28 de septiembre de 2025

Funcionario de la CEAPP implicado en escándalo de muerte y excesos es relevado en silencio  / Redes Sociales

Por Julio Altamirano

La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) removió discretamente de su cargo a Óscar “N”, funcionario implicado en el caso donde perdió la vida su compañero y subordinado, José Antonio Miranda García, tras una noche de excesos en el municipio de Banderilla.

Sin emitir comunicado oficial, la CEAPP sustituyó a Óscar “N” por Adrián Garduza Pulido, según consta en su sitio web oficial. Hasta el momento, se desconoce si la salida obedece a una renuncia voluntaria, cese definitivo o separación temporal del cargo. Tampoco hay información sobre un posible proceso administrativo en su contra ni sobre avances en la carpeta de investigación abierta por la Fiscalía General del Estado de Veracruz.

El caso ha generado indignación, no solo por las condiciones en que murió Miranda García, sino por la aparente protección institucional hacia Óscar “N”, quien fue testigo presencial de los hechos. De acuerdo con versiones periodísticas, él habría organizado y participado en una reunión con bebidas adulteradas y servicios sexuales, que derivó en la intoxicación y muerte del subordinado. A pesar de notar su deterioro, decidió llevarlo a su casa en lugar de un hospital, lo que agravó la situación.

A pesar de su posible responsabilidad por omisión, la Fiscalía lo convirtió en su testigo principal, ignorando conductas cuestionables, contradicciones y posibles encubrimientos. Mientras tanto, la gobernadora Rocío Nahle declaró públicamente que el fallecimiento se debió a “gotas” suministradas en la bebida por mujeres contratadas esa noche, pero evadió referirse a los golpes visibles en el cuerpo del trabajador fallecido.

La falta de transparencia en la CEAPP contrasta con los principios de ética y rendición de cuentas que presume. La salida encubierta de un funcionario implicado en un caso tan grave envía un mensaje preocupante: en lugar de investigar y sancionar, las instituciones protegen a los suyos cuando están en el centro del escándalo.

El relevo se da en medio de un contexto de opacidad, revictimización y encubrimiento, lo que genera preocupación sobre el tipo de protección que reciben quienes deberían velar por la seguridad y dignidad de los periodistas veracruzanos.