de lámina en una azotea de Iztapalapa mientras avanzaba en su formación profesional. Se graduó como ingeniera en programación. Luego se especializó en robótica, inteligencia artificial, edificios inteligentes, sustentabilidad y ahorro de energía.

Xóchitl no tardó 14 años en titularse, como López Obrador.

Xóchitl no fue un parásito, como Andrés Manuel que vegetaba rascándose los güevos en los jardines de la UNAM mientras sus padres alentaban la idea de que algún día concluyera su carrera de Ciencias Políticas, que le sirvió para vivir a costa del sistema que decía combatir.

Andrés Manuel acusó a Xóchitl Gálvez de nunca haber estado en una comunidad en Chiapas. Falso. Xóchitl Gálvez le aclaró, punto por punto, en qué lugares olvidados y abandonados, y por cuántos años se dedicó a implementar programas para combatir la pobreza.

Fue comisionada de Pueblos Indígenas en el gobierno de Vicente Fox, creando 10 universidades a las que López Obrador les terminó recortando el presupuesto.

Xóchitl Gálvez trabajó en Zongolica, la zona serrana más pobre de Veracruz. Desarrolló proyectos. En ese tiempo Andrés Manuel recorría el país con su bandera de “primero los pobres”, y tan útiles les son que en su gobierno la pobreza aumentó.

A lo largo de cinco años, nada inquietó a López Obrador. Veía la pobreza política de la oposición, falta de proyecto, escasez de figuras públicas, incapacidad para enfrentar a Morena.

Pero Xóchitl Gálvez lo descolocó. Y no sabe cómo enfrentarla. Y no descifra el enigma. Y no atina a responder al acertijo.

Va de error en error. Su desdén a cumplir con su obligación de darle espacio en la conferencia mañanera a la réplica de Xóchitl, marcó el encumbramiento de la senadora hidalguense. Ha sido su mayor propagandista. Y mientras más la ataca, más la hace crecer.

La burla no funcionó. Llamarla falsa indígena no funcionó. Reírse de que vendía gelatinas no funcionó. Llamarla tamalera no funcionó. Acusarla de ser candidata de los empresarios no funcionó. El fenómeno político le descompuso la sucesión.

Se le ocurrió imputarle que es rica. Y que fue delegada en Miguel Hidalgo, la delegación donde se halla Polanco y Las Lomas. Sí pero también la Pensil, Tacubaya y Anzures. Y que tiene contratos con el gobierno. Y que en total suman mil 400 millones de pesos.

Xóchitl, que no le dejó pasar una y que lo había toreado, le lanzó un misil. “En mi gobierno —dijo— no habría rateros, ni huevones, ni pendejos”, obvia alusión a López Obrador.

Le había expresado que la dejara de atacar y que ella sería presidenta, que López Obrador le entregaría la banda presidencial y ella tendría una amplia sonrisa.

A la alusión de la venta de tamales, Xóchitl Gálvez respondió con una mofa: Ta’ mal que no haya medicamentos para los niños con cáncer; ta’ mal que no haya seguridad; ta’ mal que el Metro no funcione; ta’ mal que las corcholatas hagan campañas deficientes; ta’ mal que el presidente sea machista, mentiroso y deficiente.

Y la desesperación le ganó a López Obrador. Ventiló información sobre la actividad profesional de Xóchitl Gálvez, sus empresas, contratos con el sector público pero también con la iniciativa privada, decir que en nueve años ha tenido ingresos por mil 400 millones de pesos.

Xóchitl Gálvez lo denunciará. La información que exhibió el presidente sólo podía provenir del Servicio de Administración Tributaria de la Secretaría de Hacienda. Violó el secreto fiscal.

Xóchitl niega que sean mil 400 millones y que si López Obrador lo demuestra, ella renunciaría a su aspiración presidencial. Pero que si no lo hace, que renuncie Andrés Manuel a la Presidencia. “No le saque, no se raje”, lo reta. Y reitera que son 31 años de trabajo y sólo el 5 por ciento de sus contratos son con el gobierno.

Nunca un presidente había atacado así a una mujer, usando el aparato de poder, lanzando a la jauría a denostar en redes y en medios de comunicación, desacatando al Instituto Nacional Electoral que estableció medidas cautelares por su intromisión en temas de partidos.

Andrés Manuel tiene un enemigo con el que no imaginó encontrarse. Es mujer y el presidente no ha sabido enfrentar a las mujeres. Tiene raíces indígenas, un pasado de pobreza y una historia de superación. Ni López Obrador, ni Sheinbaum, ni Marcelo Ebrard, ni Adán Augusto, ni Monreal, ni Noroña, ni Manuel Velasco la pueden superar.

Moralmente vapuleado, Andrés Manuel está en el desfase. Ataca a una mujer con las peores bajezas, ejerciendo violencia de género, difamando y lanzando a la perrada a ladrar.

Y en contrapartida, el fenómeno político crece cada día más.

Y pensar que Xóchitl sólo habló y el macho se calentó.

Archivo muerto

Víctor Kidnie cayó de la gracia de Ricardo Aldana y también de Mili Chagra. Al hoy líder nacional petrolero, Kidnie le robó una diputación federal en tiempos de Carlos Romero Deschamps y la respuesta de Aldana, ya con el poder total, fue orquestar la suspensión su comisión sindical, perder el poder en la Sección 47 del sindicato, cero acceso a los cientos y miles de millones de pesos que deja tener el control del personal y los contratos con Pemex. Y, como cereza del pastel,

Mili Chagra, con quien Víctor Kidnie tuvo un tórrido idilio, le dio fondo. Con fecha 11 de julio de 2023 y a petición del sindicato petrolero, Pemex se dio por enterada de la terminación de la comisión sindical de que gozaba Víctor Manuel Kindie de la Cruz y lo conminan a reincorporarse a su centro de trabajo. De los recursos pagados en demasía, Kidnie está obligado a reintegrarlos a Pemex. O sea, la humillación total. Si quiere seguir siendo petrolero, que trabaje. Lo de Mili Chagra es como las novelas rosas con final nada feliz.

Entre diciembre de 2022 y enero pasado, la ex reina del Carnaval de Coatzacoalcos pintó su raya. Y a la fecha nada le falta y nada le faltará, incluido el amor. Un buen departamento en la Ciudad de México, un buen auto, lo que requiera, lo que sea su antojo. Mili fue una figura durante el fidelismo. La diosa. Si la veneraba el gobernador, la veneraba la corte. Así hasta que a Fidel Herrera se le ocurrió jugar al trenecito y las fotos sacudieron a Veracruz y, sobre todo, a doña Rosa.

