Hernán Bermúdez Requena y Adán Augusto López Hernández / Internet
Por Rebeca Solano
Desde 2018, Adán Augusto López Hernández fue advertido por consultores de seguridad que su amigo cercano, Hernán Bermúdez Requena —hoy prófugo y señalado como jefe de La Barredora— aparecía como “persona de interés” en bases de datos de inteligencia federal por presuntos vínculos con el crimen organizado.
A pesar de la alerta, el entonces gobernador de Tabasco rompió relación con los especialistas y, en diciembre de 2019, nombró a Bermúdez como su secretario de Seguridad Pública. Ambos, junto con el diputado federal Jaime Lastra Bastar y Humberto Bermúdez, hermano de Hernán, forman un grupo político y económico que se consolidó desde los años 90 bajo el cobijo del exgobernador Manuel Gurría Ordóñez.
La información oficial sobre los vínculos de Bermúdez con La Barredora apareció hasta 2022 en los Guacamaya Leaks, aunque desde antes se hablaba en Tabasco de su poder territorial, sus nexos con actividades como el abigeato, secuestros y extorsiones, y su relación con empresas de seguridad en gobiernos priistas.
Durante el interinato de Carlos Merino, se intentó destituir a Bermúdez, pero fue protegido políticamente. Renunció en enero de 2024, en medio del aumento de violencia en el estado.
Aunque no pertenece a los grandes cárteles, La Barredora disputó territorio al CJNG, generando una ola de violencia que creció tras la salida de López Hernández del gobierno.
