27 de septiembre de 2025

 Huachicol en México: de “erradicación” a red de corrupción sin precedentes

Por Rebeca Solano

La lucha contra el robo de combustibles, conocida como huachicol, no comenzó con la actual administración, pero según expertos y denuncias recientes, alcanzó niveles sin precedentes bajo el gobierno de López Obrador, mientras las autoridades aseguraban combatirla.

Diversos análisis señalan que las políticas anticorrupción del sexenio anterior no redujeron el problema, sino que lo potenciaron. La desaparición de instituciones clave como el INAI y Compranet, la disminución del financiamiento a organizaciones de vigilancia ciudadana y la falta de transparencia en grandes obras públicas habrían incentivado la discrecionalidad y abierto la puerta a la impunidad.

El huachicol fiscal se ha convertido en un negocio de gran magnitud, ligado a los cárteles de droga y al crimen organizado, representando la segunda fuente de ingresos de estas organizaciones. La logística involucrada incluye robo, transporte, almacenamiento y venta de millones de litros de combustible en todo el país, con infraestructura y tecnología sofisticada, y presuntas complicidades de altos funcionarios.

El impacto económico es significativo: según estimaciones, las discrepancias en el comercio de gasolinas con Estados Unidos implicaron un faltante en finanzas públicas de 550 mil millones de pesos solo en concepto de IEPS durante el sexenio, además de pérdidas o ganancias ilegales adicionales de hasta 170 mil millones de pesos anuales.

La filtración de investigaciones de la FGR ha expuesto vínculos con funcionarios de alto nivel, incluidos militares, aduaneros y secretarios estatales, así como presuntas triangulaciones de recursos para campañas electorales. La actual administración, encabezada por Claudia Sheinbaum y el secretario Omar García Harfuch, ha iniciado acciones para destapar estas redes, aunque se percibe que el esfuerzo busca controlar daños y limitar el alcance de las investigaciones.

El caso refleja la complejidad y profundidad del robo de combustibles en México, donde la corrupción, la complicidad política y el crimen organizado se entrelazan, generando un desafío monumental para la justicia y la transparencia en el país.