Entonces Mili cambió de ruta. Y Víctor Kidnie, poderoso líder de la Sección 47 del sindicato petrolero, se volvió opción. Mili viajaba con Carlos Romero Deschamps y esposa en avión privado. Visitaba frecuentemente Cancún. Era asidua al Coco Bongo. Pero un día la magia terminó. Viendo las broncas de Kidnie, el conflicto con los subalternos, la denuncia por el seguro colectivo de los trabajadores, el lodo que Víctor le lanzó a Víctor Colunga, al que pretendió convertir en títere, hoy aprehendido y vinculado a proceso, y la venganza de Aldana que lo congeló y lo tiene a un paso de la cárcel, Mili optó por tomar su camino. Kidnie ya entendió el juego. Fue como el Kleenex. Lo usó y lo desechó… 

La jueza Angélica vuelve a reír. El Tribunal Colegiado de Xalapa resolvió que puede seguir su juicio el libertad. Continúa el proceso legal, pero Angélica Sánchez Hernández abandonó el penal de Pacho Viejo. Se mantendrá en prisión domiciliaria y desde ahí, puede defenderse de los cargos de tráfico de influencias y delitos contra la fe pública. Angélica Sánchez es la nueva rehén del desgobernador Cuitláhuac García Jiménez, el bandolero de la 4T que persigue a cuanto ciudadano inocente, adversario político, luchador social, periodista, comerciante o miembro del Poder Judicial osa oponerse a sus locuras, disparates y abusos. Angélica Sánchez, jueza que llevaba el proceso a Itiel “N”, acusado del crimen del ex diputado priista, Juan Carlos Molina, acató la resolución de un juez federal y de un Tribunal Colegiado que advirtieron las graves incongruencias halladas en el juicio y determinaron que se le dictara una nueva medida legal.

La jueza Angélica Sánchez dictó no vinculación a proceso. Horas después lo pagó. La Policía Estatal la aprehendió, la desapareció durante cinco horas, la obligó a disparar un arma para acreditar la acusación de que había agredido a los elementos policíacos y la hicieron firmar confesiones en las que se incriminaba. Pero la presión pública jodió al gobernador. Dos días después, Cuitláhuac la tuvo que soltar; la enlodó pero no la pudo retener. Y 10 días más tarde, en la Ciudad de México, la volvió a detener, ahora acusada de delitos contra la fe pública y tráfico de influencias. Es de locura. Cuitláhuac requiere camisa de fuerza. Hoy, la justicia federal vuelve a proteger a la jueza Angélica Sánchez y Cuitláhuac, le guste o no, la tuvo que liberar… Y al tercer día, Nahle no resucitó; sigue en el infierno de Dos Bocas.

Llegó a Coatzacoalcos, no a suscribir pacto alguno, ni a dar la voz de arranque a la sucesión, ni a mostrar el músculo en su feudo porque ese músculo no existe y si Morena gana eleciones es por la operación política del priismo —marcelistas, dualistas, fidelistas— con el que la secretaria de Energía se entiende y se arregla al precio que sea, a fin que no le cuesta a ella sino al erario de Coatzacoalcos. Al tercer día, Rocío Nahle no resucita. Viene muerta políticamente por el fracaso de Dos Bocas, la refinería que no refina nada pero que es un suculento negocio de los compadres del clan Nahle-Peña y la cajota de cash de Andrés Manuel. Llega, se reúne con los hampones —Zenyazen, Gómez Cazarín, Eleazar y Lima Franco— y luego va a cafetear con el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued. Y ahí, en Boca del Río, otra foto. Sólo eso sabe hacer. La estrategia de las fotos exhibe la limitación mental de la zacatecana.

Describe cómo intenta sorprender la zacatecana. Retrata lo rupestre que es la zacatecana. Su viaje a Coatza fue un rapidín. Y al tercer día se esfumó. Su presencia en Veracruz es efímera. Rápido se borra de la mente de los veracruzanos. Se diluye frente a la realidad. En Veracruz de inmediato se deja de hablar de Rocío Nahle. Es etérea. En tres segundos nadie sabe dónde está… Qué ingrato es Amado. Tanto que hizo por él Rocío Nahle y ya la dejó de fumar. Su gurú es José Pablo Robles Martínez, dueño de Diario del Istmo. Lo que diga la secretaria de Energía no cuenta; lo que diga el jefe del Clan de la Succión, sí.

A Nahle le dice que sí y le da el avionazo; con Robles se entiende, así vaya contra los intereses de su otrora madrina política. Amado Cruz Malpica usó a Rocío Nahle para ser candidato de Morena a la presidencia municipal de Coatzacoalcos y que ésta hiciera efectivo su pacto con el marcelismo —Marcelo Montiel, Joaquín Caballero, Jesús Moreno, Víctor Rodríguez, Miguel Antonio Wong— y así comprarle los votos con los que alcanzó la alcaldía de Coatzacoalcos, un sueño que hoy es pesadilla. Y una vez que llegó a la presidencia, Amado hizo mancuerna con el sátrapa de la Succión. Bien dicen que el traiciona una vez, traiciona de aquí a la eternidad…

La foto de los hampones

Jueves, 13 Julio 2023 18:30

Los hampones no ríen de alegría o júbilo. Ríen cuando roban, cuando agreden, o cuando circundan a la jefa del clan, la matrona Rocío Nahle, la que cohesiona y encubre a la banda que ha venido arrasando con lo mejor de Veracruz.

Destrozada por su fracaso en Dos Bocas, vencida por los tiempos y los costos, por el laberinto de mentiras del que no pudo salir, Nahle convoca a la pandilla que hace un mes, en junio, se la quiso sacudir.

A su hogar en Coatzacoalcos acuden el desnudista que pretendió ser gobernador y ahora intenta ser senador; el zar de los dineros, que malversó a tal grado que hasta para tener grupo político le dio; el sátrapa del Congreso con récord en leyes anuladas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y negocios chuecos por aquí y por allá, y el titular de Finanzas que es, en el fondo, responsable del subejercicio multimillonario y del saqueo a Veracruz.

A su hogar en la ostentosa mansión de Rocío Nahle, ubicada en la zona fifí de la avenida Lázaro Cárdenas, arribaron los cinco rufianes, los favoritos el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, y el mensaje es que el grupo Nahle apoya a la ingeniero Nahle.

EL 10 de junio, en Casa Veracruz, hogar del gobernador, Cuitláhuac citó a su equipo compacto. Tácitamente definió que iría con el secretario de Educación, Roberto Zenyazen Escobar García, en el proceso de sucesión. Alineó a su gente e ignoró a Rocío Nahle García.

La versión se esparció desde el seno del grupo en el poder. Nahle dejó de ser opción. La estructura que había formado, Cuitláhuac a la cabeza, la desechaba.

