
Guardia Nacional / Vídeo
Por Rebeca Solano
- Guardia Nacional tiene prohibido entrar a Esperanza, Puebla
En pleno corazón del llamado «Triángulo Rojo», el municipio de Esperanza, Puebla, se ha convertido en tierra sin ley dentro de la autopista Puebla-Orizaba. De acuerdo con testimonios de agentes y mandos de la Guardia Nacional, existe una orden expresa de no ingresar a este tramo, ni siquiera en casos de flagrancia.
La situación es alarmante. Transportistas y automovilistas cruzan con temor, sabiendo que se exponen a retenes falsos, patrullas clonadas y asaltos con violencia, sin que exista autoridad que los detenga. Según elementos destacados en la zona, las indicaciones que reciben son claras: «enciendan las torretas, pero no se enfrenten a nadie».
La razón detrás de esta directriz es evitar conflictos violentos con los grupos criminales que dominan la región, en particular la banda conocida como Los Sulliga, señalada por el control del robo a transporte, secuestros y extorsiones.
Agentes de la Guardia Nacional confiesan sentirse frustrados, pues pasan semanas enteras sin realizar una sola detención. De acuerdo con sus cálculos, se cometen hasta cinco asaltos diarios en ese tramo de autopista, aunque muchas víctimas no denuncian por temor, burocracia y desconfianza en el sistema de justicia.
Durante un recorrido reciente realizado por este medio, se documentó la presencia de apenas nueve unidades de la Guardia Nacional entre ambos sentidos del tramo, sin que la mayoría realizara patrullajes activos. El protocolo actual limita su actuación a observar, reportar y retirarse, aun si presencian un robo en curso.
Así, mientras el gobierno federal insiste en que hay vigilancia en la región, la realidad es que la acción es mínima y el control territorial está en manos del crimen organizado. Las cifras oficiales reportan pocos delitos en Esperanza, pero para quienes transitan por ahí, la impunidad es evidente y cotidiana.
