17 de noviembre de 2025

Adán Augusto López Hernández, exgobernador del estado  / Internet

Por Rebeca Solano

  • El ascenso criminal de Hernán Bermúdez y la formación de La Barredora

La carrera política de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco e identificado por autoridades federales como líder de la organización criminal La Barredora, no puede explicarse sin el respaldo del grupo político de Adán Augusto López Hernández, exgobernador del estado y actual presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado.

Prófugo de la justicia y señalado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) desde 2022, Bermúdez—también conocido como Comandante H—tuvo una carrera de más de tres décadas en el gobierno tabasqueño, donde trabajó con seis mandatarios, todos de extracción priista. Sin embargo, fue en el sexenio de Adán Augusto (2019–2021) cuando alcanzó el máximo poder: primero como director de la Policía de Investigación y luego como titular de Seguridad Pública.

Del PRI a la 4T: un operador reciclado

Originario de Yucatán y abogado de profesión, Bermúdez fue promovido en 1992 por el grupo político encabezado por Manuel Gurría y Roberto Madrazo. Su ascenso se vinculó a figuras como Jaime Lastra Bastar, actual líder de la bancada de Morena en el Congreso local y operador cercano a Adán Augusto. Desde entonces, el Comandante H se mantuvo en cargos estratégicos, incluso tras haber sido detenido por la SIEDO en 2006 por presuntos vínculos con el crimen organizado. Fue liberado por falta de pruebas, aunque su cercanía con figuras del narco, como Cirilo Vázquez Lagunes, quedó documentada.

Tras un periodo en el ostracismo durante los gobiernos de Granier y Núñez, Bermúdez regresó a la escena política en 2018 como parte del equipo de campaña de Adán Augusto. Tras la victoria, su nombramiento como secretario de Seguridad Pública en 2019 consolidó su poder.

La Barredora: el grupo criminal con respaldo oficial

De acuerdo con filtraciones de Guacamaya Leaks y reportes del CNI, Bermúdez dirigía La Barredora, grupo delictivo vinculado al CJNG que operaba bajo la fachada de un cuerpo parapoliciaco. Según el analista Jacinto López Cruz, el grupo fue creado con anuencia directa de Adán Augusto con el objetivo de eliminar a un rival criminal, Kalimba, señalado por el asesinato de un amigo cercano del exgobernador.

La Barredora, encabezada operativamente por Ulises Pinto, recibió apoyo logístico y armamentístico desde la Secretaría de Seguridad, y extendió sus actividades al cobro de piso, tráfico de drogas, huachicoleo y migrantes.

El grupo se habría descontrolado en los últimos años, provocando disputas internas y una oleada de violencia que obligó a Bermúdez a dejar el cargo. A pesar de las señales de alerta, ni Adán Augusto ni su sucesor, Carlos Merino Campos, actuaron para removerlo.

Crisis política y rompimiento familiar

La reciente orden de aprehensión contra Bermúdez, revelada por el periodista López Cruz antes que por las autoridades, ha tensado al interior de la llamada familia López Obrador. José Ramiro López Obrador, hermano del expresidente, fue quien formalmente denunció a Bermúdez ante la Fiscalía estatal.

En respuesta, Adán Augusto ha señalado su disposición a comparecer y ha sugerido, sin mencionarlo directamente, que Bermúdez debe rendir cuentas ante la ley. Sin embargo, su silencio sobre las acusaciones concretas y su pasado de colaboración con el ahora prófugo han encendido las alarmas de un posible cisma entre las facciones internas de la 4T.

El caso Bermúdez podría ser apenas el principio de una tormenta política que no solo involucra a Tabasco, sino al entorno más cercano del presidente López Obrador y de su delfín político en el Senado.