Pero un mes después, Zenyazen se bajó, será senador y Nahle volvió a respirar.

O sea que le aplaudieron, la usaron, la olvidaron, la traicionaron y la obligaron a negociar.

La fotografía que rubrica el encuentro dice lo contrario a lo que la recua morenista difunde: Rocío Nahle tuvo que entregar posiciones o entraría en una guerra de la que saldría peor de como la dejó Dos Bocas.

Es la foto de los hampones. Las sonrisas son parte de la simulación. Ríen la aún secretaria de Energía, Rocío Nahle; ríe Eleazar Guerrero, subsecretario de Finanzas y primo incómodo del gobernador; ríeJuan Javier Gómez Cazarín, líder del Congreso de Veracruz, y ríe José Luis Lima Franco, secretario de Finanzas. El que apenas esboza una mueca es Zenyazen Escobar, secretario de Educación.

Rocío Nahle salió maltrecha de Dos Bocas, sin que la refinería Olmeca tenga para cuando producir un mililitro de gasolina. Se le disparó el costo de 8 mil millones de dólares, en lo que “el cerebro energético” de López Obrador tasó el proyecto y dijo que no pasaría de ahí. Algunos de sus críticos dicen que se ha invertido 17 mil 200 millones de dólares y otros, retomando información de Pemex, que ya superó los 22 mil millones.

No sale del infierno en que se metió con Dos Bocas y ya anda caliente en cónclaves tipo la Cosa Nostra, haciendo creer que ya comenzó la sucesión. Ahora que si ya anda en campaña, entonces está violando la ley.

Nahle, pues, es un fiasco esférico. Por donde se le vea, miente. Por donde se le analice, es un fracaso. No da una en sus tareas como secretaria de Energía y responsable de la construcción de la refinería Olmeca. No mide cuántos votos en contra le pueden acarrear los criminales que desgobiernan Veracruz, sus amigos.

La foto de los hampones es la estampa de la desesperación. Hecha trizas por el fracaso de Dos Bocas, Norma Rocío Nahle García manda un mensaje contradictorio. Lo hizo tan mal con la refinería que su premio será contender por el gobierno de Veracruz.

Su mozo de estribos, Juan Javier Gómez Cazarín, un bandolero con fuero de líder cameral, es el encargado de inflarla. Ante la prensa, se vació con un rollo digno de risa: la 4T en Veracruz goza de cabal salud. Tiene unidad, rumbo y destino.

“Carantizar la continuidad del proyecto a favor del pueblo”, dice Cazarín.

Y de ahí, se va al destape… anticipado.

“Chío lo ha dicho: Veracruz es su hogar y su destino, y desde las bases de Morena respaldamos que la mejor posicionada en las encuestas y ante los veracruzanos, para refrendar el proyecto de la Cuarta Transformación”.

El bodrio es de risa. Nahle quiso ser veracruzana modificando la ley y atropellando la Constitución. Gómez Cazarín fue su sicario legal. Crearon la Ley Nahle, un par de reformas a párrafos que atañen a la condición de veracruzanos como requisito para contender por la gubernatura de Veracruz. En el Congreso, Morena se impuso con su mayoría. Pero la Suprema Corte de Justicia de la Nación les dio para atrás.

La zacatecana fue la usurpadora con una ley a modo. Su argumento era que cualquiera no nacido en Veracruz podía alcanzar condición de veracruzano con solo ser padre de nacidos en la entidad. Pero la Suprema Corte los bateó.

Gómez Cazarín también es un usurpador. Usurpa la voz de miles de morenistas que no militan en el proyecto de Rocío Nahle, los que jalan con el diputado federal, Sergio Gutiérrez Luna, y los del delegado de Bienestar en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara.

Esas bases de Morena no están con Rocío Nahle, ni le ven mérito, ni olvidan que siendo oriunda de Río Grande Zacatecas, se quiso inventar condición de veracruzana, ni dejan de reírse del fracaso en Dos Bocas.

Nahle no tiene un grupo compacto. Entre los hampones hay uno que se rebeló. Eric Patrocinio Cisneros Burgos, secretario de Gobierno, se fue por la libre. Atestó de espectaculares todo Veracruz, difundiendo su libro sobre la negritud en Veracruz, con su nombre y su imagen. Eso es promoción personal.

El hampón, que es el artífice de mil violaciones a la ley, de encarcelamientos de inocentes, de invención de delitos, de uso despiadado del aparato policíaco y judicial para perseguir enemigos políticos y aterrorizar a Veracruz, tuvo siempre el cobijo, la complicidad, el encubrimiento, la protección de Rocío Nahle.

Nahle no es ajena al clima de terror. Nahle solapó a Bola 8, alias Eric Cisneros. Nahle no atajó al rufián que solía amenazar y sembrar el miedo. Y hoy que se va por la libre, lo echa del paraíso, a riesgo de que pueda hablar.

Incontrolable, Cisneros ya engrosa la lista de enemigos de Nahle en Morena. Ni el gobernador Cuitláhuac García lo pudo parar. Entonces le tiraron la bola de fuego al presidente López Obrador y en su mañanera lo instó a no promoverse o a renunciar.

Un día después, Cuitláhuac García dijo que los espectaculares serían modificados. Retirarán el nombre y la imagen de Cisneros. Y que Bola 8 ya no intentaría contender por la candidatura al gobierno de Veracruz. Lo platicaron, dijo, y Cisneros entendió.

Pues no. El miércoles 12, Eric Cisneros reveló que cuando se expida la convocatoria ya verá si participa por la candidatura de Morena.

La unidad en torno a Rocío Nahle es ficticia. El morenismo la vio fracasar en Dos Bocas. Veracruz la vio encubrir a Cuitláhuac, a Cisneros, a Gómez Cazarín, a Zenyazen Escobar, alias Tarzan Boy, mote de cuando bailaba desnudo divirtiendo a señoras y chicas atrevidas en los reventones chipandeil, hoy convertido en secretario de Educación, aspirante a gobernador y después del pacto, enfilado a ser senador.

El escenario de Rocío Nahle es grotesco. La rodean rufianes. La circundan hampones. La misma Rocío Nahle camina con el estigma de ser la recolectora de López Obrador, la que lleva cash a las campañas, como acusó la ex diputada local veracruzana, Eva Cadena Sandoval.

Ya no se sabe quién está más sucio: si Bola 8, si Cuitláhuac, si Gómez Cazarín, si Zenyazen, si Eleazar o si Rocío Nahle. Son la Cosa Nostra de Veracruz.

Y aquella foto solo fue eso, la foto de los hampones. En un click.

