Jueves, 25 de abril de 2024


El espionaje en México golpea a una nueva víctima: el aliado del presidente

Lunes, 22 Mayo 2023
  • Por:  The New York Times
Alejandro Encinas, subsecretario de derechos humanos de México Alejandro Encinas, subsecretario de derechos humanos de México The New York Times

Es amigo del presidente desde hace mucho tiempo, un aliado político cercano durante décadas y ahora es el principal funcionario de derechos humanos del gobierno.

Y ha sido espiado, en repetidas ocasiones.

Alejandro Encinas, subsecretario de derechos humanos de México, fue atacado con Pegasus, el spyware más notorio del mundo, mientras investigaba abusos por parte de las fuerzas armadas de la nación, según cuatro personas que hablaron con él sobre el hackeo y un análisis forense independiente que lo confirmó.

México ha sido sacudido durante mucho tiempo por escándalos de espionaje. Pero este es el primer caso confirmado de un miembro tan importante de una administración, y alguien tan cercano al presidente, ha sido vigilado por Pegasus en más de una década de uso de la herramienta de espionaje en el país.

Los ataques contra Encinas, de los que no se ha informado anteriormente, socavan gravemente la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de poner fin a lo que ha llamado el espionaje “ilegal” del pasado. También son una clara señal de cuán libre se ha vuelto la vigilancia en México, cuando nadie, ni siquiera los aliados del presidente, parecen estar a salvo.

Pegasus tiene licencia solo para agencias gubernamentales, y aunque no hay pruebas definitivas de quién realizó el hackeo del teléfono de Encinas, el ejército es la única entidad en México que tiene acceso al spyware, según cinco personas familiarizadas con los contratos. De hecho, el ejército mexicano ha atacado más teléfonos celulares con la tecnología que cualquier agencia gubernamental en el mundo.

El Sr. Encinas ha estado en desacuerdo durante mucho tiempo con las fuerzas armadas. Él y su equipo los han acusado de estar involucrados en la desaparición masiva de 43 estudiantes, un caso que constituye una de las peores violaciones de derechos humanos en la historia reciente del país.

Su teléfono celular ha sido infectado varias veces, incluso el año pasado mientras dirigía la comisión de la verdad del gobierno sobre los secuestros, lo que le dio a los piratas informáticos acceso sin restricciones a toda su vida digital, según las cuatro personas que lo han discutido con él.

Pegasus se usó contra algunos de los periodistas y defensores de la democracia más destacados de México hace varios años, lo que provocó un escándalo internacional que manchó a la administración anterior.

Ahora, han surgido nuevos casos en los últimos meses, lo que confirma que el spyware también se ha dirigido a defensores de los derechos humanos y periodistas locales durante el mandato de López Obrador.

Aun así, los ataques a Encinas destacan entre los casos que se han visto en México.

“Si se ataca a alguien tan cercano al presidente como Alejandro Encinas, está claro que no hay control democrático sobre la herramienta de espionaje”, dijo Eduardo Bohórquez, director del capítulo mexicano de Transparencia Internacional, un grupo anticorrupción.

“No hay pesos y contrapesos”, añadió. “El ejército es una superpotencia sin supervisión democrática.

Encinas no respondió a varios pedidos de comentarios. El presidente de México y la Secretaría de la Defensa tampoco respondieron a las solicitudes de comentario.

Pegasus puede infectar un celular sin dar señales de la invasión y extraer todo su contenido: cada correo electrónico, mensaje de texto, fotografía, cita en el calendario. Puede ver lo que se ve por la cámara del teléfono o escuchar a través de su micrófono, incluso si el celular parece estar apagado.

Personas que hablaron con Encinas sobre los hackeos dijeron que él se enteró de los detalles de las infecciones después de que fueron confirmadas por Citizen Lab, un grupo de vigilancia con sede en la Universidad de Toronto. Este grupo realizó un análisis forense de su teléfono que no se ha dado a conocer.

El grupo también encontró evidencia de que Pegasus se había infiltrado en los teléfonos de otros dos funcionarios gubernamentales que trabajan con Encinas y han estado involucrados en investigaciones sobre violaciones de derechos por parte de las fuerzas armadas, dijeron tres personas con conocimiento de los ataques.

Citizen Lab no quiso hacer comentarios.

NSO Group, el fabricante israelí de Pegasus, abrió una investigación sobre los ciberataques a defensores de derechos humanos en México luego de reportes recientes realizados por The New York Times sobre el uso del programa espía por parte del ejército, según una persona familiarizada con las investigaciones de conformidad de NSO.

