18 de octubre de 2025

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Por Fanny Yépez

Solo 41 de los 212 ayuntamientos en Veracruz, tienen Atlas de Riesgo
Los titulares de Protección Civil deben ser profesionales especializados
Aunque usted no lo crea, Poza Rica tiene su Atlas actualizado

Al mes de octubre de 2025, solo 41 de los 212 ayuntamientos de Veracruz (aproximadamente el 19%), cuentan con un Atlas de Riesgo, aunque es importante notar que no todos lo tienen actualizado. Este documento es crucial para la prevención y actuación ante desastres naturales.

Eso representa menos del 20% del total y es un porcentaje muy bajo, tomando como referencia que la media anual es de 14 tormentas y siete huracanes. Por ello, las autoridades se mantienen en alerta constante, monitoreando el océano Atlántico y la evolución de zonas de baja presión y tormentas tropicales en la zona

Si bien 41 municipios tienen el documento, no necesariamente todos los tienen actualizados, y la falta de presupuesto es una razón común para esto, reporta El Sol de México.

Es responsabilidad y competencia municipal, la elaboración y actualización del Atlas de Riesgo, aunque se han ofrecido oportunidades de orientación para ayudar a los ayuntamientos a desarrollarlo o actualizarlo.

Cabe destacar que solo 41 de los 212 ayuntamientos en Veracruz cuentan con su Atlas de Riesgo actualizado, lo que representa aproximadamente el 19% del total de municipios. Este dato fue denunciado por el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM) en octubre de 2025.

El ayuntamiento de Poza Rica cuenta con un Atlas de Riesgo actualizado a 2025. El documento fue publicado en el portal oficial del municipio en marzo de 2025, después de un proceso de actualización.

Sin embargo, a pesar de la existencia de este atlas, ha habido críticas recientes, especialmente a raíz de las inundaciones registradas este mes de octubre de 2025, que apuntan a que la información no fue utilizada adecuadamente para la prevención de desastres.

Los atlas de riesgo ayudan a prevenir desastres naturales al integrar información sobre peligros (como sismos o inundaciones) y la vulnerabilidad de un área para permitir la planificación del territorio y la toma de decisiones. Facilitan la identificación de zonas de riesgo, la simulación de escenarios, la creación de rutas de evacuación y la implementación de medidas preventivas, de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).

Los atlas de riesgo unen datos sobre peligros naturales (sismos, inundaciones) y de origen humano (accidentes industriales), junto con la exposición y vulnerabilidad de la población e infraestructura.

Planificación y toma de decisiones: Sirven como base para la planeación territorial y la toma de decisiones sobre el uso del suelo, la ubicación de infraestructura y la construcción de viviendas más seguras.

Identificación de zonas vulnerables: Permiten identificar áreas de alto riesgo, como asentamientos en laderas de ríos, y establecer zonas de refugio temporal y rutas de evacuación.

La profesionalización de los titulares de Protección Civil
Los titulares de Protección Civil deben ser profesionales especializados, porque los desastres son eventos complejos que requieren conocimientos técnicos, liderazgo, capacidad de gestión y toma de decisiones rápidas e informadas.

La profesionalización en esta área es crucial para garantizar una respuesta efectiva y coordinada, minimizando daños y salvando vidas. Porque en situaciones donde está en riesgo la vida humana no se debe improvisar.

Gestión integral de riesgos: Un profesional especializado entiende que la Protección Civil no se limita a la respuesta durante una emergencia, sino que abarca un ciclo completo que incluye la prevención, preparación, respuesta y recuperación. Esto permite identificar y evaluar riesgos de manera anticipada, implementando medidas preventivas y de mitigación que reducen la vulnerabilidad de la población.

La formación académica dota a los líderes de Protección Civil con las herramientas para analizar fenómenos perturbadores (naturales y humanos) y entender sus efectos. Esto incluye desde evaluar la estructura de un edificio para un plan de evacuación, hasta coordinar la respuesta ante un incidente con materiales peligrosos.

Toma de decisiones crítica: Durante una emergencia, cada segundo cuenta. Los líderes especializados están entrenados para tomar decisiones estratégicas y tácticas bajo presión, basándose en un análisis de riesgos sólido en lugar de la improvisación. La falta de formación puede llevar a decisiones equivocadas que ponen en peligro a la población.

Liderazgo y capacitación: El liderazgo en situaciones de emergencia no es innato, requiere formación y entrenamiento. Un titular especializado puede dirigir equipos de primera respuesta y capacitar tanto a personal operativo como a la población en general, fomentando una cultura de prevención.

Marco legal y operativo: Un profesional conoce el marco jurídico que rige la Protección Civil y los planes de actuación establecidos a nivel nacional y local. Esto garantiza que las acciones se realicen de manera organizada y bajo protocolos estandarizados, evitando errores y vacíos en la respuesta.

Recuperación y resiliencia: Más allá del auxilio inmediato, los líderes profesionales tienen la capacidad de planificar y coordinar la etapa de recuperación, que busca restablecer los servicios vitales y reconstruir la resiliencia de la comunidad a largo plazo.

Cabe señalar que la UNAM imparte la carrera de Protección Civil principalmente en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, que cuenta con una oferta relacionada y además el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) ofrece la carrera técnica especializada en Protección Civil.

La carrera de Protección Civil se imparte en diversas instituciones educativas, tanto públicas como privadas, a nivel técnico, licenciatura y posgrado. Algunos ejemplos incluyen la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y la Universidad Veracruzana (UV).