Archivo muerto

Samuel se fue de la Secretaría del Ayuntamiento por un berrinche de Rocío Nahle. Fue un cese fulminante, fraguado y detonado en la cueva de Nahle, con su corte al lado, iracunda y arrebatada, como suele ser.

Ahí se expuso la traición de Samuel Ordaz Ortega, cuyo pecado fue facilitar permisos, tener mano izquierda, no poner obstáculos a los eventos políticos del diputado Gutierritos —Sergio Gutiérrez Luna— en el Salón Premier, en la congregación de Villa Allende y en las colonias de Coatzacoalcos. Indignada por el agravio —la marquesa ya desvaría—, Rocío Nahle García no tardó en bufar. Llamó a sus pigmeos, convocó al alcalde Amado Cruz Malpica y decidió que Samuel Ordaz se tenía que ir. No lo echaron por sus excesos.

No se fue el episodio del narco enmascarado que irrumpió en el palacio municipal buscando a Samuel para que devolviera el sobre amarillo tras la cancelación del rodeo que habría de celebrarse en el campo Francisco H. Santos. No se fue por las ínfulas de vicealcalde que se daba, sembrando de recomendados de la guardia marcelista todo el ayuntamiento, atestando de amigos y empleados la nómina municipal, incluso mandando literalmente al diablo a los enviados del alcalde Amado Cruz Malpica que debían tratar con él. Rocío Nahle le cobró al secretario del ayuntamiento, Samuel Ordaz, que Sergio Gutiérrez Luna caminara en Coatzacoalcos como si ese fuera territorio de la secretaria de Energía. Lo echó cuando vio que Gutierritos se metía en el maltrecho feudo de la zacatecana, la tierra que no la vio nacer y a la que no le ha dado nada, más que dolores de cabeza.

El feudo de Nahle es un desastre político. Impuso dos alcaldes —Víctor Manuel Carranza Rosaldo y Amado Cruz Malpica— que resultaron un fiasco, hundiendo a Coatzacoalcos en la inseguridad, nulo desarrollo, fuga de capitales. El poder le ha servido a doña Sener para meter a la nómina a un ejército de vividores cuya única virtud es aplaudirle y nutrirle el ego. Y Samuel, que se creía un rey, cometió un pecado político y Nahle lo echó… Pepe Yunes, Juan Manuel Diez y Cirilo Vázquez lideran la carrera entre priistas por la sucesión en 2024. Son los punteros en la encuesta que el dirigente estatal, Marlon Ramírez Marín, difundió. Pepe Yunes Zorrilla, actual diputado federal, concentra el 26 por ciento de intención de voto; Juan Manuel Diez, alcalde de Orizaba, 21 por ciento, y Cirilo Vázquez Parissi, ex diputado federal y ex alcalde de Cosoleacaque, concentra el 13 por ciento de las preferencias.

Atrás, Lorena Piñón Rivera, actual diputada federal, 7 por ciento, y en el fondo de la tabla, Héctor Yunes Landa, ex senador, ex diputado local y federal, hoy sin oficio ni beneficio como no sea pasear por todo Veracruz, 5 por ciento. El más aventajado, Pepe Yunes, sería la propuesta del PRI dentro del Frente Amplio para contender por la gubernatura de Veracruz, a reserva de conocerse quién entre el panismo es la carta con la que se dilucidará la candidatura. Pepe Yunes, cuyo activismo político se incrementó en las últimas semanas, confrontando al gobernador morenista, Cuitláhuac García Jiménez, reconociendo que los transportistas tienen razón en exigir seguridad en carreteras, tuvo un rol protagónico votando contra los intentos de Andrés Manuel López Obrador de continuar militarizando las instituciones y al país, y más aún cuando pretendió imponer el Plan A y B de la reforma electoral. Diez, por su parte, es el transformador de Orizaba, municipio con gran desarrollo, inversión, atractivos turísticos, innovación para darle a los orizabeños una mejor calidad de vida. Cirilo Vázquez, una figura ya a nivel estatal, es una de las jóvenes promesas del priismo. Su municipio, Cosoleacaque, hoy gobernado por su hermano Ponciano, tiene niveles de desarrollo y oportunidad logradas con un exiguo presupuesto pero atrayendo inversión y aterrizando múltiples programas para la juventud, la niñez y el sector femenil.

Entre ellos saldrá la propuesta tricolor para el Frente Amplio en Veracruz… Tino Bolaños halló cuatro casos más de nepotismo que involucra al alcalde Amado Cruz Malpica. No sólo su primo, Ricardo Ordóñez Malpica, ocupa la secretaria del ayuntamiento; y antes fue coordinador de asesores y luego director del Deporte Municipal, amén de ser alcalde suplente. Su hijo Irving Ordóñez, está asignado a la nómina de la Dirección del Deporte. Su sobrina, Karla Daniela Navas Hernández, es su secretaria particular. Otra sobrina, María Yumira Peña Alemán, es subdirectora de Educación Municipal. Y el primo de su esposa, Presciliano Prieto Mortera, está asignado al área administrativa en la Dirección de Salud. Estos nombres los agregó Agustín Bolaños a la denuncia original. Se ventilan en la Dirección de Quejas,

Denuncias e Investigaciones de la Contraloría Municipal. Tino Bolaños, un personaje político que ha documentado y detonado escándalos de corrupción entre los morenistas, tiene claro que el contralor, Mario Pintos Guillén, no sirve al pueblo de Coatzacoalcos sino al alcalde. Pero Tino sabe que mientras tenga voz se hará escuchar y habrá espacios para que la corrupción no quede impune… Hará seis, siete años ya, cuando era senador por Veracruz, Pepe Yunes Zorrilla bajó obras para Coatzacoalcos.

Las gestiono y logró su inclusión en el Presupuesto de Egresos de la Federación. Las obras estaban etiquetadas y tenían un costo definido. Pero en Coatzacoalcos, a espaldas de Pepe, las inflaron. Les elevaron el costo, las maquillaron, pagaron de más. El caso aún se investiga. Es parte del expediente abierto en la Auditoría Superior de la Federación. El sobreprecio, la voracidad, la ambición, suelen tener consecuencias. Y cuando se está en el servicio público, peor…

Para las ínfulas de Rocío Nahle, el fracaso es letal. Ni una gota de gasolina, ni un litro de diesel, ni un galón de combustóleo. Sólo el vacío de Andrés Manuel. Y la ausencia. Y el sueño cada vez más lejano de gobernar Veracruz.

Llegó el 1 de julio. Llegó la derrota. Llegó la vergüenza. Agotó el año de gracia que le dio el presidente y Nahle seguía ahí, en Dos Bocas, Tabasco, entrampada, simulando, engañando, sin poder arrancar la refinería Olmeca, que alardeaba podría hacer en tiempo récord.

