28 de septiembre de 2025

 

Seguridad en Veracruz: entre promesas de reestructuración y realidades que persiste  / Internet

Por Redacción

 A poco más de medio año de haber asumido el cargo, la gobernadora Rocío Nahle enfrenta uno de los principales retos de su administración: garantizar la seguridad en Veracruz, una de las entidades con mayores índices de violencia en el país.

Durante su toma de protesta como la primera mujer en gobernar Veracruz, Nahle anunció una reforma de reestructura organizativa en materia de seguridad, con el objetivo de mejorar la vigilancia e inteligencia en todo el territorio estatal.

“En materia de seguridad presentaré una reforma de reestructura organizativa para aprovechar de mejor manera los recursos y aumentar la inteligencia y vigilancia en todo el territorio”, prometió la mandataria.

Sin embargo, a pesar de los compromisos asumidos, la incidencia de delitos como feminicidio, secuestro, extorsión, robo de vehículo y homicidio doloso sigue siendo alta, lo que ha generado dudas sobre la eficacia de las estrategias implementadas por la nueva administración.

Según datos presentados por el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Reyes Garcés, el estado ocupa actualmente el lugar 25 a nivel nacional en delitos totales por cada cien mil habitantes. Además, destacó una disminución en la incidencia general:

“En incidencia total de delitos, el primer semestre del 2025 muestra una disminución del 15 por ciento en comparación con el primer semestre del 2019 y del 13.02 por ciento en comparación al primer semestre del año anterior”, afirmó el funcionario.

No obstante, los datos oficiales también reflejan incrementos en delitos como fraude, extorsión y violencia familiar, este último, uno de los más persistentes y alarmantes en los últimos años.

A pesar de la reducción global, la ciudadanía aún espera resultados concretos en las calles. Los primeros meses del gobierno de Rocío Nahle han estado marcados por contrastes: mientras el discurso apuesta por la transformación institucional, los indicadores siguen revelando que la violencia cotidiana continúa siendo una constante en muchas regiones del estado.