28 de septiembre de 2025

Rocío Nahle, en el último lugar del ranking nacional de gobernadores / Internet

Mura Donaji

La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, ocupa el último lugar en el ranking nacional de aprobación de gobernadores, de acuerdo con la encuesta de Demoscopia Digital correspondiente a julio de 2025. La caída en su popularidad refleja el profundo malestar social frente a la ola de violencia, crisis política y señalamientos de corrupción que han marcado los primeros ocho meses de su administración.

El informe, elaborado mensualmente por la firma Demoscopia Digital —reconocida en América Latina por su precisión metodológica— combina sondeos presenciales, telefónicos y digitales. En esta edición, Nahle se desploma al fondo de la lista, en medio de una serie de hechos violentos que han sacudido a la entidad y que han puesto en entredicho la eficacia del gobierno estatal.

Caso Álamo: secuestro y muerte de maestra jubilada

Uno de los episodios que marcó el declive fue el caso de Irma Hernández Cruz, maestra jubilada y taxista, secuestrada el 18 de julio por integrantes de la llamada Mafia Veracruzana en Álamo Temapache, tras negarse a pagar extorsión. Las imágenes de la víctima arrodillada y obligada a enviar un mensaje circularon ampliamente, conmocionando al estado y evidenciando el poder del crimen organizado sobre el transporte público.

La respuesta oficial no ayudó: la gobernadora declaró que la víctima había muerto por un infarto, lo que fue visto como un intento de minimizar el crimen. Posteriormente, arremetió contra la prensa llamándola “miserable” por consignar el hecho, lo que desató nuevas críticas.

Más violencia y motín en Tuxpan

Días después, otro taxista fue rematado en un hospital de Tuxpan tras sobrevivir a un ataque armado, y su padre falleció durante el atentado. Este hecho se sumó a una jornada sangrienta que incluyó cinco homicidios dolosos en 24 horas en distintos puntos del estado: Perote, Álamo, Coatzacoalcos, Orizaba y Tuxpan.

La noche del 2 de agosto, un motín en el penal de Tuxpan dejó siete muertos y once heridos, luego de que internos se rebelaran por extorsiones al interior del CERESO. La revuelta evidenció el descontrol de las autoridades penitenciarias, señaladas de ceder el manejo de las cárceles al crimen organizado.

Crisis política y confrontación con Movimiento Ciudadano

A este entorno de violencia se suma una crisis política creciente. Rocío Nahle ha sido criticada por acusar sin pruebas de vínculos con el crimen organizado a candidatos de Movimiento Ciudadano, lo que derivó en un enfrentamiento público con la dirigencia nacional del partido. La tensión aumentó cuando, tras el motín en Tuxpan, se insinuó que el evento pudo estar relacionado con la presencia en la zona del dirigente nacional Jorge Álvarez Máynez, quien encabezaba un acto público ese mismo día.

Desconfianza social y narrativa en crisis

Pese a las constantes declaraciones de Nahle sobre “resultados que comienzan a reflejarse”, la realidad percibida por la ciudadanía es otra. Su discurso ha sido considerado minimizador, evasivo o agresivo, mientras la percepción de inseguridad y descomposición institucional crece.

El desplome en la encuesta de Demoscopia Digital no es solo simbólico: retrata una pérdida de confianza ciudadana frente a un gobierno que prometía renovación, pero que ha sido rebasado por los hechos. La violencia impune, la falta de control en cárceles, los escándalos de corrupción y una comunicación pública errática están cobrando factura.

Veracruz, un estado golpeado históricamente por la violencia y la impunidad, vive una nueva etapa de crisis, ahora con Rocío Nahle al frente y sin señales claras de recuperación.