Y mientras el mesiánico se daba baños de ego, cosechando el aplauso de la secta —Pejetustra en el zócalo—, allá perdida entre los fangos y los fierros de Dos Bocas la secretaría de Energía informaba a la nación, vía Instagram, que a la refinería nada más le falta… refinar.
Rocío Nahle tiene buen olfato. Huele el fracaso. Huele cuando la candidatura al gobierno de Veracruz comienza a apestar.

Rocío Nahle tiene sensibilidad. Siente el desprecio de López Obrador, la lejanía, el frío. Sabe que sin Dos Bocas no hay Veracruz.

Y entre las ruinas de un proyecto que no concluyó ni en tiempo ni en costo, apeló al show. Difundió un video para simular que la refinación ya comenzó.

El video es una pantomima. Norma Rocío hace énfasis en que se graba el 29 de junio, dos días antes del plazo en que debía iniciar el proceso de refinación. Da la instrucción. El ingeniero Morales abre una válvula. Nahle explica que así comienza el llenado del ducto.

Y luego más escenas chuscas. Trabajadoras petroleras sirviendo de actrices que llenan un frasco con producto y se lo entregan a la secretaria de Energía. Y Nahle actuando. Luego explica la importancia del centro de control, aunque quienes saben del tema la corrijan y la cuestionen.

Ese 30 de junio nada más se informó. El 1 de julio igual. La fecha fatal llegó y la refinería Olmeca sigue en construcción, ensamblando partes, interconectando, empatando las piezas para que el rompecabezas quede armado. Algún día producirá los 340 mil barriles de gasolinas al día que prometió Andrés Manuel.

Disfrazada de petrolera, la zacatecana a la que Forbes definió como “el cerebro energético” de Andrés Manuel, optó por aventarse un video en la refinería justificando que la obra magna de doña Rocío no queda y quizá nunca quedará.

Lo catastrófico no es mentir sino el impacto de la mentira. El presidente ofreció en campaña que construiría cinco refinerías. Falso.

Rectificó y prometió que serían dos refinerías. Falso.

Llegó la hora crucial y anunció que se construiría una refinería en Dos Bocas a la que a la postre llamaron Olmeca. Tendría un costo de 8 mil millones de dólares y se realizaría en tres años. Requetefalso.

Rocío Nahle se empeñó en imponer ese costo y ese tiempo de construcción. Las cuatro principales compañías dedicadas a la construcción de refinerías externaron que sería imposible, que los costos se tendrían que ir ajustando mientras se realizaba el proyecto. Y el costo sería mayor. Nahle los bateó.

Y fue más allá. Metió en “cabecita de algodón” el chip de que esas firmas eran parte de la corrupción, incrementando costos de manera superlativa y rebasando los tiempos de ejecución.

Una vez que se deshizo de ellas, convocó a empresas afines. Y entre ellas a la de Juan Carlos Fong Cortés, del clan de su compadre Arturo Quintanilla Hayek, un acaudalado proveedor de Petróleos Mexicanos en la zona de los complejos petroquímicos de Coatzacoalcos, donde el marido de Rocío Nahle, José Luis Peña Peña, era funcionario del área de mantenimiento y partícipe en los concursos de obra y proveeduría para Pemex.

A Fong Cortés, junto con el consorcio, Huerta Madre, constituido unos días antes de la licitación, le cayeron 5 mil millones de pesos por el acondicionamiento del terreno lodoso en que se erigió la inacabada refinería Olmeca.

El negocio tuvo prioridad. Las empresas amigas, los contratistas afines, como el ex secretario de Obras Públicas del ayuntamiento de Coatzacoalcos, Leopoldo Suárez Fernández, se llevaron parte del pastel.

Pero el tiempo corrió. Y el 1 de julio de 2022 llegó. Ese día, el alma farandulera de Andrés Manuel se vio colmada con la inauguración de la refinería Olmeca, valiéndole un pito que estuviera inconclusa.

Dos Bocas ha sido un fracaso continuado. López Obrador sabía que la refinería era como un cuerpo desmembrado, como un edificio sin escaleras ni elevadores, como un automóvil sin cables eléctricos, sin mangueras del sistema hidráulico, sin líneas que conduzcan el líquido de frenos.

Pero como al presidente le gusta el cuento, el rollo, el teatro y la mentira, inauguró un cascarón y le puso plazo a la farsa. Rocío Nahle debía entregar la refinería el 1 de julio de 2023. Y Rocío volvió a fallar.

El costo se duplicó a 17 mil 200 millones de dólares y contando.

El tiempo de ejecución rebasa ya los cuatro años,uno más de lo que la “gloria de la ingeniería”, como le llama Andrés Manuel a Rocío Nahle García, había pronosticado.

Por eso la ausencia, el desaire, el silencio, la ira contenida de López Obrador.

Por eso a Rocío Nahle no se le ve mas que en Dos Bocas. Ahí se queda hasta terminar su invento. Y que la Secretaría de Energía se conduzca a control remoto.

La derrota de Nahle es estrepitosa. Nahle le tomó el pelo a Andrés Manuel. Lo embaucó. Le dio de comer de su mano. Le hizo creer que una refinería se construye en tres años y se le invierte un máximo de 8 mil millones de dólares. Y el ignorante le creyó.

Así hasta que la mentira dio paso a la verdad. Y el “cerebro energético” de López Obrador descendió a los infiernos.

Y si no pudo con Dos Bocas, se desvanece el sueño de ser candidata de Morena al gobierno de Veracruz.

Denostada, acribillada por falsaria, mañosa, tramposa, Rocío Nahle no sólo empantanó el sueño de la autosuficiencia energética de Andrés Manuel. En Veracruz, su pandilla siembra terror, viola leyes, persigue inocentes, pacta con cárteles, encarcela enemigos políticos, persigue jueces y los lleva a prisión, amedrenta periodistas, roba a manos llenas, desgobierna a placer.

Si Cuitláhuac García es gobernador, es por culpa de Rocío Nahle.

Si Eric Cisneros es secretario de Gobierno, es por culpa de Rocío Nahle.

Si Juan Javier Gómez Cazarín es líder del Congreso de Veracruz, es por culpa de Rocío Nahle.

Es su banda. Es su pandilla. Son sus ladrones. Son sus delincuentes. Son sus criminales.

Son los pillos a los que Rocío Nahle llegaría a encubrir.

Por lo pronto, la lección de Dos Bocas ilustra.

Si no pudo con la refinería, menos podrá con Veracruz.

