Gobierno de Estados Unidos
Por Rebeca Solano
El gobierno de Estados Unidos no está dispuesto a iniciar negociaciones para extender o renovar el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) hasta que México cumpla con los compromisos pendientes en los rubros de energía, telecomunicaciones, agricultura y otros sectores, advirtió Jamieson Greer, representante de Comercio de Estados Unidos, durante un foro en el New York Economic Club.
“Hay rubros donde deberían estar cumpliendo con el T-MEC y no lo están haciendo, podría ser energía, servicios de telecomunicación, agricultura, todo tipo de cosas”, señaló Greer, sin ofrecer más detalles.
El funcionario explicó que su equipo ha sostenido negociaciones recientes con autoridades mexicanas para que el país “cumpla mejor con el tratado en anticipación de la evaluación” que realizará Washington.
Agregó que “no tiene sentido hablar de extender o actualizar el T-MEC cuando México ni siquiera cumple con partes importantes”, y adelantó que en el próximo mes se espera tener una evaluación formal sobre el desempeño del país.
En su intervención, Greer también puso en duda la viabilidad del formato trilateral del tratado:
“La relación Estados Unidos-Canadá es tan diferente a la de Estados Unidos-México (…) Si uno ve al TLCAN y después al T-MEC, es casi como, ¿por qué empaquetamos todo junto?”.
Adelantó que las futuras negociaciones serán principalmente bilaterales, y que solo en algunos temas específicos se mantendrá el enfoque trilateral.
El gobierno de Donald Trump abrió en septiembre un periodo de consultas públicas sobre la renegociación del T-MEC, donde sectores empresariales, laborales, agrícolas, de telecomunicaciones y consumidores han presentado propuestas de cambios al acuerdo.
Si la administración decide extender o modificar el tratado, el Congreso de Estados Unidos deberá aprobarlo, y los legisladores ya preparan sus propias listas de exigencias para el nuevo texto.
De acuerdo con el coronel retirado Craig Deare, experto en relaciones hemisféricas, las conversaciones no se limitarán a temas económicos, sino que también incluirán reformas judiciales, asuntos democráticos y de seguridad, como parte de un paquete integral de revisión de la relación bilateral.