17 de noviembre de 2025

El huachicol también viaja en tren: se duplica el robo de combustible en seis años

Por Redacción

El robo de combustible y derivados del petróleo a trenes se ha duplicado en los últimos seis años. En 2019, la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) reportó 29 hurtos de sustancias derivadas del petróleo, mientras que para 2024 la cifra ascendió a 76, de acuerdo con información obtenida mediante solicitudes de acceso a la información. En total, en el país se han sustraído 1,816.96 toneladas en este periodo.

Entre 2019 y 2025, la ARTF registró 247 robos de hidrocarburos, siendo Guanajuato el estado con más casos (45), seguido de Querétaro (36) y Veracruz (23). En Guanajuato, el 19 de octubre de 2024, autoridades federales y estatales aseguraron 1.6 millones de litros de hidrocarburos, entre diésel y combustóleo, con un valor estimado de 30 millones de pesos.

Según la agencia, 2024 fue el año con más robos de hidrocarburos en trenes, con un total de 76 casos:

  • 40 sustracciones de polipropileno (341.2 toneladas)
  • 15 robos de gasolina (45.4 toneladas)

En contraste, 2020 fue el año con menos saqueos (28).

En Veracruz, los 11 robos de gasolina registrados representan 41.5 toneladas, además de dos hurtos de diésel (20.2 toneladas). En total, 44 robos de combustible en el país en seis años equivalen a 130.5 toneladas.

El especialista en seguridad y crimen organizado David Saucedo explicó que el robo ocurre principalmente en Veracruz y Guanajuato, por su extensa red ferroviaria y de ductos.

“Veracruz alberga las refinerías Lázaro Cárdenas del Río y Olmeca, además de puertos mercantes; mientras que Guanajuato tiene la refinería Antonio M. Amor”, precisó.

El ciclo del huachicol

Saucedo señaló que este fenómeno surgió tras el combate al huachicol a inicios del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

“Al cerrar los ductos de Pemex, se buscaron medios alternos de transporte, como la red ferroviaria y los tanques cisterna”.

Los grupos criminales migraron al asalto de trenes y camiones para continuar en el negocio ilícito. Incluso tras la reapertura de los ductos, la vigilancia militar empujó a los delincuentes a asaltar los carrotanques, afectando ahora también a empresas extranjeras que importan gasolina.

“Los grupos criminales regresaron al origen del robo de combustibles: el interior de las propias refinerías”, advirtió el experto, recordando que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, la corrupción en Pemex permitió manipular inventarios y operaciones para extraer hidrocarburos de forma ilegal.

“Los grupos criminales siguen la ruta del combustible”

Aunque el robo a trenes no es nuevo —sus raíces se remontan a los tiempos de Pancho Villa—, hoy el fenómeno ha cambiado:

“Antes eran mafias locales o pobladores marginados los que saqueaban los trenes; ahora son cárteles del crimen organizado”, explica Saucedo.

Los delincuentes se han profesionalizado, pasando de “robos hormiga” a robos estructurados y sistemáticos, donde conocen horarios, rutas y carga.

En Veracruz operan el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Golfo y el Cártel de Sinaloa, mientras que en Guanajuato se disputan el territorio el Cártel de Santa Rosa de Lima, CJNG, Sinaloa, del Golfo y los Cárteles Unidos de Michoacán.

“Cada entidad tiene al menos cinco grupos criminales activos”, subraya Saucedo.

Impacto económico y operativo

El robo de hidrocarburos no solo afecta la seguridad nacional, sino que encarece el transporte.

“Transportar un barril de gasolina en tren es seis veces más caro que por ducto”, según la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

A pesar de ello, el ferrocarril sigue siendo vital para el abasto energético:

  • En 2024, se transportaron 4.5 millones de toneladas de gasolina,
  • 3 millones de toneladas de diésel,
  • y 3.6 millones de combustóleo y aceites, de acuerdo con la ARTF.

El huachicol ferroviario se ha convertido en una nueva amenaza estructural, que refleja la reconfiguración del crimen organizado y la debilidad institucional frente a un negocio multimillonario que, seis años después, sigue creciendo sobre los rieles de la impunidad.

(Con información de El Universal)