28 de septiembre de 2025

Última alarma democrática la Reforma al INE / Video

Por RebecaSolano

Ante el inminente anuncio de una nueva reforma electoral impulsada por el gobierno de Claudia Sheinbaum, diversas voces han advertido que Morena buscaría cooptar al Instituto Nacional Electoral (INE), uno de los últimos pilares democráticos aún autónomos. La posibilidad de que el INE sea transformado para servir a los intereses del partido gobernante ha encendido las alarmas entre expertos y ciudadanos conscientes de la erosión institucional que ha vivido México en los últimos años.

A lo largo del sexenio, el país ha sido testigo de una sistemática captura de los organismos autónomos, la militarización de funciones civiles, y el debilitamiento de los contrapesos del poder legislativo y judicial. Frente a ello, la respuesta social ha sido, en su mayoría, el silencio.

La nueva amenaza que se cierne sobre el INE podría significar el punto de no retorno para la democracia mexicana. “Primero vinieron por los organismos autónomos, y nadie dijo nada; después, por las policías civiles; luego por los contrapesos legislativos, y tampoco hubo reacción”, expresó un académico en redes sociales. “Ahora irán por el INE. Tal vez, cuando a ti te importe, ya no haya nadie que te defienda”, advirtió.

El paralelismo con el célebre poema atribuido al pastor alemán Martin Niemöller, sobre la pasividad ante el ascenso del nazismo, no es accidental. La advertencia es clara: la indiferencia social ante el desmantelamiento institucional abre la puerta al autoritarismo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ya había intentado una reforma electoral en 2022, pero no alcanzó la mayoría constitucional en el Congreso. Ahora, con Sheinbaum al frente y una mayoría más sólida, Morena podría concretar los cambios sin consulta ni consenso.

De concretarse esta reforma, el Instituto Nacional Electoral podría desaparecer tal como lo conocemos y ser sustituido por un organismo subordinado al poder ejecutivo, lo que pondría en riesgo la imparcialidad de las elecciones y la confianza ciudadana en los procesos democráticos.

La pregunta ahora no es si Morena intentará tomar el control del INE, sino quién quedará para defenderlo cuando lo hagan. Porque, como dice el poema, si seguimos en silencio, el día que vengan por nosotros, ya no quedará nadie para alzar la voz.