16 de noviembre de 2025

Por Alejandro Aguirre Guerrero / Al respecto…

Cuando Javier Duarte deje de estar en prisión podría recalar (aunque lo haga detrás de bambalinas), en el ambiente político veracruzano, considera buena parte del estado que gobernó. Y es que dejando de lado su “asociación delictuosa”, el oriundo de Córdoba siempre supo operar elecciones.

Si esta versión que ronda en el imaginario colectivo tuviera tintes de verdad, Duarte operaría (para quien lo hiciera) desde el anonimato, aunque la ley le permita caminar libremente por cualquier sitio, después de cumplir su tiempo en el reclusorio.

Ningún grupo político podría negar (y más en Veracruz), las habilidades del exgobernador para trabajar elecciones en su estado, conoce cada palmo del terreno que mandató, caminó junto a FIdel Herrera, y siempre se rodeó de reconocidos operadores políticos.

Los errores de Duarte están a la vista, fue condenado por ello y se declaró culpable en un juicio abreviado. En la mayor parte de sus años en prisión dio de qué hablar, tuvo exposición mediática constante (para bien o mal suyo), y se mantuvo vigente en redes sociales desde su celda.

Se dedique o no a operar elecciones (o se trate de un simple rumor en el estado), Javier Duarte tendrá algo bastante más relevante que insertarse en el ambiente laboral (al poner un pie fuera): convivir con sus hijos, quienes son cuando menos (al momento), ocho años más grandes que cuando desapareció y/o perdió la libertad.

En alguna de las entrevistas que sostuve con Duarte (ya estando en el Reclusorio Norte), me dijo que no dejó (ni había dejado) de otorgar la pensión alimenticia correspondiente a sus hijos, aún desde prisión. Javier tendrá que generar cuando salga (siga o no teniendo ahorrado), ¿de qué manera lo hará? Ya veremos.

X: @aaguirre_g