28 de septiembre de 2025

Claudia Sheinbau / Vídeo

Por Rebeca Solano

  • Polémica por el uso de “presidenta”

El debate por el uso del lenguaje inclusivo volvió a desatar controversia en México luego de que, durante la reciente integración de términos en la Constitución, se adoptara de manera formal la palabra “presidenta”.

Aunque para algunos sectores esta modificación representa un avance simbólico en la lucha por la igualdad de género, críticos consideran que se trata de una “batalla cultural innecesaria” que desvía la atención de los problemas reales del país.

Las burlas no tardaron en aparecer: si ahora existe “presidenta”, —se ironiza— entonces también habría que decir “estudianta”, “caminanta” o “amanta”. Una muestra del absurdo que, según especialistas, degrada la riqueza del idioma y politiza el lenguaje con fines propagandísticos.

La polémica también alcanzó a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien ha defendido estas formas de expresión. Para sus detractores, se trata de una cortina de humo frente a la falta de resultados en el gobierno. “Se dice doctora y científica, pero su desempeño exhibe más ignorancia que conocimiento; títulos que parecen haber sido obtenidos por la misma corrupción que hoy simula combatir”, señalaron voces críticas en redes.

El trasfondo, advierten analistas, es que la llamada Cuarta Transformación ha convertido el lenguaje en trinchera ideológica, presentando esta “inclusión gramatical” como un triunfo cultural mientras se posterga la atención a crisis urgentes como la inseguridad, la falta de medicamentos y la precarización del sistema educativo.

En medio de la disputa, queda la pregunta: ¿es esta la transformación que necesita el país o solo una manera de sumar ignorancia oficial a la política pública?