Archivo muerto

Comenzó el viraje. Claudia ya no es Claudia. Ni Adán es Adán. La corte de Rocío Nahle se comienza a decantar hacia el ex canciller Marcelo Ebrard. Recibe línea del alcalde de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica, alentándolos de que las estructuras morenitas —o lo poco que tienen para operar— dejan el proyecto de Claudia Sheinbaum Pardo, la engañada en el juego de la sucesión. Por meses, quizá un año, se tapizaron las calles con la leyenda “Es Claudia”.

Seguían la línea de la secretaria de Energía, Norma Rocío Nahle García. El 15 de abril de 2023 se les vio en sincronía. Nahle, la anfitriona; Sheinbaum, la invitada dando una miniconferencia de buen gobierno, como si el suyo, en la Ciudad de México, no estuviera marcado por la tragedia, por los 23 muertos por el accidente en la Línea 12 del Metro; por la joven fallecida en el choque de vagones en la Línea 9; por la violencia desatada por los cárteles y los grupos delincuenciales en toda la ciudad. Ahí, Nahle seguía marcando la línea a favor de Claudia Sheinbaum.

Hoy, el alcalde Amado Cruz Malpica hace llegar mensajes para un viraje de 180 grados. Van con el ex canciller, Marcelo Ebrard Casaubón. A menos, claro, que Morena en Coatzacoalcos se esté partiendo. O que Amado Cruz le vea tanta debilidad a Rocío Nahle por el fracaso de Dos Bocas, que esté tomando el cetro y ciñéndose la corona como el nuevo rey.

Y en el nuevo firmamento sólo se perciba a Ebrard. A menos, también, que Amado Cruz le haya vuelto a morder la mano a Nahle, quien le allanó el camino y lo hizo presidente municipal. No sería la primera vez. Mientras, hay confusión entre los morenistas que vieron clara y directa la línea de Nahle hacia Sheinbaum y ahora les hacen llegar el mensaje de Amado para trabajar en el proyecto de Ebrard… No disminuye la extorsión. Se mantiene en alto. Y Cuitláhuac García no se inmuta.

Lanza la alerta Renato Riverol Rivera, presidente del Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos, advirtiendo que el cobro de piso, la presión al comerciante, al empresario, no amaina. Y menos cuando al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, se le entera y ofrece implementar una estrategia, pero no cumple. Hará un mes, Cuitláhuac conoció los niveles en que se halla la extorsión.

Se le alertó. Lo vio con preocupación. Ofreció actuar pero los dejó en “visto”. En política, todo se acuerda en corto. Se reclama, se exige, se construye, se repara, todo en corto. Pero cuando los conflictos afloran, y se hacen públicos, es porque la tirantez está en su mayor nivel. La ignorancia del porro-gobernador es sobradamente sabida. No distingue quién previene la delincuencia, quién procura justicia, quién imparte la justicia. Cuitláhuac está en el limbo. Vive ajeno a los problemas de Veracruz, a la delincuencia, a la zozobra, a la angustia de la población. Lo enteran del crecimiento del delito de extorsión y ofrece una estrategia para enfrentarlo, pero no cumple. Se desentiende.

Le importa un carajo si el veracruzano vive o muere, si el veracruzano sufre por el asedio, si el veracruzano pierde todo, esquilmado por los criminales. Un mes y el porro-gobernador nada hace por enfrentar la extorsión en Coatzacoalcos… Tino Bolaños le puso el cascabel al alcalde. Lo acusa de nepotismo por la designación de Ricardo Ordóñez como secretario del ayuntamiento de Coatzacoalcos. Agustín Bolaños interpuso su denuncia en la Contraloría Municipal. Se la encuadra al presidente municipal, Amado Cruz Malpica, y a la síndica Bertha Hernández, uno por promover y la otra por no oponerse al nombramiento de Ricardo Ordóñez Malpica, siendo su primo.

El caso está sustentado legalmente y no hay vuelta de hoja. Tino Bolaños invoca la Ley Orgánica del Municipio Libre, donde expresamente se señala que el alcalde no puede favorecer a ningún familiar ni propiciar el otorgamiento de un cargo público. La síndica Bertha Hernández, como representante de los intereses del municipio, debió alertar y oponerse, debió esgrimirlo en el cabildo, pero lo permitió. Ricardo Ordóñez es alcalde suplente. Lleva 30 años acompañando a Amado Cruz en diversos proyectos políticos.

Es su primo pero, sobre todo, es su hombre de confianza. Tenerlo como suplente, le permitió a Amado Cruz garantizarse esa posición, así tuviera que solicitar licencia y retirarse. Ricardo Ordóñez ya antes había aparecía como coordinador de asesores del alcalde y luego director Municipal de Deportes. O sea, nepotismo por triplicado. Lo que le toca a Tino Bolaños, que tiene lo suyo, es ejercer presión sobre el contralor Mario Pintos Guillén, quien suele empantanar los casos que le queman las manos al alcalde y al final encubrir a los corruptazos que llegaron al ayuntamiento de Coatzacoalcos a hacer de las suyas con la venia de Amado Cruz Malpica…

La rabia y la saña de Cuitláhuac tienen mil aristas, vaciándolas contra Claudia Guerrero por sus denuncias, por sus hallazgos, por revelar las transas, el falso doctorado y hasta por la muerte de su prima en una presunta borrachera feroz.

La rabia le nace al saberse desnudo, exhibido, ridiculizado por Claudia Guerrero Martínez con su camisola amarilla, las bermudas con tirantes, los zapatos grotescos, de payaso, y el sombrero de copa. Eran los días en el “Cuícaras”, su mote artístico, servía para hacer reír a los niños. Hoy no hace reír ni a su padre ni a su madre. Los hace llorar.

La rabia lo mueve al verse como es, transa y vesánico, abusivo del poder, comandando una pandilla de ambición enfermiza, que lo mismo construye redes de empresas fantasma que inscriben en las nóminas a los amigos y las amigas, las amantes y los trans, succionando el erario en esto que llaman la Cuarta Transformación.

Recicla la rabia en cada entrega de Entre lo Utópico y lo Verdadero, la columna suscrita por Claudia Guerrero, directora del portal Periódico Veraz, donde Veracruz conoce a diario la infinita capacidad del porro-gobernador para hurtar lo que es del pueblo, las obras-fiasco donde dilapida el presupuesto, la interminable corrupción en Seguridad, Salud, Educación, el DIF, Obras e Infraestructura, en el Congreso y hasta en el Poder Judicial.

Claudia Guerrero lo irrita y lo pone fuera de sí. Lo reduce a la condición de un vulgar ladrón. Retrata al capo de una banda que no se ha robado un botín mayor que el de Javier Duarte porque el priista —su aliado en la elección de 2018— dejó poco para robar.

