
Andy López Beltrán / Internet
Por Rebeca Solano
El hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, Andrés Manuel López Beltrán, conocido como Andy, fue señalado públicamente por una periodista —cuyo nombre no fue revelado en la primera versión de la denuncia— de operar políticamente con el respaldo del aparato de gobierno de la 4T, particularmente en temas estratégicos relacionados con el poder territorial, el financiamiento electoral y la influencia en nombramientos clave.
De acuerdo con la información divulgada, Andy López Beltrán no sólo tendría una red de operadores políticos, sino que su actuación se da con pleno conocimiento y respaldo de altos mandos del actual gobierno, lo que sugiere que su poder va más allá del ámbito privado o familiar, consolidándose como un actor político no electo, pero influyente.
Estas acusaciones se suman a las múltiples versiones periodísticas que desde hace tiempo ubican a Andy como una figura clave en la construcción de candidaturas de Morena, la operación territorial en elecciones locales, y la administración informal de cuotas políticas en diversas dependencias.
Aunque no ocupa ningún cargo público oficial, su presencia en reuniones, giras y procesos internos del partido ha sido documentada en varias ocasiones. En este contexto, la periodista advierte sobre una forma de poder paralelo, que se mueve dentro del régimen sin transparencia ni rendición de cuentas.
Hasta el momento, ningún vocero del gobierno federal ni del círculo cercano a Claudia Sheinbaum ha desmentido o comentado los señalamientos, que llegan en un momento delicado, tras las elecciones de 2025 y en medio del reacomodo interno en el oficialismo.
Diversas voces críticas advierten que si bien la 4T se ha presentado como un proyecto de transformación, la concentración del poder político y económico en círculos familiares contradice los principios de transparencia y república que el movimiento afirma defender.