La compañía también comenzó a investigar los ataques contra Encinas y sus dos colegas después de que The Times preguntó sobre esos ataques, dijo la persona.

En un comunicado, NSO dijo que no opera sistemas individuales de Pegasus, sino que “investiga todas las denuncias creíbles de uso indebido”, y agregó: “Investigaciones anteriores de NSO han resultado en la rescisión de múltiples contratos relacionados con el uso indebido de nuestras tecnologías”.

El hackeo ha puesto a Encinas y al presidente en una posición difícil. A principios de marzo, Encinas se reunió con López Obrador para hablar sobre el espionaje y si debía hacerlo público, según varias personas informadas sobre la conversación.

Pero desde entonces, indicaron, Encinas ha guardado silencio sobre la infección con Pegasus.

En el verano, Encinas y su equipo publicaron un informe explosivo sobre la desaparición de los 43 estudiantes que señalaba que los militares habían tenido un papel y describía los acontecimientos como “un crimen de estado”.

Luego surgieron dudas sobre las pruebas y Encinas fue sujeto de un intenso escrutinio, sobre todo después de que admitió en una entrevista con The Times que información clave de la investigación se había “invalidado”.

Los abogados que representan a los militares implicados en el caso pidieron su renuncia y lo demandaron por falsificación de pruebas. En todo momento, López Obrador ha apoyado a Encinas, llamándolo “un servidor público ejemplar en quien tenemos toda nuestra confianza”.

Desde hace más de dos décadas que los dos hombres han sido aliados y socios políticos: Encinas fue parte del gabinete de López Obrador en 2000, cuando asumió la jefatura de gobierno de Ciudad de México.

“Andrés es mi amigo, es mi compañero”, dijo Encinas en 2011, “Somos parte de un equipo y de un proyecto”.

Pero desde que López Obrador asumió la presidencia, no siempre han estado alineados en el tema del poder creciente del ejército.

Las fuerzas armadas del país han ampliado enormemente su autoridad bajo el mando de López Obrador, acumulando un amplio control sobre la policía, así como una formidable lista de otras actividades, incluida la construcción de gran parte de un ferrocarril de 1,000 millas y un aeropuerto, la distribución de medicamentos y la gestión de puertos y aduanas.

Encinas ha sido una de las pocas personas dentro del gobierno dispuestas a criticar al ejército.

Cuando a principios de este año unos soldados mataron a cinco personas en el norte de México, Encinas dijo en público que los hombres desarmados habían sido “ejecutados” por el ejército.

Pero el presidente no ha moderado su apoyo a las fuerzas armadas. A pesar de que las pruebas del mal uso de Pegasus por parte del ejército se han acumulado, López Obrador ha seguido negando que se esté llevando a cabo espionaje.
“Nosotros no espiamos a nadie”, dijo en marzo López Obrador. Y añadió: “es un acto de deshonestidad y falta de principios estar espiando”.

Cuando el Ministerio de Defensa israelí otorgoa licencias de venta de Pegasus a agencias gubernamentales, éstas deben firmar un contrato para usar la herramienta de vigilancia únicamente para combatir delitos graves o terrorismo, según tres funcionarios de defensa israelíes.

NSO ahora investiga si es que el uso de Pegasus en México violó dicho acuerdo.
NSO, que enfrenta dos demandas en EE. UU. presentadas por Apple y Meta, la empresa dueña de WhatsApp, está bajo más presión que nunca para demostrar que cumple sus propias reglas. El gobierno de Joe Biden también puso a la empresa israelí en una lista de restricciones en 2021, por la preocupación en torno al modo en que Pegasus se empleaba para “atacar de forma maliciosa” a disidentes en todo el mundo.
NSO apeló la decisión, pero como parte del proceso, la empresa debe mostrar cómo es que está evitando que se use de forma abusiva.

Un alto ejecutivo de NSO dijo que la compañía había desactivado a 10 clientes después de que rompieron los términos de sus contratos. Uno de ellos, el emir de Dubái, usó Pegasus para espiar a su exesposa, según registros judiciales públicos.

Si NSO confirma que Encinas y los demás fueron atacados sin motivo legítimo, la empresa podría cancelar de inmediato el acceso del ejército mexicano a Pegasus.

Públicamente, la postura de López Obrador no ha cambiado. Luego de que The Times revelara cómo el ejército mexicano se convirtió en el primer y más prolífico usuario de Pegasus en el mundo, el presidente dijo que las fuerzas armadas “son respetuosas de los derechos humanos y no espían como se hacía antes”.

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