A Claudia Guerrero la tiene atravesada en el alma. Claudia Guerrero lo midió desde antes que fuera gobernador. Y le ha documentado, uno a uno, cada desvío de recursos, el suberjercicio año por año, licitaciones amañadas, compras infladas, sobreprecio en los uniformes de policía.

Ha sido demoledora exhibiendo las locuras de Eric Patrocinio Cisneros Burgos, secretario de Gobierno, el gobernador bis de Veracruz, intentando asumir condición de patriarca de la Cuenca del Papaloapan, las embarcaciones para surcar el río, un proyecto turístico que resultó flor de un día. O el libro que se financió con los dineros del compadre de la secretaria de Energía, Norma Rocío Nahle García.

Y qué decir de la persecución política. Decenas de rivales políticos, desde Rogelio Franco, ex secretario de Gobierno en el régimen yunista, hasta José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, amigo de Dante Delgado, líder nacional de Movimiento Ciudadano, y brazo derecho de Ricardo Monreal Ávila cuando era el todopoderoso en la Cámara Alta. A Del Río Virgen le imputó la autoría intelectual de un crimen que no le pudo probar.

Documentó los negocios sucios, los negocios ilegales, los negocios brutalmente abusivos del líder del Congreso, Juan Javier Gómez Cazarín, el trácala de Hueyapan, un repollo priista que en los días de gloria de Javier Duarte le caravaneaba al célebre ladrón.

Compañero de correrías de Cuitláhuac García —y otras andanzas non sanctas—, Gómez Cazarín sembró de viejos socios la estructura del Congreso de Veracruz. Y desde ahí los negocios fluyeron, así dejaran tras las rejas al alcalde de Lerdo de Tejada, un allegado al clan.

Claudia Guerrero hizo énfasis en el asalto a la Comercializadora Maga, en Río Blanco. Describió lo que había en el único video que los ministeriales-criminales no pudieron detectar: la golpiza a seis empleados, la tortura, las bolsas en la cabeza, asfixiándolos, las patadas en el pecho, la siembra de mercancía robada y la destrucción de otras cámaras para borrar evidencia.

Todo obedecía a la negativa del dueño de la bodega, José Antonio May González, a volver a financiar a Morena como ya lo había hecho en 2018.

Y son tantos y tantos episodios criminales, tantas corruptelas del Cuícaras-gobernador, tantos pasajes que violentan la ley, documentados en Entre lo Utópico y lo Verdadero, que Cuitláhuac García tarde o temprano sentiría la tentación de reprimir.

Hay un hecho crucial. Claudia Guerrero lo publicó el 16 de septiembre de 2019. Bajo el título “Un vómito que cambió la vida a Cuitláhuac García Jiménez”, describió la muerte de su prima Alejandra y la razón por la que el hoy gobernador, hace dos décadas tuvo que huir, dejar Veracruz y simular que cursaría un doctorado en Alemania.

Lo relata con su antiguo estilo del sueño que describe una realidad. Habla de una escena de muerte, una joven sin vida, un caso de broncoaspiración por consumo de alcohol.

“Me traslado a unos cuartos localizados en una vecindad. Éstos se rentaban para familias de escasos recursos y para estudiantes. Era un negocio de rentas de la familia García Jiménez. En uno de ellos, se percibía un fuerte olor a alcohol y vómito, así como yacía un cuerpo inerte, del cual los peritos de la  Procuraduría y elementos de la SSP de Veracruz realizaban certificación  y el protocolo de rigor, al reportar a una persona muerta. Hora del fallecimiento: 01.30 horas. En ese momento se escuchan llantos, balbuceos y hasta pasos en el piso de arriba”.

Agregó Claudia Guerrero:

““Mujer,  edad  según familiares 25 años, nombre Alejandra ‘X’, profesión estudiante. Una persona de sexo masculino reportó el fallecimiento de la mujer, en la calle de Chihuahua, en la Colonia Progreso Macuiltépetl,  por lo que elementos de la SSP hicieron acto de presencia para certificar el fallecimiento de la víctima, dar parte a peritos y elementos ministeriales, así como al Ministerio Público para dar fe del fallecimiento de la víctima. La causa de la muerte fue por bronco aspiración. Probable consumo de bebidas alcohólicas. Fue reconocida por su hermano Eleazar Guerrero Pérez (hoy subsecretario de Finanzas del gobierno estatal)”.

Atanasio García Durán, padre de Cuitláhuac García, era diputado local, militante del Partido de la Revolución Democrática. Pidió ayuda, señala Claudia Guerrero. Evitó el escándalo. Dejó todo en manos del entonces gobernador, Fidel Herrera Beltrán. Y éste instruyó al secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar Pérez.

Atanasio García fue convertido en presidente de la Mesa Directiva del Congreso y operó como un alfil fidelista. Y Cuitláhuac García se trasladó a Alemania a realizar una estancia doctoral.

El relato de Claudia Guerrero, publicado en septiembre de 2019, caló hondo en la familia de Cuitláhuac. La periodista  fue más allá. Recordó cuando entrevistó a Cuitláhuac García, en 2018, y lo obligó a reconocer que carecía del doctorado que se mostraba en el currículum del portal del Congreso federal y admitir que sólo había realizado una estancia doctoral.

Esa historia corría dentro y fuera de Morena cuando Cuitláhuac García apenas se había sentado en la silla de gobernador. El morenismo le conocer ese y otros lados flacos de Cuitláhuac.

Claudia Guerrero hoy enfrenta el asedio. Cuitláhuac García, vía la fiscal Verónica Hernández Giadáns, le abre una carpeta de investigación por el caso Angélica Sánchez Hernández, jueza estatal que en dos ocasiones ha sido aprehendida por haber acatado el amparo concedido por un juez federal a Itiel “N”, acusado del asesinato del ex diputado priista, Juan Carlos Molina.

La jueza fue intervenida por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, el lunes 5. La mantuvieron incomunicada por cinco horas. Le sembraron droga. La obligaron a disparar un arma en un montaje, en el cuartel San José, en Xalapa, a fin de imputarle que había disparado contra los uniformados. Y 48 horas la tuvieron que liberar.

El 16 de junio, en la Ciudad de México, se aprehendió por segunda ocasión. Ahora se le imputa delitos contra la fe pública y tráfico de influencias.

A la par, el jueves 15, Claudia Guerrero recibió un citatorio de la Fiscalía. Se le da “calidad de investigada”. Le imputan que publicó parte de un documento que se hallaba en proceso de instrucción dentro del juicio a Itiel “N”, alias Compa Playa.

Es la nueva vendetta, la venganza contra Claudia. Cuitláhuac se la quiere cobrar.

Así es como reprime el porro-gobernador.

