16 de octubre de 2025

Columna Política Express

Luego de algunos días después del desastre en el Norte del Estado, en las mesas de los cafés políticos de la Capital Veracruzana comienzan a intercambiar opiniones alrededor de la actuación de algunos.

Y es que, quizá, antes de la modernización tecnológica había muchos que creían las mentiras de los políticos a ciegas.

Antes, se comentaba entre lecheros humeantes y banderillas dulces, las voces de los partidos opositores eran solo murmullos, y prevalecían solo las “verdades” de los gobiernos.

Pero hoy, la información positiva se estanca y la negativa corre como el agua. Hay voces, trucos simuladores y denostaciones o alabanzas personales o políticas que son opacadas y rebasadas por la realidad.

Desafortunadamente, para muchos, lo positivo no cuenta.

Hay quienes solo resaltan lo negativo que es presentado crudamente en noticieros y columnas políticas.

Así, los sabios bebedores del café hicieron un pequeño recuento de algunos mitos que se han utilizado, y se seguirán utilizando, como muletillas para socavar la confianza ciudadana.

Por ejemplo, el mito del famoso FONDEN se sigue manejando como sinónimo de salvación, pero de hecho, se exhiben al dejar ver que no conocieron ni el fondo ni la forma del programa.

También está el mito de la famosa apertura de compuertas como causante de la tragedia, en una presa que no las tiene.

También está el mito de negar los avisos que se hicieron para tomar previsiones cuando información hubo y mucha, pero muchos esperaban que se les fuera a tocar a sus casas para avisarles. En política lo anterior es normal, pues en la guerra y en la política todo se vale, pero no deja de ser ruin y oportunista.

También está el mito de que nadie les auxilia, pero cómo hacerlo con la rapidez que se requiere, cuando el mismo gobierno acepta que al momento todavía hay una gran cantidad de comunidades incomunicadas y que a la fecha aún hay 57 en esas condiciones. Es claro que el Puente Aéreo ayuda, pero nunca será suficiente.

Lo peor es que a los políticos ya no se les creen las argucias corrientes que usan para posicionar a sus partidos políticos en el ánimo electoral. Más bien enseñan el cobre, lo ruin y oportunismo que hay en su corazón. Y claro, se les señala de ruines, no de tontos, por lo que no es fácil identificarlos en las guerras mediáticas y la desinformación.

En la mesa, con los cafés ya un poco fríos, se comentó que ¡Sí hay daños! ¡Sí hay dolor! ¡Si hay muertos! Pero también que no se puede negar el esfuerzo y la solidaridad de la sociedad, así como la reacción de un gobierno que organiza la ayuda y que actúa según las circunstancias.

Por el momento, lo importante es ayudar, abrir las carteras, y difundir primordialmente la información que ayude y mande aliento a los dolidos en lugar de pesimismo.

Lecheros calientes y banderillas dulces a quienes privilegian lo positivo antes de lo negativo, y canillazos duros a los políticos que lucran con el dolor de quienes en apariencia les importa, pues eso, al final, pasará facturas.