Andy López Beltrán, señalado como “huachicol fiscal” del gobierno
Por Rebeca Solano
En medio de un escándalo político y financiero que sacude a México, Andy López Beltrán, hijo del presidente, ha sido exhibido como presunto responsable de un desvío masivo de recursos públicos, en lo que se ha denominado el “huachicol fiscal”.
Según investigaciones y denuncias difundidas en medios, se le atribuye la malversación de 500,000 millones de pesos, desviados del erario nacional, afectando a la población trabajadora y al financiamiento de hospitales y servicios públicos.
El caso involucra un contrabando de gasolina y lubricantes, con cifras que alcanzarían 18,000 millones de litros, mientras se asegura que autoridades y funcionarios de Morena protegieron estas operaciones, y que aduanas y fuerzas armadas no frenaron los ilícitos.
El escándalo ha generado críticas sobre la coherencia del discurso anticorrupción del gobierno y ha puesto en evidencia lo que algunos califican como un sistema de protección familiar dentro del poder político, donde se favorece a allegados a cambio de la complicidad de funcionarios y legisladores.
Organismos y analistas señalan que este caso no es un accidente aislado, sino un símbolo de un sistema político presuntamente corrupto, con consecuencias directas para la economía y la confianza ciudadana.
El debate sobre el impacto social y político del caso Andy López Beltrán continúa, mientras la opinión pública exige transparencia y rendición de cuentas ante lo que se describe como un saqueo histórico de recursos públicos.
