
Por: Rebeca Solano
El proyecto incluye 170 mil millones de dólares para control migratorio, impuestos a remesas y recortes a salud; demócratas advierten una “maquinaria de deportación en esteroides”
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este miércoles el masivo plan fiscal y de gasto impulsado por el presidente Donald Trump, el cual contempla recortes tributarios, un drástico aumento en el presupuesto para control migratorio y un impuesto a las remesas enviadas al extranjero.
El proyecto, ya aprobado por el Senado, será promulgado este 4 de julio, Día de la Independencia, durante una ceremonia encabezada por el mandatario en la Casa Blanca.
Fondo de deportaciones históricas: el ICE triplica presupuesto
Una de las medidas más controvertidas es el fondo de 170 mil millones de dólares destinado a políticas de control migratorio y fronterizo, incluyendo 29 mil millones para la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El plan busca duplicar el número de agentes —de 9,900 a casi 20,000— y elevar las deportaciones diarias de 850 a 3,000, con la meta oficial de alcanzar 1 millón de deportaciones por año.
“Este Gran, Malo y Feo Proyecto de Ley desatará una maquinaria de deportación en esteroides. No es una hipérbole”, denunció Hakeem Jeffries, líder de la minoría demócrata, quien ofreció un discurso de más de 8 horas en la Cámara.
Más muros, menos salud
El plan también asigna 46 mil millones de dólares para la construcción de nuevos muros fronterizos con México, triplicando la inversión realizada durante el primer mandato de Trump, cuando se construyeron 730 kilómetros de barrera.
En contraste, los demócratas criticaron recortes severos en salud y energías limpias. La organización Kaiser Family Foundation advirtió que la legislación dejará a 17 millones de estadounidenses sin seguro médico, debido a la eliminación de subsidios y programas públicos.
Impuesto a remesas: golpe a migrantes y familias
Una de las novedades del plan es un impuesto del 1% a las remesas enviadas al extranjero, incluyendo aquellas hechas en efectivo, giros postales o cheques de caja. El gravamen aplica tanto a ciudadanos estadounidenses como a migrantes, y afectará principalmente a India, México y China, los tres principales destinos de remesas desde Estados Unidos.
El Comité Conjunto de Impuestos del Capitolio estima que la medida recaudará 10 mil millones de dólares en una década, aunque expertos anticipan afectaciones a millones de familias transnacionales.
Críticas internas y preocupaciones por el déficit
Aunque el Partido Republicano logró aprobar el plan con su mayoría, dos legisladores de su ala conservadora votaron en contra, alertando que el proyecto incrementará el déficit público en 3.3 billones de dólares, según estimaciones de auditores independientes.
“Este plan creará la frontera más fuerte, la economía más fuerte y el Ejército más fuerte de la Tierra”, aseguró Trump en un mitin en Iowa, horas antes de la votación.
Con la promulgación del plan fiscal, el presidente Trump refuerza su plataforma de cara a la elección presidencial de noviembre, apostando por una retórica de seguridad nacional, control migratorio y recortes fiscales, pero a costa de derechos sociales, cobertura médica y protecciones a comunidades migrantes.