Archivo muerto

Alito se decanta por Adolfo Ramírez Arana y hay presagio de renuncia masiva en el PRI. Dicta la línea por un duartista de ambición sin límite, que saltó de la medianía a la opulencia, el que dejó la alcaldía de Paso de Ovejas por irse a la diputación y abonó en el terreno para que su esposa Rosa Elena Valdés ganara la presidencia municipal en el siguiente período.

Ramírez Arana ya fue líder del Frente Juvenil Revolucionario y hoy es líder del sector popular del PRI en Veracruz. Su fama —mala fama— se finca en esa magia para acumular fortuna en unos cuantos años, saltar de un cargo a otro, heredarle espacios políticos a su esposa y, sobre todo, ser un clon de Javier Duarte, el ex gobernador que por ladrón terminó procesado y condenado a purgar una sentencia de nueve años en el Reclusorio Norte. Eso es lo que representa Ramírez Arana y eso es lo que Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas quiere para el PRI en Veracruz. El relevo generacional le vale. Su duartismo, no importa. Que se desgrane el PRI, renuncien los cuadros operativos, se extingan las estructuras. Cumple “Alito” Moreno con el plan obradorista, acabando con lo que queda del otrora poderoso partido tricolor. Si en Hidalgo se dio la historia renuncia de toda la bancada priista en el Congreso del estado y de la dirigencia estatal, en Veracruz el éxodo llevará al PRI a la pérdida del registro, mientras la militancia encuentra cabida en el PAN, PRD o Movimiento Ciudadano… 

Priistas de a pie, panistas de a pie, van por un frente amplio que incorpore a actores de la sociedad. Luego que el delegado del PRI nacional en Veracruz, Pedro Gutiérrez Gutiérrez, resultó todo un marrullero, entregado a la causa de Marlon Ramírez Marín y Fernando Kuri Kuri, presidente estatal y secretario de Organización, respectivamente, el priismo lo mandó a volar. Los panistas, igual. Federico Salomón Molina, dirigente estatal, no da una. Llegó con el aval de los Yunes azules, por acuerdo con la corriente de Tito Delfín, pero lo que dice no pesa, no sacude a nadie ni impacta.

Y como el tiempo apremia, unos del PRI —Sheila Jara y Rafael Madero—, otros del PAN —Alfredo Phinder y Juvenal Patiño—, van armando el frente en el que aseguran que habrán de privilegiar las propuestas de la sociedad. En teoría, bien. Mal, si la pretensión es ir por la enésima regiduría en el ayuntamiento de Coatzacoalcos en la elección municipal de 2025. Porque se supone que la prioridad es tener propuesta para el proceso electoral federal y local de 2024, y que la sociedad esté representada, pues el voto de los “sin partido” cuenta… Ni Cheva, ni Tania, ni Pintos.

Rocío Nahle quiere a su compadre, Arturo Quintanilla Hayek, en la alcaldía de Coatzacoalcos.El tiempo de las rémoras llega a su fin. A Eusebia Cortés le dio en demasía: una regiduría donde fue un cero a la izquierda; una diputación donde el gobernador la acusó de chantajista; la presidencia de la Comisión de Corredor Interoceánico, del que no sabe ni la o por lo redondo. Tania Cruz Santos se pulió, creció, tuvo un desempeño relevante y llegó al cenit con la presidencia de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, pero hasta ahí. De Miguel Pintos lo único que se recuerda fue el acta falsificada con la que despojaron a Ember Ballinas de las canchas de futbol rápido para robarse el pedazo de predio que faltaba al ayuntamiento encabezado por el morenista Víctor Manuel Carranza Rosaldo para que Pemex bajara los recursos en el Parque Miguel Hidalgo, y aquella barbajanada de disponer la cremación de cadáveres sin consentimiento de los familiares cuando comenzaba la pandemia de covid; un asunto de desaparición forzada. A los tres, Nahle ya les dio.

Ahora va su compa, Arturo Quintanilla, un empresario al que le entregará el municipio de Coatzacoalcos, su presupuesto, los negocios que se construyen al amparo del poder, la economía subterránea, los proyectos que se vinculan con la industria y concretamente con la petroquímica, que es el delirio y obsesión de la zacatecana, y si los astros se le alinean, hasta que la basura de Coatzacoalcos sea enviada a la planta de tratamiento del Clan Quintanilla en Chinameca, así termine siendo una sangría para el erario por el traslado de los residuos y el desgaste brutal que sufrirán las unidades de limpia pública. Arturo Quintanilla, el compa favorito, será alcalde sólo si Rocío Nahle, en 2025, ya es gobernadora de Veracruz, si triunfa por el efecto López Obrador. Porque el efecto Cuitláhuac es hasta para perder la vergüenza; para sufrir el voto de castigo de un pueblo que ve a un rufián y su pandilla criminal robando y abusando, persiguiendo y encarcelando adversarios políticos, jueces, periodistas, defensores de derechos humanos, manteniéndolos tras las rejas con delitos inventados.

Si Rocío Nahle logra ganar la gubernatura de Veracruz, que se ve imposible, el compadre Arturo Quintanilla tendrá en la alcaldía de Coatzacoalcos un jugoso botín, pero también años de persecución cuando Morena sea echado del poder… Armando Rotter es el único que cree en Armando Rotter. No entiende que su tiempo ya pasó. Fantasioso, mitómano, le vende a la cúpula del Partido de la Revolución Democrática que Coatzacoalcos lo ama, lo recuerda por su paso por la alcaldía, le debe la construcción del Itesco, del Teatro de la Ciudad y el Centro de Convenciones y la proyección del municipio a nivel nacional. Lo que Armando Rotter no aclara, es que muchos de quienes votaron por él en 1997 ya murieron; otros, hace 26 años, no habían nacido. Su espectro de votantes es relativo. Y cuando hurgan en sus desvaríos, peor.

En 2021, fue de los aspirantes que pretendían la candidatura del frente PRI-PAN-PRD a la presidencia municipal. Lo expresó varias veces. De pronto, se desdijo. Y comenzó a despotricar contra la alianza de oposición y a afirmar que él comulgaba con Morena. Se mató solo. Rotter no cesaba de buscar a Andrés Manuel López Obrador. Quería insertarse en el proyecto del Corredor Interoceánico. El mesiánico le dijo que hablarían pero le puso como enlace a Rocío Nahle y ella lo congeló. Luego anduvo buscando una cita con el entonces alcalde electo, Amado Cruz Malpica. Amado lo toreó. Lo invitó a su toma de posesión y hasta ahí llegó. Y ahora finta que el PRD lo va a apadrinar. La intención es que Morena lo voltee a ver para dar el chaquetazo final. Mientras más grande, más mañoso…

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