17 de noviembre de 2025

El Salvador / Internet

Por Rebeca Solano

  •  Bukele exige rectificación a Harfuch

Un nuevo roce diplomático se encendió entre México y El Salvador, luego de que el presidente salvadoreño Nayib Bukele desmintiera públicamente las declaraciones del secretario de Seguridad mexicano, Omar García Harfuch, sobre el supuesto origen salvadoreño de una aeronave clandestina con 427 kilos de cocaína asegurada en Colima.

A través de su cuenta en la red social X, Bukele negó categóricamente cualquier vinculación de su país con el vuelo, asegurando que “no existe ni el más mínimo indicio de que esa aeronave haya salido de El Salvador” ni que salvadoreños estén relacionados con el cargamento.

El mandatario salvadoreño exigió una “aclaración y rectificación inmediata” al Gobierno de México, e incluso advirtió que su administración llamará a consulta a la embajadora salvadoreña en territorio mexicano, como señal de protesta diplomática.

La controversia estalló después de que Harfuch informara en conferencia de prensa que la avioneta fue detectada en labores de vigilancia aérea a 200 kilómetros al sur de la capital salvadoreña, rumbo a México, y que fue interceptada en territorio mexicano con droga a bordo.

Bukele respondió que esa narrativa no corresponde con los hechos y que, además, los tres tripulantes detenidos son de nacionalidad mexicana, información que, acusó, fue omitida por las autoridades mexicanas.

El presidente de El Salvador reveló incluso los nombres y estados de origen de los detenidos:

  • Leonardo Alonso Parra Pérez (Sinaloa)
  • José Adán Jalavera Ceballos (Chihuahua)
  • Felipe Villa Gutiérrez (Michoacán)

“Podemos concederle el beneficio de la duda y entender que lo expresado pudo ser un malentendido. Pero esperamos una aclaración más precisa”, expresó Bukele en un mensaje dirigido directamente a García Harfuch.

Hasta el momento, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana no ha emitido una respuesta formal ante la exigencia del mandatario salvadoreño.

La disputa, que comenzó como un cruce de declaraciones, ha escalado al ámbito diplomático y deja al descubierto la sensibilidad regional respecto al combate al narcotráfico y la necesidad de una mayor coordinación binacional en el manejo de información.