28 de septiembre de 2025

 

Carlos Manzo, el alcalde independiente de Uruapan / Internet

Por Rebeca Solano

Carlos Manzo, primer alcalde independiente de Uruapan y exdiputado de Morena, se ha convertido en una figura polémica y mediática al optar por una estrategia frontal contra la inseguridad que rodea a esta ciudad, ubicada en uno de los territorios más disputados por cuatro cárteles del crimen organizado.

En mayo pasado, Manzo ordenó a la policía usar “fuerza letal” contra delincuentes armados, declarando: “No hay consideración con esos lacras”. Además, aumentó en un 30% el salario de los policías y participa personalmente en operativos, incluso desde el aire, en una estrategia que ha sido tanto criticada como celebrada.

Su postura desafiante se evidenció al retar públicamente a la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, criticando la política de “abrazos, no balazos” y cuestionando la eficacia del enfoque gubernamental para frenar al crimen organizado:

“Si ella considera que sin un disparo o con buenas palabras va a detener al crimen, adelante. Yo pido licencia.”

Manzo, quien ha sobrevivido a intentos de “levantón” por parte de la Guardia Civil —gracias al apoyo ciudadano que bloqueó convoyes policiales—, prometió entregar un millón de pesos mensuales en recompensas para policías por decomisos. Su lema es claro: “No soy el Bukele mexicano, soy 100% el Sombrero Michoacano”.

Con apenas 40 años y formación en ciencia política jesuita, este alcalde arrasó en las urnas con el 66% de los votos en Uruapan, una plaza dominada por los cárteles CJNG, Templarios, Viagras y Cárteles Unidos.

Ahora, Manzo no solo busca combatir la violencia local, sino que habla abiertamente de aspiraciones mayores:

“Si la gente me dice que participe para la gobernatura y que desde ahí les puedo ayudar, pues no tengo problema… y si algún día muy lejano dicen ‘lo queremos para presidente de México’… pues ya será… si esa es la voluntad del pueblo.”

La figura de Manzo ha generado debates nacionales sobre la viabilidad y riesgos de enfrentar al crimen organizado con mano dura, mientras él consolida su imagen como un líder que busca ir más allá del municipio que gobierna.