Martes, 23 de abril de 2024


‘Ojalá el presidente entienda que necesita trabajar con quienes no piensan como él’: José Woldenberg

Viernes, 11 Junio 2021
  • Por:  Redacción AN / HG
Ex Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral, José Woldenberg Ex Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral, José Woldenberg Redacción AN / HG

 

Días después de las elecciones del pasado 6 de junio, hay varias cosas a tomar en cuenta advierte el ex Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral, José Woldenberg (Monterrey, 1952), una de ellas es que México es un país muy plural y que no cabe bajo el manto de una sola fuerza. Otra es que los partidos políticos necesitan aprender a convivir con sus opositores. Una más, subraya el también académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, es el reconocimiento del buen funcionamiento del sistema electoral.

Con nuevo libro bajo el brazo, Contra el autoritarismo (Cal y arena), Woldenberg hace un primer análisis de los comicios de hace unos días. Si bien, en uno de los ensayos incluidos en el libro advierte el riesgo de caer en un hiperpresidencialismo, hoy reconoce que López Obrador deberá negociar con sus opositores si quiere sacar adelante alguna reforma constitucional y que es preciso estar alerta y asumir que vivimos un país con mucha pluralidad.

En Contra el autoritarismo advierte que las elecciones del 6 de junio serían cruciales.  Una vez pasada la jornada, ¿cuál es su impresión?

México es un país plural y se nota en las distintas opciones partidistas por las que votamos. Quizá parezca obvio, pero en estas circunstancias hay que refrendarlo, nuestro país es contradictorio y desigual. Aquí conviven ideologías, intereses y sensibilidades diferentes. La diversidad hace necesaria la democracia. México no cabe bajo el manto de un solo partido, ideología y voz. Necesitamos reconocer que tenemos un buen sistema electoral. En medio de la pandemia se realizaron elecciones ejemplares, tanto el Programa de Resultados Preliminares y como los sistemas de conteos rápidos funcionaron con precisión de reloj suizo. Vale la pena subrayarlo porque a lo largo de la campaña todos vimos las descalificaciones contra el INE surgidas desde la presidencia y Morena.

En términos de los resultados de los partidos, ¿qué me dice?

Sin duda es espectacular el avance de Morena en el Occidente del país. Ganaron casi todo el Noroeste. Es muy significativo lo sucedido en la ciudad de México y el Estado de México donde Morena decreció. Cada zona tiene su particularidad. Vivimos en un país complejo, con una diversidad muy viva y con la cual tenemos que convivir.

Una de las tesis de su libro es el riesgo de lo que llama hiperpresidencialismo. ¿Considera que quedó acotada su advertencia?

Al presidente de la república le gustaría alinear a muchas de las instituciones públicas y organizaciones civiles. Cuando un juez actúa contrario a sus ideas responde con una descalificación. No le gustan los órganos autónomos al Estado mexicano, desde el primer presupuesto les redujo los recursos. Le disgustan los ataques de los otros partidos y las organizaciones de la sociedad civil. Si un medio o periodista lo cuestiona de inmediato lo señala. Si por él fuera tendríamos un presidencialismo como el de los años setenta. Por fortuna, estamos en otra sociedad y lo vimos el domingo pasado. Morena por sí mismo no tendrá los votos suficientes para cambiar la ley y deberá negociar con sus aliados. Si además busca cambiar la Constitución tendrá que pactar con algún partido opositor. Los contrapesos hacen que el hiperpresidencialismo encuentre obstáculos. No obstante, la tentación sigue ahí y no podemos perderla de vista. Espero que nuestra democracia se consolide y preserve.

En relación de estos contrapesos el presidente ya le hizo un guiño al PRI.

Cuando no se tiene el número de diputados suficientes para hacer reformas constitucionales se necesita pactar. Ojalá todos tomen nota y se abra un ejercicio de deliberación auténtico. En los primeros años de esta administración el presidente se dio el lujo de decir “aprueben esta ley sin cambiarle una coma”. Me parece positivo que nuestra Cámara de Diputados no sea una correa de transmisión de nuestro presidente sino un espacio donde las diferentes fuerzas intercambien puntos de vista y negocien.

En términos ideológicos una alianza PAN-PRI-PRD resultaba impensable. Algo parecido sucede con Morena y el PVEM. ¿El pragmatismo de las alianzas refleja una crisis de partidos?

Si, pero no es un fenómeno solamente mexicano. Hay un reblandecimiento de las identidades e ideologías. Hace treinta años todavía se podía hablar de grandes familias de pensamiento que daban forma a la deliberación en el espacio público. Hoy vemos un pragmatismo y personalismo en aumento. El individuo está por encima del partido y el pragmatismo se impone sobre las identidades por eso al ciudadano común nos cuesta trabajo saber quien es quién.

¿Cree que la división en la ciudad de México está tan marcada como indica el meme que ha circulado en los últimos días?  

Si atendemos a ese mapa, en efecto el oriente de la ciudad fue ganado por candidatos de la coalición entorno a Morena y el occidente por la alianza PRI-PAN-PRD. Pero si revisamos cada una de las alcaldías veremos que en cada una hay votos y muchos, por los candidatos de los dos grandes bloques. No es verdad que una parte de la capital sea de un color y la otra del contrario. Somos una ciudad integrada y no podemos pensar en términos de una división tajante. Estamos obligados a convivir con los métodos que genera la democracia, único sistema de gobierno que no intenta exorcizar ni perseguir a la disidencia, sino crear las condiciones para que la diversidad pueda convivir y competir. No debe preocuparnos por las diferentes filiaciones políticas siempre y cuando estemos dispuestos a fortalecer la reproducción democrática de las diferencias.

El presidente reconoció los resultados, empezando por los adversos en la capital. ¿Qué lectura hace de la actitud de López Obrador?

Todavía es temprano para saberlo. Ojalá el presidente y Morena entiendan que necesitan convivir y trabajar con quienes no piensan como ellos. Durante los últimos años México construyó un espacio para que la diversidad se reproduzca en términos pacíficos. Espero que los resultados de la elección sean bien asimilados desde el gobierno y se entienda que la pretensión de alinear al país en dos bandos está destinada al fracaso.

Al principio de esta administración se habló de una oposición moralmente derrotada, ¿sigue así? ¿Solo en bloque puede ser eficaz?

No sé que pasará a futuro, pero con base en los resultados un partido como Acción Nacional resistió. Mantuvo Chihuahua y Querétaro. Al PRI le fue muy mal, perdió ocho gubernaturas. El PRD mantuvo su registro que es a lo que aspiraba y Movimiento Ciudadano logró Nuevo León, es decir avanzó. Los humores públicos son cambiantes y nadie sabe qué pasará mañana. A estas alturas ya tendríamos que acostumbrarnos a esta mecánica.

¿En términos democráticos qué lección deja la jornada electoral del 6 de junio?

El circuito electoral salió fortalecido. Debemos reconocer que el Instituto Nacional Electoral hizo muy bien la tarea dentro de un ambiente social y de salud muy complicado. La convicción de que requerimos una autoridad autónoma de los partidos y gobiernos se reafirmó.

Aunque los críticos del INE dicen que nuestra democracia sale demasiado cara.

Ese es un tema para revisar con pinzas. El presupuesto del INE incluye el financiamiento de los partidos, pero normalmente no se piensa en eso. El treinta por ciento de sus recursos van al Registro Federal de Electores donde se incluye la credencial de elector que se ha convertido en la cédula de identidad. Como toda institución es factible de ajustes, pero hay que analizar con precisión la idea de que tiene un presupuesto excedido.

Valora este artículo
(0 votos)