
Presidente Nayib Bukele / Internet
Por Rebeca Solano
El Congreso de El Salvador, dominado por el partido Nuevas Ideas del presidente Nayib Bukele, aprobó este jueves reformas constitucionales que permitirán la reelección presidencial indefinida y ampliarán el periodo presidencial de cinco a seis años.
La iniciativa fue presentada por la diputada Ana Figueroa, quien propuso modificar cinco artículos de la Constitución de la República. Entre los cambios aprobados destacan la eliminación de la segunda vuelta electoral, la reducción del actual periodo presidencial y la reelección sin límites para el cargo de presidente.
“Históricamente, la reelección indefinida siempre ha existido en El Salvador para casi todos los cargos de elección popular sin prohibiciones; la única excepción ha sido la presidencia de la República”, argumentó Figueroa durante la sesión legislativa.
Además, se aprobó una disposición transitoria que acorta el actual mandato presidencial de Bukele, que inició el 1 de junio de 2024 y debía concluir en 2029, para que termine en 2027. El objetivo, según se explicó, es unificar las elecciones presidenciales, legislativas y municipales en una misma fecha.
Esta reforma abriría la puerta a que Bukele se postule para un nuevo periodo, a pesar de que originalmente la Constitución prohibía la reelección. No obstante, en 2021, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia —conformada por magistrados afines al oficialismo— avaló una interpretación que permite al presidente participar por segunda vez, dejando la decisión final en manos del electorado.
Desde su llegada al poder en 2019, Bukele ha sido una figura polémica en la región. Su estrategia de seguridad basada en mano dura contra las pandillas le ha granjeado altos niveles de aprobación, pero también severas críticas por el deterioro democrático, concentración de poder y represión a organizaciones civiles.
Con esta reforma, El Salvador se convierte en uno de los pocos países de América Latina donde se permite la reelección indefinida del presidente, un paso que, según analistas y organismos internacionales, podría consolidar un régimen autoritario en la nación centroamericana.
