Por José Luis Ortega Vidal / Claroscuros
- Saldría al escenario público a defender la democracia, a Claudia y si hubiera un golpe de Estado: AMLO
- – No será necesario porque mi gobierno es muy fuerte: presidenta Claudia Sheinbaum
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Ahora sí, la que manda despacha en el Palacio Nacional.
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Esta condición debió quedar clara el primero de octubre del 2024 pero no fue así por razones que cualquier mexicano básicamente informado sobre el acontecer político del país, conoce.
Dos hechos ratifican la nueva circunstancia en el escenario del poder de México:
a)La “renuncia” de Alejandro Gertz Manero a la Fiscalía General de la República
b)La aparición pública del expresidente Andrés Manuel López Obrador este domingo para presentar su nuevo libro, titulado Grandeza.
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Luego del sacudimiento mediático a media semana, ante la circulación de un sinfín de versiones e interpretaciones sobre la salida de Gertz Manero de la FGR, el jueves la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó durante la mañanera: “Le ofrecí una embajada y aceptó”.
El contundente mensaje dejó claro ante el país y el extranjero quién dio el manotazo en la Fiscalía.
La presidenta retiró del tablero de ajedrez un poderoso alfil impuesto por su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
De inmediato la FGR fue puesta en manos de Ernestina Godoy, mujer de confianza de Claudia Sheinbaum, con quien trabajó como procuradora durante la jefatura de gobierno de la ciudad de México de la hoy titular del poder ejecutivo federal.
El Senado debe ratificar el nombramiento de Godoy –quien fungía como consejera jurídica de la Presidencia- pero se trata de un trámite.
Hay muchos alfiles, torres, peones lopezobradoristas en la estructura donde la presidenta Claudia Sheinbaum aparece como presidenta acotada por su padrino político.
Empero entre el miércoles y viernes pasado se maniobró al más alto nivel para obedecer la orden de la jefa y ya no del exjefe.
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Luego, el domingo AMLO lanzó un video donde recuerda parte de su trayectoria hacia el poder a partir de 1975 –cuando militó en el PRI y fue delegado del Instituto Nacional Indigenista en su natal Tabasco- hasta el sexenio 2018-2020, bajo su mando.
Durante semanas se especuló que la aparición del nuevo libro de López Obrador implicaría un recorrido del expresidente por el país para presentarlo.
En términos de praxis política la sola aparición de la obra tiene un profundo significado político; es un mensaje a sus huestes para indicar: aquí estoy, me muevo y muevo…
La idea de una gira para fortalecer el mismo mensaje fue interpretada como una maniobra negativa para la actual presidenta, cuyo mandato resulta frágil en temáticas como la inseguridad, la paralización de la economía, las presiones desde Estados Unidos, entre otros rubros.
No ocurrió tal gira de “promoción” del libro; quizá nunca existió el plan o tal vez se frenó en un toma y daca de poder.
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El mensaje, a diferencia del recorrido, sí fue ratificado mediante el video que circuló profusamente en redes sociales.
De forma personal, directa, sin ambages, Andrés Manuel López Obrador lanzó esta afirmación:
“Saldría para defender la democracia, saldría también para defenderla a ella, si hay intentos de golpe de estado, si la acosan salgo, entonces sí. No creo que pase pero de todas maneras no está mal que sepan en qué circunstancias si podría yo salir, sí saldría yo a la calle. Y la tercera razón por la que saldría a la calle sería defender la soberanía de México porque nuestro país es libre y es independiente, es soberano. Nosotros no somos colonias de ningún país extranjero”.
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El mensaje de López Obrador puede ubicarse en dirección a un particular interlocutor: la presidenta Claudia Sheinbaum.
La defensa de la democracia constituye un argumento vago y ambiguo.
¿Cuál democracia defendería el expresidente si decide salir al escenario público?
Los críticos de AMLO lo acusan justamente de haber dañado la democracia de México, de modo que esa bandera aporta de inmediato a la polarización, muy propia del sexenio anterior en el país.
¿Qué significa un acoso contra Claudia Sheinbaum?
Volvemos a la ambigüedad del planteamiento porque si alguien acosó a la presidenta fue Alejandro Gertz, a quien Claudia Sheinbaum recién defenestró.
Y hay otros acosadores, como el senador Adán Augusto López Hernández, «hermano» de Andrés Manuel…
¿Un golpe de Estado?
Esa idea, ese concepto, esa posibilidad se ha mencionado en México una sola vez desde que Claudia Sheinbaum es presidenta, y lo hizo AMLO el día de ayer mediante un video.
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Al buen entendedor pocas palabras…
Este domingo la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo respondió al mensaje de su predecesor.
Entrevistada durante una gira en el estado de Morelos, la titular del ejecutivo consideró que no hará falta el regreso de AMLO a la esfera pública, porque su gobierno “está muy fuerte” y el movimiento de MORENA es muy unido.
Remató:
“Hoy nos levantamos con una noticia muy bonita. Vimos un video en la mañana del presidente López Obrador que le enviamos un aplauso desde aquí, con todo cariño hasta Palenque…”
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Queda por ver en el transcurso de los días, semanas y meses, cómo desarrolla Claudia Sheinbaum el poder que ha demostrado desde su manotazo en la FGR.
A López Obrador, la presidenta se lo está quitando de encima; lo cual ratificó muy a su estilo con un mensaje breve y firme: mi gobierno está muy fuerte…
