Simulacro / Internet
Por Rebeca Solano
Lo que debía ser un ejercicio de prevención sísmica terminó convirtiéndose en un escándalo penitenciario. Durante el Simulacro Nacional del 19 de septiembre, miles de celulares escondidos en penales de todo México comenzaron a sonar al mismo tiempo, dejando al descubierto la magnitud de la corrupción y la falta de control en los centros penitenciarios.
De acuerdo con reportes preliminares de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), se incautaron 2,105 teléfonos celulares en distintos centros penitenciarios del país, revelando una red de comunicación ilegal dentro de las prisiones.
📍 Penales con mayor número de celulares decomisados:
- Penal de Aguaruto, Culiacán (Sinaloa): 450
- Cereso de Tehuacán (Puebla): 35
- Penal de San Miguel (Puebla): 60
- Penal de Santa Martha Acatitla (CDMX): 80
- Cereso de Apodaca 1 (Nuevo León): 300
- Cereso de Apodaca 2 (Nuevo León): 220
- Cereso de Cadereyta (Nuevo León): 180
- Penal de Hermosillo (Sonora): 75
- Cereso de Ciudad Juárez (Chihuahua): 200
- Penal de Morelos (Cuernavaca): 50
- Cereso de Veracruz (Veracruz): 40
- Penal de Tlalnepantla (Estado de México): 150
- Cereso de Mérida (Yucatán): 100
- Cereso de Guadalajara (Jalisco): 165
Total: 2,105 celulares asegurados.
Este hallazgo evidencia cómo la vigilancia, los simulacros y los operativos pueden destapar redes de privilegios incluso dentro de los penales, donde la corrupción y el dinero siguen teniendo poder tras las rejas.
Las autoridades anunciaron que intensificarán los operativos para incautar y neutralizar estos dispositivos, considerados un riesgo para la seguridad nacional, ya que pueden ser usados para coordinar delitos desde el interior de las prisiones.
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