16 de noviembre de 2025

Sheinbaum pide auxilio político ante creciente presión por la Revocación de Mandato

Por Rebeca Solano

La presidente Claudia Sheinbaum Pardo enfrenta una nueva ola de críticas y presiones sociales tras el debate nacional desatado por la propuesta de adelantar la Revocación de Mandato. En redes sociales y foros políticos, el tema se ha convertido en un campo de confrontación entre simpatizantes del oficialismo y sectores ciudadanos que acusan al gobierno de pretender manipular una figura democrática para consolidar poder.

Según versiones difundidas por el canal Brolet, la mandataria habría “pedido auxilio” político ante la posibilidad de que la iniciativa de revocación se le revierta y detone un movimiento popular de rechazo. El video viral titulado “¡El pueblo amenaza a Sheinbaum! ¡Tiran farsa de la revocación de mandato!” sostiene que crece el descontento entre las bases que llevaron a Morena al poder, ante lo que consideran una traición al espíritu participativo de la 4T.

En contraste, Sheinbaum negó que exista una revocación inmediata, y aclaró que la propuesta discutida en el Congreso busca adelantar la consulta de 2028 a 2027, con el argumento de ahorrar recursos públicos y unificar calendarios electorales. “No se está pidiendo la revocación ahora; lo que se analiza es el tema presupuestal”, declaró la presidenta en conferencia de prensa.

No obstante, la oposición calificó la propuesta como una “farsa democrática” y una maniobra del oficialismo para mantener la presencia de Sheinbaum en la boleta y prolongar su influencia política bajo el pretexto de una consulta ciudadana.
El dirigente panista Marko Cortés advirtió que el adelanto de la revocación podría ser “una trampa de legitimación anticipada”, mientras que otros líderes sociales acusan al gobierno de intentar distraer a la opinión pública frente a los problemas de inseguridad y economía.

En los últimos días, crecieron en redes etiquetas como #RevocacióndeMandato, #FarsaDeLa4T y #SheinbaumBajoPresión, reflejando un clima de tensión política y desconfianza social hacia el rumbo del nuevo gobierno.

Aunque no hay evidencia oficial de amenazas directas contra Sheinbaum, el tono del debate muestra que la presidenta enfrenta un desgaste prematuro, con sectores de su propio electorado exigiendo coherencia, transparencia y rendición de cuentas.