17 de noviembre de 2025

Nayibe Sacre, regidora electa por Movimiento Ciudadano (MC) / Redes Sociales

Por Alberto Mejia

  • Fue abogada personal de la exalcaldesa y operadora en el blanqueo de observaciones por desvío de recursos

Lejos de representar una voz crítica o ciudadana, Nayibe Sacre, regidora electa por Movimiento Ciudadano (MC), llegará al cabildo de Manuel Alonso Cerezo el próximo 1 de enero con un historial que la vincula directamente con el saqueo de la administración panista de Leticia López Landero (2018–2021).

No se trata solo de afinidad política: Sacre fue la abogada personal de la exalcaldesa, y, de acuerdo con fuentes internas y documentos del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), jugó un papel clave en la justificación legal y administrativa del desvío de recursos públicos detectado en aquella gestión. Las observaciones por irregularidades millonarias fueron desactivadas con maniobras jurídicas que tuvieron como figura central a la ahora regidora electa.

En redes sociales, Sacre ha manifestado abiertamente su respaldo a Leticia López, a quien definió como víctima de “ataques sin fundamentos”, lo que confirma su rol no solo como defensora jurídica, sino como operadora política de un pasado marcado por la corrupción y el abandono institucional en Córdoba.

Hija del exregidor Félix Emilio Sacre Luna, quien también fue cercano a López Landero desde el cabildo, Nayibe Sacre representa la continuidad de una red política que ha favorecido la opacidad y la impunidad. Su inclusión en el próximo gobierno municipal encabeza una lista de preocupaciones para quienes esperaban una nueva etapa de rendición de cuentas en el ayuntamiento cordobés.

La dirigencia de Movimiento Ciudadano en Veracruz aún no ha fijado postura sobre por qué postuló a una figura con evidentes vínculos con la exalcaldesa panista, ni cómo justifica haber entregado un espacio de representación a una abogada de oficio del saqueo.

La presencia de Sacre en el nuevo cabildo lanza una señal clara de que los intereses enquistados en el pasado aún tienen operadores activos en el presente, y que la renovación prometida por algunos actores políticos podría quedar reducida a discurso.