
CAEV / Internet
Por Redacción
- Plazas fantasmas, venta de cargos y desvío de recursos
La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, tendría que poner especial atención en la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV), donde se han acumulado señalamientos por presuntas prácticas de corrupción, incluyendo la venta de plazas, el desvío de recursos y la creación de puestos fantasma.
De acuerdo con diversas denuncias, en la subdirección administrativa encabezada por Rufino Sánchez, y en el área de Recursos Humanos, bajo control de María de los Ángeles Domínguez, se ha operado un esquema para asignar de manera discrecional salarios correspondientes a plazas vacantes, sin que exista personal real desempeñando esas funciones.
El modus operandi incluye «jineteo» de expedientes, manipulación de nóminas y la inclusión en la plantilla de trabajadores de personas sin perfil técnico ni experiencia, lo que ha generado afectaciones directas en la operatividad del organismo, particularmente en regiones donde el abasto de agua ya es crítico.
Además del desvío presupuestal, los funcionarios señalados estarían involucrados en la venta ilegal de plazas, cobrando por la incorporación de empleados a la CAEV, lo que convierte a la dependencia en un botín político, más que en una instancia para garantizar el derecho al agua en el estado.
Los señalamientos también alcanzan al titular del organismo, Luis Fernando Cervantes Cruz, quien —según versiones internas— aspira a una candidatura al Senado, mientras la institución que dirige se deteriora por prácticas clientelares y corrupción interna.
Diversas voces ciudadanas piden a la administración estatal actuar con firmeza ante las irregularidades, recordando que el acceso al agua potable es un derecho humano, no una oportunidad para lucrar políticamente.
(Con información de PalabrasClaras.mx)
