4 de octubre de 2025

Por Beatriz Hernàndez

Hoy, en el corazón de la Plaza de las Tres Culturas, el eco de los disparos de 1968 resuena con una promesa de justicia. A 57 años de la Masacre de Tlatelolco, la presidenta Claudia Sheinbaum ha reafirmado en su conferencia matutina el compromiso del Estado mexicano con la memoria, la verdad y la no repetición de tan atroz represión. «El 2 de octubre no se olvida», declaró, recordando el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación que reconoce el evento como un crimen de lesa humanidad. En un México marcado por la lucha contra la corrupción e impunidad, los gobiernos de izquierda de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Sheinbaum marcan un giro histórico: de la negación oficial a la rendición de cuentas.

El Fuego del 68: El Nacimiento de un Movimiento Estudiantil

Todo comenzó en julio de 1968, en un México eufórico por los Juegos Olímpicos que inaugurarían en octubre. Una riña trivial entre estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la preparatoria Isaac Ochoterena el 22 de julio desató un movimiento masivo. Bajo el lema de «Libertad de expresión y democracia», el Consejo Nacional de Huelga (CNH) unió a decenas de miles de jóvenes, maestros y ciudadanos en demandas por reformas educativas, fin a la represión policial y mayor autonomía universitaria. El gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, obsesionado con la imagen internacional, vio en las protestas una amenaza existencial. Los costos de los Olímpicos –unos 150 millones de dólares– contrastaban con la pobreza rampante, alimentando el descontento social.

Las manifestaciones escalaron: marchas por el Paseo de la Reforma, boicots y asambleas en la UNAM. El Estado respondió con detenciones arbitrarias y allanamientos, pero el CNH persistió, convocando un mitin pacífico el 2 de octubre en Tlatelolco. Alrededor de 10,000 personas se congregaron en la Plaza de las Tres Culturas, un símbolo de la herencia azteca, ajenas al horror que se avecinaba.

La Noche de la Masacre: Balas, Gases y Silencio Oficial

A las 6 de la tarde del 2 de octubre de 1968, el Ejército Mexicano y el Batallón Olimpia –un grupo paramilitar del Estado Mayor Presidencial (EMP)– rodearon la plaza. Documentos desclasificados por la historiadora Kate Doyle revelan que francotiradores gubernamentales, posiblemente de la Guardia Presidencial, dispararon primero, desatando el caos. Tanques, helicópteros y gases lacrimógenos barrieron la multitud. Familias enteras, incluyendo niños, cayeron bajo las balas.

Las cifras son escalofriantes: entre 300 y 400 muertos según fuentes independientes, al menos 44 confirmados por investigaciones recientes; más de 1,000 heridos y 1,345 arrestos. El gobierno minimizó el saldo a «solo 20-30 muertos», culpando a «provocadores» y estudiantes armados. Figuras como el secretario de Gobernación, Luis Echeverría –futuro presidente–, fueron señaladas por orquestar la represión. Esta «corrupción sistémica» de encubrimiento perduró décadas, con archivos clasificados y testimonios silenciados.

El Legado de la Herida Abierta: Un Día Nacional de Duelo

Desde 2009, el 2 de octubre es Día Nacional de Duelo en México, un recordatorio de que «un día que no se olvida» simboliza la lucha por la democracia. La estela conmemorativa en Tlatelolco, grabada con nombres de víctimas, y las marchas anuales mantienen viva la memoria. Canciones como las de bandas independientes evocan el horror, desde baladas sobre la «matanza estudiantil» hasta himnos de resistencia que resuenan en redes sociales hoy. El evento no solo expuso la autoritarismo priista, sino que inspiró movimientos posteriores, como el de 1999 en la UNAM o el #YoSoy132 de 2012. Sin embargo, la impunidad –esa forma de corrupción histórica– persistió hasta la llegada de la Cuarta Transformación (4T).

AMLO y la Cuarta Transformación: Disolviendo Sombras del Pasado

Cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia en 2018, la anticorrupción se convirtió en eje de la 4T. En el contexto de Tlatelolco, AMLO no solo combatió la «corrupción financiera» con austeridad republicana –eliminando lujos para funcionarios y redirigiendo fondos a programas sociales–, sino que atacó la impunidad histórica. Cada 2 de octubre, en sus «mañaneras», proclamaba «Nunca más un 68», culpando directamente a Díaz Ordaz y diferenciando al Ejército actual del Batallón Olimpia.

El golpe estructural llegó en mayo de 2022: la disolución del EMP, el cuerpo élite responsable de los francotiradores en 1968. AMLO lo tildó de «poder paralelo corrupto», ahorrando recursos públicos y rompiendo cadenas de abuso. Aunque no hubo juicios por el 68, estas acciones sentaron precedentes para la memoria como herramienta anticorrupción, alineadas con reformas al Sistema Nacional Anticorrupción y compromisos del T-MEC.

Sheinbaum: La Disculpa que Sanó una Nación

La continuidad llegó con Claudia Sheinbaum en octubre de 2024. En su primer acto simbólico, firmó un decreto reconociendo la masacre como crimen de lesa humanidad, obligando al Estado a una disculpa pública y reparaciones a víctimas. La Secretaría de Gobernación lideró el proceso, rompiendo el encubrimiento de 56 años y abriendo vías internacionales contra la impunidad. Esto se enmarcó en un sexenio de operativos contra corrupción en seguridad y aduanas, como el desmantelamiento de redes de huachicol fiscal, pero con Tlatelolco como faro ético.

Críticos, como Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), señalan que persisten 51 casos de impunidad en 2025, pero el 70% de los mexicanos aprueba estos pasos, según encuestas. Sheinbaum ha enfatizado: «Hechos como este no pueden repetirse», vinculando la memoria al combate a la arbitrariedad estatal.

Hoy, en las Calles y el Palacio: El 57º Aniversario Vive

Este 2 de octubre de 2025, la conmemoración cobra vida en la mañanera de Sheinbaum desde Palacio Nacional, donde reiteró la disculpa y envió solidaridad a las familias. «La matanza permanece en la memoria como uno de los episodios más atroces», se lee en publicaciones virales, mientras activistas marchan en Tlatelolco. El gobierno de Tabasco y Puebla honran a las víctimas, y en redes, #2DeOctubre resuena con testimonios y demandas de justicia plena. Sheinbaum, en vivo, repasó claves del decreto: memoria, justicia y garantías de no repetición.

Hacia un México sin Sombras: La Lección Eterna del 68

A 57 años, Tlatelolco no es solo historia: es un llamado a erradicar la corrupción que permite masacres. Los gobiernos de AMLO y Sheinbaum han desmantelado estructuras de poder, ofrecido disculpas y priorizado la verdad, pero el camino exige juicios concluyentes y educación permanente. Como dijo Sheinbaum hoy: «Esto engrandece al pueblo». En un México transformado, el 2 de octubre ya no es solo duelo, sino semilla de democracia. Que la sangre de 1968 florezca en justicia. 🇲🇽🕊️