Jonathan Puertos Chimalhua / Internet
Por Alberto Mejía
A casi tres meses de cumplir un año en la diputación federal por el Distrito XVIII de Zongolica, Jonathan Puertos Chimalhua no ha generado ningún beneficio tangible para los habitantes de la región.
Los municipios bajo su representación —Acultzingo, Aquila, Astacinga, Atlahuilco, Camerino Z. Mendoza, Coetzala, Cuichapa, Magdalena, Maltrata, Mixtla de Altamirano, Naranjal, Nogales, Omealca, Rafael Delgado, Los Reyes, San Andrés Tenejapan, Soledad de Atzompa, Tehuipango, Tequila, Texhuacan, Tezonapa, Tlaquilpa, Tlilapa, Xoxocotla y Zongolica— siguen en el abandono, sin obras, apoyos ni iniciativas que mejoren la calidad de vida de la población.
El único mérito de Puertos Chimalhua ha sido heredar la diputación tras la muerte de Benito Aguas Atlahua y fungir como maestro de ceremonias del exdiputado Tomás López Landero, además de convertirse en un simple decorado del Partido Verde Ecologista de México.
A esta ineficiencia se suma que no cuenta con títulos profesionales registrados en el Registro Nacional de Profesionistas, lo que pone en entredicho su preparación para legislar y representar a los ciudadanos.
En casi un año, no ha presentado propuestas legislativas relevantes ni ha impulsado proyectos concretos. Su gestión se ha convertido en un espectáculo de apariencia y nula productividad, dejando a los ciudadanos del Distrito XVIII en la decepción y el olvido.
