Hace unas horas me enteré del terrible delito que supuestamente cometió el hijo del presidente municipal, el jóven José Manuel Pozos del Ángel, Subsecretario de Planeación del Gobierno del Estado de Veracruz, por el cual ya está acusado en la Fiscalia coordinadora Especializada en Investigación de delitos de violencia en contra de la familia, mujeres, niños y niñas y de trata de personas en XALAPA.
Trasciende que lo acusan de ABUSO SEXUAL en contra de una mujer, hija de una de las familias más honorables de Tuxpan Veracruz, de la cual no puedo -ni debo- revelar su identidad, y probablemente este acto lo lleve incluso a la cárcel porque independientemente de que la víctima sea mayor de edad, el que fuera su empleada agravia el asunto.
Sabemos todos que el PODER ENLOQUECE, y junto con el dinero hace que la gente saque lo peor de si mísmos, como lo hemos visto gradualmente con su señor padre en estos últimos 7 meses, en los que simplemente no les hace caso a sus asesores y piensa que es un sabelotodo, y ordena a diestra y siniestra cosas que de plano son absurdas.
A la víctima le ofrecieron dinero, los buscaron para que quitaran la denuncia que causará un escándalo en los próximos días y cimbrará probablemente al gobierno de Cuitláhuac García, ¡pero LA HONORABILIDAD DE UNA HIJA NO TIENE PRECIO!, y menos cuando la agraviada es de una familia tan prestigiada de aquí de Tuxpan. El balón lo tiene la fiscalía, si ellos procesan este delito solo como abuso sexual, Pozos del Ángel librará la cárcel, pero si lo consideran violacion en grado de tentativa, su suerte la determinará un juez.
En mi opinión, Pozos del Ángel era la única persona del trío de Pozos que se salvaba del desprestigio. ¡Que equivocado estaba! No cabe duda que lo chacal lo deben traer en la sangre, porque precisamente ese estigma lo carga su padre desde los años ochentas cuando controlaba el sindicato en la termoeléctrica.